Carreras de motocicletas.-¿Qué no escuchas bien, Culebra?.- le dije a Mel arrebatandole el control por décima vez, el volumen que ella le ponía a la televisión era muy alto.
-No, damelo.- dijo comiendo un poco de las palomitas con mantequilla que prepare para ver la carrera.
-Es mi control y mi televisión, estas en mi casa y te comportas.- la regañe, rezando para que no se enoje por lo que dije.
-Me importa una mierda bien grande que sea tu control y que sea tu televisión, además si estoy en tu casa es porque tu me invitaste, lo que me convierte en tu invitada y a las invitadas se les trata bien, ahora respetame y dame el jodido control.- me quede con la boca abierta e intencionalmente deje que me quitara el control.
-¿Quieres algo de beber?.- le pregunte observandola como se enojaba cada vez que su corredor favorito quedaba atrás.
-Avanza, hijo de perra.- grito.- ¿Tienes cervezas?.
-Sabes que no.
-Pues entonces no sé por qué preguntas.- que grosera.
-Bueno tengo Red Bull y Adrenaline, ¿quieres?.
-Ya que.- se encoge de hombros.
Me levanté y fui al refrigerador, saque un Red Bull para ella y una Adrenaline para mi. Me gustaba más el sabor asidito de la Adrenaline.-Hey.- la llame y le lancé el Red Bull, sin mirarme lo atrapo.
Se bebió un trago tan grande como su culo.-Tenias sed, ¿eh?.
-No te importa.- le pege fuerte en el brazo y ya cansado de su comportamiento le solte:
-¿Por qué eres asi?, somos amigos, ¿no?, ¿por qué actúas como si me odiaras y quisieras matarme?, hago todo lo posible para que muestres un poco de gentileza, pero no, siempre sales con algo tan insultante y grosero, desde el poco tiempo que he hablado contigo no haz dicho nada amable y sabes... ya me estoy cansado.- respiré aliviado, si no se lo decía moriría asfixiado.
Mire en sus ojos grises, suspiro profundo, coloco su Red Bull en la mesilla de noche, luego agarro mis manos y entrelazo sus dedos con los míos. Para ser una chica que golpea bastante y lo hace bien, tiene unas manos lindas y suaves.-Escucha, Dylan, debes saber que no soy ni seré como esas chicas pendejas e hipócritas que usan voz de zorras y fingen ver malditos corazones en el aire cuando un chico lindo les habla, si no te has dado cuenta eres el unico pendejo al que no le he partido la madre por tratar de ligar o hablar conmigo, aún, tienes que entender que me cuesta y me costará confiar en un chico, eres el primer ser humano al que le he confesado que soy adoptada y me sales con esta mierda, creo que vamos rápido, es decir te he conocido recién y ya estoy en tu casa, tirada en tu sofá comiendo palomitas y discutiendo por el puto control, no soy asi, me estas...cambiando, no le he pegado a nadie en dos días ¿entiendes?, me estas volviendo loca. No, me estas volviendo débil y yo no soy débil, no quiero ser débil.- mira asi al suelo y por un maldito momento me siento en el cielo, Melody, la chica más temible acaba de decir todo eso, me siento tan afortunado y escuchandola bien ella dijo "cuando un chico lindo les habla" . Era la primera vez que me llamaba Dylan, se sentía raro y era la primera vez que trato de ser amable y llamarme lindo, aunque no lo dijo directamente, pero es obvio, ¿no?.
Apreté sus manos.-Hey, Mel, gracias, eso es un gran avance.- sonreí.
-Oh, ¿ella es Melody?.- pregunto interrumpiendo, Sarah, rápidamente Culebra soltó mis manos.
-Si.
-Un gusto.- dijo tendiendo la mano hacia Snake, la tomo.- Pooh, me hablo de ti.- puta madre, ¿Sarah tenía que decir ese viejo apodo justamente ahora?.
-¿Pooh?.- sonriente Mel me miro.- espero que lo que te haiga hablado sea bueno.
-Mucho.- respondió Sarah guiñandome un ojo.- bueno chicos los dejo solos. Un gusto, Melody.
-Igual.- respondió Culebra.
Y yo obviamente moría de vergüenza.-Asi que Pooh, ¿eh?.- juguetonamente me golpeo el brazo.
Mirando hacia el suelo respondi:-De niño me gustaba.
-No tienes porque sentirte apenado, somos amigos, ¿no? Y si sirve de algo, a mi también me gustaba.
La miré.-¿Me tomas el pelo?.- entrecerre mis azules ojos.
Sonrío.- No, de verdad me gustaba.
-¿Cómo una chica como tu, ruda, agresiva y sin sentimientos, le gustaba ver a un oso gordo y amarillo que le gusta comer la miel?.
-Tengo sentimientos.- dijo dolida.
Estaba siendo malo con ella cuando ella se habia animado a ser buena conmigo.-Tienes razón, Culebra, perdona.- me disculpe halandola asi mi.
Puso mus manos en mi cintura y yo puse las mías en la cintura de ella en un tierno abrazo.-Increíble.
-¿Qué?.
-Jamás pensé estar asi con una chica sin nada más que una amistad.- le confesé.
-Ah.- me solto.- fijate por donde vas, hijo de puta.- grito mirando la televisión. Nuevamente estabamos como al principio, las paredes se habían puesto en medio de nosotros y solo porque ella asi lo quería, estaba alejada de mi, sin duda no queria que la abrazara, pero ¿por qué?, quizás ella tampoco queria enamorarse de mi. Quizás ella también tenia miedo de amar y ser amada. Solo quizás ella ya me estaba amando y eso le molestaba.
-¿Dylan?.- pregunto con voz temblorosa.
-¿Si?.
-¿Qué somos?.
-Amigos.- conteste seguro. Ella asintió y se levantó.
-¿Hacia dónde vas?.- pregunte curioso.
-A dormir.
-Pero las carreras aun no terminan.
-Lo sé, pero estoy exhausta.- entró al cuarto.
También entre. Se estaba quitando su jean negro y su chaqueta ya estaba en el suelo.-¿Qué sucede, Mel?.- la ayude a salir de su pantalón.
-Nada.
-Puedes decírmelo.
-No es nada.- dijo y se acomodó en la gran cama. Regresé a la sala de estar a apagar la televisión y me metí a la recamara para estar con Mel.
Quite mi pantalón y mi camiseta y me acomode junto a ella.-No quiero...
-¿No quieres qué, nena?.- dije volteandome para verla. Tenia lágrimas en sus mejillas, por primera vez la veía tan vulnerable, tan frágil, tan débil.
-Esto...no quiero sentir esto.- trato de no llorar más, pero fue en vano.
-¿Por qué?.- besé su frente.
-Porque no.- con cariño agarre sus mejillas y le di un tierno piquito en los labios. Rompió en llanto.
-No lo hagas...no.- intentó alejarse, pero la abracé más fuerte.
-Duerme, cariño, duerme.- y como una niña sin su mamá, llorando durmió en mis brazos.
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You Are My Redemption
AcakDylan O'Brien, entendió que amar tanto a algo o alguien puede hacerte daño. Dylan, amo con locura a Dani, su ex novia, ella se fue sin importarle su corazón roto, es por eso que Dylan, el chico apuesto de la Uni, tiene un concepto claro de las mujer...