Capítulo 21.

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Narrado por Daniela.

Me froto el vigantezco vientre, mi bebé no ha dejado de patearme, a veces me cansa, dejar a Dylan nunca fue buena idea, creo que es la más estúpida que he hecho, él tiene dinero y mucho, es guapo, demasiado, y yo soy pobre y mucho, estúpida, muy estúpida.
Exhale una buena bocanada de humo del cigarrillo que Peter se estaba fumando, ese humo me hacía mal.

-Peter.- llamé.
Me miro serio, como lo hacía desde que le dije que iba a ser papá. La idea no le gusto mucho e insistió en que el "bastardo" es de Dylan, pero yo sé que no.

-Puedes cerrar ese maldito osico.- gritó, su aliento a cerveza lleno mis fosas nasales.

-Pero no he hablado, he estado aquí haciendo nada, igual que tú.- susurre.

-¡Que te calles!.- se levanto de un salto, corrió hacía mi y me levanto apretandome muy fuerte el brazo.

-Tengo hambre.

-No es mi puto problema.

-Me lastimas, Peter.- chille.

-¿Me quieres?.- pregunto con voz ronca.

Las puñeteras lágrimas se me salieron.- Sabes que sí.

-¿Más que a él?.- me apreto el inflado vientre tan fuerte que puje de dolor.

-Es tu hijo.

-No tenemos dinero, nada.- me soltó.

-Lo sé.- Masajeé mi brazo y mi pansita.

-Harás algo por mi.

-¿Qué?.

-Dylan.- me congele.

-¿Qué pasa con él?.

-Le dirás la verdad, que ese bastardo es hijo suyo.- lloré.

-Pero no lo es.

-Calmate, una vez que paras, le dejas el bastardo, le quitas cuanto dinero puedas y luego nos escapamos de nuevo.
¿Dejar a mi bebé?
No sé si pueda hacer eso. Pero sé que sí lo hago, Dylan cuidará bien de él.

-¿Lo harás?.- asentí.- Muy bien, llama a la hermana esa, a la que le agradas.

Llamé a Valentina, le dije que Dylan iba a ser papá y que me ayudara a volver con él, emocionada y encantada, accedió.
También me hablo de una chica, Melody, dijo que es una maleducada, y fea chica, le gustan los problemas y según ella, solo quiere aprovecharse de Dylan. Iba a verme al mediodía con ella en una cafetería.
Y así fue, supe que era ella por como me la describió Vale, pero Wooow, no tenía ni un jodido pelo de fea, pase por alto que tenía aspecto de ser una asesina serial, no todas las chicas visten de negro, no todas usan chaquetas de cuero, ¡no todas usan botas de negro!. Me daba miedo. Mucho.

-Hola, Melody.- salude al llegar a la mesa en que se encontraba. Me miro y sus ojos grises eran demasiados bonitos.

-¿Te conozco?.- pregunto, por lo menos su voz no daba miedo, al contrario, era dulce.

-No, pero yo a ti si, ¿puedo?.- señale la silla frente a ella, en respuesta solo se encogió de hombros.

-¿Quién eres? .- quiso saber.

-Soy Daniela, Daniela Parker.- su expresión segura cambio a nerviosa y de angustia, ella sabía quién era yo, le sonreí.- ¿Te suena?.

Se relajo y hablo como si nada.- Me han hablado de ti, pero créeme, no me importa en lo absoluto.- demasiada confianza en si misma, eso me molesto.

-Solo quiero pedirte algo.- me ignoró, saco un cigarrillo de su chaqueta de cuero, lo prendió y se puso a fumar. Si creía que el humo del cigarrillo me iba a molestar, estaba equivocada, desde que he estado con Peter he vivido rodeada del humo del tabaco, ya me acostumbre a ello, aunque eso no significa que me puede afectar a mi bebé.

- Aléjate de él.- pedí.

-¿De Cara de culo? Uff no, imposible.- Sí, ya sabía de ese apodo tan lindo, ah también de sabía de, Culebra.

-Sé que lo amas, pero él no te ama a ti.

-Y a ti tampoco.- me miro desafiante.

Masajeé mi vientre.- Este bebé es de él.- y como si mi bebé supiera que mentía, me pateó.

-¿Y?.- ni siquiera le afecto, su comportamiento tan calmado a mi si me afecto.

- Eres una perra.- grite y le pegué una bofetada. Muy enojada se levanto y sin importarle que este embarazada me agarro del cuello.

-Te fuiste a la mierda, idiota, lo dejaste, y él...- su voz se quebró.- él te amo como jamás volverá a amar a alguien.- me soltó y aunque el cuello me dolía horrores, no lo masajeé.

-Solo te pido eso, Culebra, nada más.- por su expresión supe que le molesto escucharme llamarla así.

-No me digas así, estúpida.

Sonreí.- ¿Y si no?

-Juro por el amor a Cara de culo que quiebro tus jodidos dientes.- deje de sonreír, esa amenaza me asusto demasiado, ella lo ama, y puedo apostar a que él también.

-Me da tanta lastima saber que amas a Dylan, él, ni volviendo a nacer te amaría.

-Te calmas hija de puta, que no solo porque tú...- me miro de pies a cabeza.- una...¿una qué? Bueno, dejemoslo en tu, me pide que deje a Dylan lo dejaré.- esta chica iba a matarme, debía irme rápido.

-Me aburres, tengo un trato.- dije poniéndome de pie.

-¿Me importa?.

-¿Cuanto quieres por dejarlo en paz?.- le pregunte sacando mi billetera, ¡no tenía ni un maldito billete!. Rió.

-¿Y si Dylan no me ama por qué tanta hurgencia en que lo deje?, además estoy segura de que él me elegiría a mi.

-En eso tienes razón, pero su bebé va primero que mi y que tú.- no sé cómo hice, pero me aleje de ahí, mis manos me temblaban, mis piernas hacían lo mismo, ella lo amaba, no podía llegar a sus vidas e interrumpir como si nada, no soy asi de mala, pero hoy me quedo más que claro que, Melody, no es una chica débil, nada débil. Y por amor a Peter iba a hacer lo acordado.

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