two soulmates in search of the red thread

capítulo 43 "la gran verdades P:3"

KO SAMET

BANGKOK, TAILANDIA

CATORCE DE FEBRERO (11:01 a.m)

Llevaba de pie prácticamente veinte minutos frente a la puerta sin atreverse a entrar, mientras su chofer la veía desde el coche esperando alguna señal de ella que le indicara si debía irse. No se sentía con fuerza para entrar al lugar. Prácticamente estaba temblando, pero necesitaba hacerlo. Era el momento.

Sus manos temblaron cuando finalmente empujó la puerta con diversos dibujos pintados en la pared, donde se leía el nombre del orfanato  Little Children Orphanage, y un suspiró trémulo salió de sus labios sintiendo un remolino de sentimientos. ¿Qué estaba haciendo allí?

Sus zapatos Prada sonaban contra el suelo de mármol perfectamente limpio a cada paso que la mujer daba, mientras se acercaba a un enorme mostrador. Ese lugar había cambiado con los años, para bien.

-Buenos días señora-dijo una mujer recibiéndola con una enorme sonrisa la cual ella respondió a medias-¿En qué puedo ayudarla?

-Me gustaría hablar con la directora-su voz sonó un poco titubeante por los nervios, mientras colocaba su enorme bolso Louis Vuitton sobre el mostrador y sus ojos verde esmeralda veían fijamente a la mujer que no tendría más de unos veinte años.

A su mente vino una niña y cerró los ojos sintiendo el familiar dolor. "Ella" tendría veintidós, pero no era momento de vagar en los recuerdos. Había llegado con una misión a ese lugar, y ahora que finalmente había sido capaz de atravesar esas puertas sería mejor ir al grano y dejar los rodeos.

-En este momento ella se encuentra con una pareja de futuros padres, pero está a punto de terminar-sonrió la chica-. ¿Necesitaba hablar con ella?

-Quiero hacer una donación al orfanato a nombre de mis empresas y me gustaría discutirlo con ella-respiró hondo sacando una tarjeta de presentación de su bolso y entregándosela. La chica abrió los ojos sorprendida al leer el nombre y luego su mirada se clavó en la mujer que estaba del otro lado del mostrador. Una de las mujeres más ricas del país.

-Por favor tome asiento-dijo la chica levantándose-. Le informaré a la directora ahora mismo que usted se encuentra aquí.

-Muchas gracias-dijo la mujer educadamente mientras tomaba su bolso y se dirigía a las sillas color azul que estaban en la sala de espera.

Era un lugar enorme y acogedor y muy diferente al orfanato tan pobre y pequeño que había visto tiempo atrás. Parecía tener muy buenas donaciones. Su mano fue dentro de su bolso de nuevo y tomó el cheque en blanco viendo su firma esperando que anotar la cantidad de dinero que necesitaban en ese lugar según la demanda de la directora.

Los recuerdos la invadieron llenando su mente de esas sombras de dolor que no la dejaban en paz.A sus treinta y nueve años tenía una familia. Tenía todo lo que una mujer pudiera desear. Era exitosa, su nombre era muy reconocido en el país y su familia era una de las más adineradas de todo Tailandia. Cuando la gente la veía, todos veían a una mujer llena de fama y dinero.

Y ella había sido feliz hasta cierto punto, pero los recuerdos simplemente jamás la dejaban en paz. Había tantos secretos dentro de su mente que era difícil de manejar y estaban matándola poco a poco. Matándola como un infarto se había llevado a su padre siete meses atrás. Ese padre que ella no había visto por años y que ya no era parte de ese mundo, ahora podía decir que era, sin duda, un mundo mejor.

Su mente viajó a tantos años atrás cuando apenas era una niña de diecisiete años, sola y asustada. Esa había sido la primera vez que había visto esas puertas que acababa de atravesar. En una noche del primero de julio, veintidós años atrás. Era la noche cuando había tenido a una pequeña niña en sus brazos envuelta en una sábana rosa recién salida del hospital. Y había estado llorando por horas y horas.