"Yo no buscaba a nadie, y te vi"
-Fito Páez
Freen suspiró sintiendo los labios de Rebecca rozar los suyos mientras las manos de esa mujer se aferraban a su cintura pegándola a ella. La respiración de ambas era irregular y parecía que el aire se había extinguido causándoles así una asfixia temporal que solo podía ser saciada con sus labios.
Era uno de esos momentos en la vida que sabes que estas a punto de cometer una de las más grandes locuras de tu vida. Un momento en el que sabes que todo a tu alrededor puede cambiar pero que estás dispuesto a correr ese riesgo. Ese momento de valentía donde puedes ser finalmente libre dejándote llevar por los sentimientos sin pensar en un "mañana".
Y era así como se sentía Rebecca en ese momento. Tenía en sus brazos a Freen Sarocha, la mujer más hermosa del mundo. Y lo era. A los ojos de Rebecca era la personificación de la belleza. Su carácter, sus groserías, sus gritos, sus insultos no importaban cuando esa noche había sido una mujer tan llena de alegría, feliz, libre. La teoría de que había mucho más dentro de Freen de lo que aparentaba se comprobaba con cada sonrisa que daba. Antes de ese día no había visto sonreír a Freen ni una sola vez. Su sonrisa era hermosa, sus ojos eran hermosos, su cuerpo era hermoso, maldita sea, ELLA ERA HERMOSA. No había otra explicación para como su sangre se aceleraba para poder llegar a ese corazón tan falto de oxígeno y sangre por su fuerte latido.
—Te han dicho—empezó a hablar Freen—. Que tienes los ojos más grandes, expresivos y hermosos de todos—rozó los labios de Rebecca un poco más y sintió como ella abría los ojos. Ella hizo lo mismo y ambas se vieron pegando sus frentes.
—Jamás van a competir con tus ojos— Rebecca suspiró—. Alguien me dijo una vez que el primer beso se daba con los ojos antes que con los labios.
—Eso fue muy cursi—dijo Freen con una mueca de asco que hizo reír a Rebecca.
—Yo no lo creía pero creo que es verdad desde que te conocí solo podía pensar en esto— Freen sonrió sintiendo el leve roce de su nariz con la de Rebecca.
—¿En comer sushi conmigo? —dijo Freen en tono sarcástico y Rebecca sonrió.
—En tenerte de esta forma. Pegada a mí—suspiró—. Y besarte muchas veces.
—Entonces si has pensado tanto en esto—susurró—. Debemos hacer que sea memorable, trapitos.
Rebecca iba a responder cuando sintió los labios de Freen juntarse con los de ella finalmente dándole un dulce beso. Los brazos de Freen la abrazaron por la cintura a su vez pegándola a ella mientras Rebecca olvidaba todo a su alrededor. Los labios de Freen fueron suaves y dulces contra los de ella.
Los movimientos fueron llenos de anhelo y pasión encerrada en la ternura. Un movimiento de labios pausado y tan perfecto que Rebecca sintió ganas de llorar. Freen le acarició la espalda lentamente mientras sus labios seguían conectados y suspiró al sentir la ternura con la que Rebecca la besaba. Su trapitos.
Freen se separó sus labios unos centímetros cuando el aire se hizo necesario. Aun con los ojos cerrados respiró hondo sintiendo como todo su cuerpo se estremecía de una manera que jamás creyó posible. Sus ojos se abrieron levemente cuando sintió de nuevo los labios de Rebecca sobre los de ella y se dejó llevar.
Los labios de Rebecca eran suaves, maravillosos y deliciosos. Freen gimió suavemente tratando de profundizar el beso. Su lengua se deslizó por el labio inferior de Rebecca y sintió como las manos que estaban en su cintura temblaban.
ESTÁS LEYENDO
two soulmates in search of the red thread
RomanceHay un mito japonés que se ha popularizado en Internet, ya que muchas personas se encuentran en él un hermoso mensaje que pueden aplicar en su vida. Se trata de la "Leyenda del hilo rojo". "Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están llegand...