Capítulo 18.

19 4 2
                                    

Narra Melody.

"Aléjate De Él"

-¿Entonces, Dylan no quiso saber porque llorabas?.- pregunto por décima vez, Logan.
-Así es.

-¿Pero por qué?.- dijo estresado, supongo que los planes de su boda lo están volviendo loco, pero algo que sé es que él ama con locura a esa mujer, algo así como yo amo a Dylan. No, como yo amo a Dylan, nadie es capaz de amar.

-Porque no quiere saberlo.

-No, no lo entiendo, ¿él te ama o no?.

Entrecerre mis ojos hacía él.- No.

-Pero en el sueño dijo que te ama.- recordó. Yo lo había olvidado.

-Pero no.

-¡Soñó contigo!.- me ruborice, yo también sueño con él.

-Logan, hermano, creo que necesitas un descanso.

-¿Ah?.- dijo confundido.

-Tu boda te esta enloqueciendo, ve a dormir, o mejor, a darte un baño.

-¿Un baño?, ya me bañe.- apunte a sus bóxers.

-Ah, esta bien, pero ni creas que esto acaba aquí.- grito subiendo los escalones.

-Vete.- grite en respuesta.

Mi celular vibró.
En la pantalla aparecía el nombre de "Cara de culo, O'Brien".

-Encontremonos en la plaza, ya.
¿En la plaza? ¿A medio día? ¿En serio?. Se me hizo raro, muy raro, Dylan no tenía buena ortografía a la hora de textear.

-¿Por qué?.- También mostre buena ortografía.

-Tengo algo que decirte.

-Dímelo

-Es importante.

Decidí ir.
Fui a la cafetería que acordamos, pero no había rastro de Dylan por ningún lado.

-Hola, Melody.- saludo una chica, pelo castaño, tez trigueña, ojos oscuros y los más importante, embarazada. ¿Cómo sabía mi nombre?.

-¿Te conozco?.- pregunte encarnando una ceja.

-No, pero yo a ti si, ¿puedo?.- señalo la silla frente a mi, me encogí de hombros, no iba a ser amable solo porque estaba embarazada.
-¿Quién eres?.- pregunte.

-Soy Daniela, Daniela Parker, ¿te suena?.- sonrió al ver mi expresión. Mi sangre se heló. Ella es la ex de Dylan. Volvió. Maldita.

-Me han hablado de ti, pero créeme, no me importa en lo absoluto.
Eso al parecer le molesto.

-Solo quiero pedirte algo.- la ignoré y saqué un cigarrillo de mi chaqueta, y me puse a fumar.

-Aléjate de él.- dijo con un tono amargo.

-¿De Cara de culo? Uff no, imposible.

-Sé que lo amas, pero él no te ama a ti.

-Y a ti tampoco.- la miré desafiante, la sangre que estaba helada, ahora estaba caliente, debía calmarme o haría una estupidez.

-Este bebé es de él.- dijo masajeando su vientre. Mi sangre volvió a helarse.

-¿Y?.- dije sonando despreocupada, pero no, mierda, iba a estallar.

-Eres toda una perra.- grito y dejo estrechar su mano contra mi mejilla derecha. Por instinto me levanté de un salto, le agarre del cuello y le grite:

-Te fuiste a la mierda, idiota, lo dejaste, y él...- mi voz se quebró.- él te amo como jamás volvera a amar a alguien.- y era cierto, muy cierto. La solté.

-Solo te pido eso, Culebra, nada más.- me empute, solo Dylan podía llamarme así sin el deseo de partirle la madre.

-No me digas así, estúpida.

Sonrio, una sonrisa diabólica.- ¿Y si no?.

-Juro por el amor a Cara de culo que quiebro todos tus jodidos dientes.
Entonces su sonrisa se esfumó.

-Me da tanta lástima saber que amas a Dylan, él, ni volviendo a nacer te amaría.- continuó la perra preñada.

-Te calmas hija de puta, que no solo porque tú.- la miré de pies a cabeza.- una...¿una qué?, bueno dejemoslo en tú, me pide que deje a Dylan lo haré.

-Me aburres, tengo un trato.- dijo poniéndose de pie.

-¿Me importa?.

-¿Cuanto quieres por dejarlo en paz?.- sacó su billetera, reí.

-¿Y si Dylan no me ama porque tanta hurgencia en que lo deje?, además estoy segura de que él me elegiría a mi.

-En eso tienes razón, pero su bebé va primero que mi y que tú.- y sin más se fue. Mi pulso estaba a mil. Mis manos heladas y mi mundo dando vueltas.

-¿Esta bien señorita?.- pregunto un mesero. Asentí. No me había dado cuenta que estaba llorando.

Subí a mi motocicleta, no sabía a donde ir, pero de idiota iría donde siempre. A casa de mi Cara de culo. Mi platónico, ya que eso es lo que era, Daniela, la mujer que él ama, esta embarazada, y yo siendo una huérfana jamás competiría con un bebé, con el corazón roto, me alejaría de él para siempre, si él me lo pidiese.

You Are My RedemptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora