Capítulo 11.

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Narra Dylan.

"Bastante es poquito"

Veo en sus ojos grises, sé que trata de decirme algo, pero como es obvio no puede, algo se lo impide, quizás sea recordar. ¿Pero el qué?. Lo piensa y mucho.

-Hombre, Mel, habla ya que la espera desespera.- la alente, pero tampoco hablo, estaba claro que lo que sea que quería decir no podía, no aún, no estaba lista.

-Mel...-toque su rodilla.- si no puedes no lo digas, no seas pendeja y no te hagas daño tu misma.- me sonrió, así bien perfecto.

Al cabo de unos minutos pregunto:
-¿Somos amigos?.- su duda de si eramos amigos o no era lo que le preocupaba.

Agarre su mano y la bese.- Lo puedo jurar.- sin ninguna duda, yo consideraba Melody como mi mejor amiga.
Comenzó a llorar, ni siquiera sabía porqué, pero me acerqué y la abracé.
-No llore marica.- le susurre, lo que sea que la ponía triste iba ayudarle a no recordarlo o mejor aún, olvidarlo.

-Una semana después...- hizo una pausa.- fue exactamente una semana después...,- y poco a poco fue confensando su secreto, el que la conviertio en una odia hombres, ahora sabía porqué su comportamiento, porqué su bipolaridad, ahora lo entendí, lo entendí todo, ahora quería protegerla, ahora quería partirle la madre a ese hijo de puta bastardo que abuso de ella.
Me miro y obviamente esperaba una respuesta. No sabía que responderle. Queria un trago. Y le dije lo primero que se me ocurrió.

-¿Quieres una cerveza?.- sus hombros cayeron e iba a llorar de nuevo.

-Dy...

-Bueno nena, ¿qué quieres que te diga?.

-Cualquier mierda que me haga saber que seguimos siendo amigos.- temblo.
Ella esperaba que yo dijera cualquier cosa que mandara mi amistad a la mierda, pero no, no iba hacerlo, no con ella, ella es especial y verdaderamente me siento jodidamente feliz de que alguien como ella pueda llamarme amigo, que ella pueda confiar en mi.

-Mel, tu eres malditamente pendeja, ¿quieres que te diga que te tengo asco o que ya no quiero verte porque fuiste violada? Si eso esperas lamento decepcionarte, pero no quiero ni pienso decirlo, mierda, tu no sabes lo que se siente que todos te miren y admiren por andar con la cabrona más bravucona de la U, es decir ser tu amigo es lo mejor que me ha pasado desde meses, eres una chica fuerte y te importa una mierda lo que los demás piensen y digan, eso nena, eso lo admiro de verdad.- le sonreí.- y no me gusta verte así, tan llorona, me hace sentir culpable, no quiero decirte nada acerca del maldito bastardo, porque sé que no te gusta que sientan pena o lástima por ti, sé que no te gusta hablar de eso, te conozco y muy bien, por cierto mi six pack es mejor.- le guiñe. Me sentí mucho mejor al decirle eso a Culebra.
Lo que sea que que esas palabras provocaron en ella fue sin duda algo mágico.
Me sonrió y se me trepó. Coloco sus manos en mi cuello y sus piernas en mi cintura, su aroma me envolvió, fue muy excitante y me sentí agradecido de andar dos bóxers Calvin Klein, ya que así la erección no se iba a notar tanto.

-Gracias, Dylan, te quiero.- soltó. Era la primera vez que lo decía y ya que yo también la quería decidí que era hora de decirlo.

-Yo más, nena.- masajee su espalda y bese su cabello. Era algo lindo viniendo de ella, claro dejarse hacer tal muestra de cariño.

-¿Bastante o poquito?.- pregunto con curiosidad.

-Bastante es poquito.- sonreí sabiendo que no podía verme.
Si por mi fuera me hubiese quedado así, pero Logan, su hermano mayor interrumpió nuestro momento.

-¿Pero qué mierda haces?.
Snake con cara-aún más-pálida respondió.

-Nada que te importe.

-¿Disculpa?.- titubeo él. Estaba molesto.

-Nada de lo que debas preocuparte.- lo calle.
Sus ojos marrones me taladraban.

-¿Te lo dije a ti? Y además desde luego tu pene esta a centímetros de su vagina obvio debo preocuparme. - mis puños se cerraron.

-Logan, por favor.

-Cállate, Melody, no te metas.- gruñó él.

-No, si me meto porque él es mi amigo, es mi invitado y lo respetas, además está es mi casa y puede entrar quien yo diga.- le grito y se puso a su altura.

-Pues te recuerdo que si no hubieses sido violada nada de esto sería tuyo y ya estarías en la calle.- al igual que Snake quede anonadado, fue un pendejo al decir eso. Con ella no.

-Repitelo, hijo de puta.- le dije y estreche mi puño en su cuadrada mandíbula, luego le di otro en la nariz, cuando quise dar un tercer golpe la mano de Melody me lo impidió.

Se acercó a él y quiso ayudarlo, pero él hecho una furia se levantó de un salto y me devolvió el golpe.

-¡Oye, no!.- grito molesta y asustada.
Sentí que algo tibio salia de mi nariz. Sangre.

-Tu lo pediste.- me limpié e hice lo mejor que pude para deformar su nariz.

-Idiota.- se me tiro, me dio un puñetazo en la mandíbula y el otro a Melody. ¡Mierda a Melody!.
Él impactado por haberle pegado a ella le tendió la mano.

-No me hables, Logan.- la levante y escupió saliva mezclada con sangre.

-Lo lamento yo...

-Cállate, ven conmigo, Dy.- me pidió y no la vi ni una mierda de enojada por lo sucedido.

-Lo siento, me enojo que te haiga llamado así.- escupi.

-Gracias.- me limpio las manchas de sangre.

-¿No estás molesta con él?.

-No puedo, sé que no quiso decirlo, lo conozco.
El sonido de una puerta cerrar llamó la atención de Mel.

-Hola, hija.- saludo un hombre algo mayor, ojos grises y piel blanca igual que ella, cualquiera diría que su padre estaba vivo, ella no contesto, en cambio, lágrimas caían en su pecho, temblo, sus rodillas se doblaron y la abracé fuerte a mi. Ése sin dudarlo fue el cobarde que abuso de ella...

You Are My RedemptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora