"Extraño Todo De Ella ".Me pare frente a Melody de manera protectora, el tipejo ese no le quitaba la mirada y me dio rabia, no sé como me controle para no partirle la cara.
Mire por detrás de mi hombro para ver el rostro de Culebra, estaba demasiado pálida, agarre su mano derecha y entrelaze nuestro dedos, su mano estaba heladísima, era obvio que el hijo de puta ese le ponía los pelos de punta.-¿Tú quién eres?.- demandó saber, levanto la barbilla en forma amenazante, pero a mi lo único que me causaba ese viejo era asco y pena.
-A usted que le importa.- solté más o igual de serio que él.
-Pues fijate que si me importa, necesito saber qué haces con mi niña.- volvio su mirada gris hacía Mel y nuestras manos juntas.
-¿Su niña?.- me reí tan falsamente, sin ninguna pizca de humor.- ella es mi novia, la amo y la voy a proteger de cualquier pendejo mal parido que se atreva a tocarla.- hale a la congelada Melody hacía fuera, no me lo pidió pero era obvio que no quería estar dentro con el bastardo ése.
-Hey nena, ¿estás bien?.- limpié las lágrimas que ya se hacían presentes.
Meneo su cabeza de izquierda a derecha.
Que pregunta tan estúpida me dije.-No...-se atraganto.- alejame de aquí, llévame a donde sea pero sacame de aquí.- me rogo.
Sin pensarlo me subí a su motocicleta, la ayude a subir detrás de mi y cuando ya estaba bien segura me fui sin mirar atrás.
No la llevaría a el bar, ni loco dejaría que se emborrache hasta la muerte.
La quiero, la extraño y mi cama también. Extraño su aroma en mi almohada, extraño sus golpes cuando inconscientemente me los da, extraño el sonido que hace al respirar. Extraño sus insultos. La extraño. Extraño todo de ella.
Me estacione frente a mi abandonada y solitaria casa.
Al bajarme cargué a Culebra.-¿Mejor?.- besé su infladita mejilla. Y como pude con ella en brazos encendí la luz de la sala.
-Ti.- respondió como un bebé. E hizo un puchero.
-¿Sabes quién te extraña tanto o igual que mi?.- la baje al sofá.
-Nop.
-My bed.- le guiñe.
-Ni siquiera deprimida tendré sexo contigo.- su voz fue un susurro.
Me reí como hace tiempo no lo hacia, agarre mi estómago y trate de no seguir riendo pero era imposible.-Hey.- grito Culebra.
Pero no pare, es mas me tire al suelo.-Dylan.- lloro. Limpie las lágrimas que se me escaparon de la risa y me acerqué a ella.
-Lo lamento, pero no pienso tener sexo contigo.- la abracé.
-Ah, ¿no?.- me miro. Su mirada gris era muy penetrante.
-No.- le aparte el flequillo de sus ojos.
-¿Por qué no?.
-Porque somos amigos y los amigos no tienen sexo.- sonreí. Sinceramente no sabía a donde quiera llegar con todo eso.
-Pelo...yo quelo.- confesó con voz de niña. ¿Quería tener sexo conmigo? ELLA QUERIA TENER SEXO CONMIGO.
-Acabas de decir que ni siquiera deprimida te haré mía.
-Dy...-lloro.
-No uses tu estado de animo para hacerme cambiar de opinión.- me negaba. Recorde que un día le dije que cuando ella quisiera que la llevara a mi cama, menos lo haría, solo espero no arrepentirme.
-Pero quiero.- grito.
-No.- fui serio.
Quito su chaqueta, la tiro al suelo, tiro su botas de cuero por otro lado, seguidamente desabrochó su jean y lo bajo quedando solamente en su tanga y sostén rosa, ella intentaba provocarme y lo logró ya que el miembro detrás de mis bóxers la saluda amablemente. Cambie el peso de pie evitando que notara lo que ya me había hecho.-Culebra estas re gorda, mira cuanta grasa, mejor vístete.- mentí, era perfecta, piernas perfectas, tetas perfectas, todo perfecto.
-¿Gorda? Gorda no.- grito.- Sé que me deseas, Cara de culo, no mientas. - se me acerco como una gata en celos.
-Por favor vístete que me vas a provocar algún tipo de trauma.- le dije con asco.
-¿Qué tipo de trauma?.- beso mi cuello. Si seguía asi no iba poder resistir.
-Melody.- la regañe.
-Oh, por favor, quiero que me folles.- grito.
Mis putas y jodidas defensas se fueron a la mierda. La besé en respuesta, luego baje a su cuello, lamiéndolo, saboreando su piel, todo era muy excitante, ella desabrochó mi jean y lo bajo con rapidez, desabroche su sosten y lo tire al suelo.-Hazme tuya.- me susurro al oído y mordio mi cuello. Justamente cuando iba a bajar sus bragas, me detuve.
-¿Qué?.- dijo ella con voz de éxtasis.
Recorde que no llevaba protección.-Ven.- dije halandola a mi cuarto, agarre uno, me metí al baño y con mucha experiencia me lo puse.
Ya en la cama, ambos desnudos, ella gemía con cada penetracion. Esos gemidos me provocaban aún más.-No pares.- grito clavándome las uñas.
-Necesito un respiro.- dije con falta de oxígeno. Cabe decir que para ir lento estaba agitado.
Segundos después los dos tuvimos un buen orgasmo. La mire a los ojos. Sonreía.
Me abrazo, los dos estábamos muy sudados.
-Te quiero y ahora sé que tú a mi también.- beso mi pecho.
¡Qué mierda!
¡Había cagado esa amistad!
¡El deseo me cegó!
¿Qué hago?-¿No te irás verdad?.- me miro y aparte la mirada.
No le respondi. Me quede así con ella, durmiendo en mi pecho.
Las horas pasaba lentamente y decidí que era mejor tomar un respiro.
Con cuidado me levante, me vestí, agarre mis llaves y me fui al bar.Al llegar me emborrache, me emborrache tanto que no recordaba por qué estaba ahí.
Iba por mi trago quince cuando una rubia pelo corto me sonrió, su falda era unos dos centímetros más abajo de su culo operado. Sus tetas de silicona salían de esa ajustada blusa roja.-¿Andas solo guapo?.- pregunto y batió sus pestañas.
-Sí.- tomé otro trago.
-Uy, mejor.- dijo acercándose.- ¿No preguntarás si ando sola?
-No me importa.
-Llévame a tu casa.
-Que perra.- grite.- me gusta.
La bese, pero me dio asco su labial rojo regado.Al despertar no recordaba el momento en el que manejé hasta mi casa con esa puta detrás de mi. No recordaba nada, solo la vi en el sofá y supe que había hecho con ella la noche anterior.
-Necesitas irte.- la desperté. Su cara daba asco, todo el maquillaje regado, que pendejo, ¿cómo me atrevi?, ¿por qué lo hice?.
-¿Me llevas a casa?.- sonrió la perra que no conocía. ¡NO SABIA NI SU PUTO NOMBRE!.
-No, largate.- dije sacándola de mi casa.
-Ay.- chillo.- pero si ayer tu y yo...
-Te recuerdo que tú fuiste quien abrió las piernas, yo no te obligué a nada.
-Hijo de puta.- grito molesta. Me hartaban las chicas, se hacen las inocentes. Pendejas.
Cerré la puerta de un solo golpe.
La cabeza dolía horrores. Mi aliento olía a mierda y vómito de bebé. ¿Por qué bebí tanto?
Decidí que era hora de tomar un buen y largo baño.
Quedé en shock al ver a Melody en mi cama envuelta en mis sábanas, su ropa en el suelo. Palidecí, me puse helado. Recorde lo que habíamos hecho, tuve sexo con ella, no, no tuve sexo, fue algo más, por esa razón me escape de casa, había cagado nuestra amistad, lo jodí, lo jodí todo._______________________________________
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You Are My Redemption
RandomDylan O'Brien, entendió que amar tanto a algo o alguien puede hacerte daño. Dylan, amo con locura a Dani, su ex novia, ella se fue sin importarle su corazón roto, es por eso que Dylan, el chico apuesto de la Uni, tiene un concepto claro de las mujer...