Capítulo 14.

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Narra Melody.

"Él Aún La Ama".

Me encontraba en una de las situación más deprimentes de mi puta vida, Jason, se atrevio a presentarse en mi casa y encima de todo ME LLAMO HIJA, que le den, yo no soy su hija, lo primero que hice al ser adulta fue quitarme su apellido, ¿y se suponía que toda la herencia de él me iba a devolver mi virginidad? ¡Que se jodan!.
El olor a menta, cerveza, cigarrillo y el perfume de el Cara de culo me tenían en otro mundo, Dylan hacía que querer olvidarlo se convirtiera era una misión imposible. El fresco aire hizo que me relajara, yo sabía que podía contar con Dy para lo que sea, le pedí que me alejara de ahí y eso hizo. Pero nunca pensé que me llevaría a su casa.
Se estacionó frente a ella y me cargo como a un bebé.

-¿Mejor?.- pregunto besándome la mejilla. Eso hizo que sientiera esa sensación de tener estúpidas mariposas en el estómago.

-Ti.- le dije en tono niñon y saque mi labio inferior formando un puchero.

-¿Sabes quién te extraña tanto o igual que mi?.- me bajo al sofá. No tenía idea de quien me extrañaba. A sus hermanas no les caía tan bien que digamos.

-Nop.- le respondi.

-My bed.

-Ni siquiera deprimida tendré sexo contigo.- en el segundo que lo dije me arrepentí, deseaba a Dylan como nada. Lo quería dentro de mi.
El muy pendejo solo se burlo.

-Hey.- dije para llamar su atención, pero el cabrón siguió riendo.

-Dylan.- mi voz se quebró y el llanto apareció. No sabía porqué estaba así de vulnerable.
Al fin su risa cedió.

-Lo lamento, pero no pienso tener sexo contigo.- me abrazo y me derreti.

-Ah, ¿ no?.- estaba decepcionada de esa respuesta. Quería que insistiera.

-No.- aparto el flequillo que cubría mis ojos llorosos.

-¿Por qué no?.- insistí.

-Porque somos amigos y los amigos no tienen sexo.- me sonrió. Yo no le devolví la sonrisa. En cambio seguí.

-Pelo...yo quelo.- usando mi voz de bebé.

-Acabas de decir que ni siquiera deprimida te haré mía.

-Dy.- lloré. De nuevo.

-No uses tu estado de animo para hacerme cambiar de opinión.- se negaba.

-Pero quiero.- grite frustrada.

-No.- contesto seriamente.
Me harté y decidí desnudarme. Quite mi chaqueta café de cuero, tire mis botas a la mierda y luego me despedi de mi ajustado jean. Solamente quede en mi ropa interior, mi bra y tanga rosa. Obviamente todo eso era para provocarlo.
Él en reacción solo cambio de peso de pie, se miraba nervioso.

-Culebra estas re gorda, mira cuanta grasa, mejor vístete.- respondió fácilmente. ¡Yo no estaba gorda!.

-¿Gorda? Gorda no.- grite.- Sé que me deseas, Cara de culo, no mientas.- me acerqué a él para provocarlo.

-Por favor vístete que me vas a provocar algún tipo de trauma.- dijo con asco. Pendejo.

-¿Qué tipo de trauma?.- besé su tentador cuello.

-Melody.- me regaño.
Ya cansada grité:

-Oh, por favor, quiero que me folles.- al parecer mis suplicas lo hicieron ceder porque me beso en respuesta, lamió mi cuello, todo lo que hacía él era tan excitante. Desabroche su jean y lo baje con rapidez mientras el desabrochaba mi bra.

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