todo tiene un inicio

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Leyenda del Hilo Rojo del Destino y las almas gemelas

Una noche, de regreso a casa, un niño vio a un anciano de pie, bajo la luz de la luna. El hombre le dijo al niño que estaba apegado a su esposa mediante un hilo rojo, y le señaló a la mujer a la que estaba destinado.

El niño, que no tenía ningún interés en conocer a su "futura" esposa, le tiró una piedra a la niña y después huyó.

Años más tarde, el niño se convirtió en un joven y sus padres se encargaron de organizar la boda, buscándole además la esposa ideal, como era costumbre en la época. Cuando cayó la noche, su esposa le esperaba en la habitación, con el rostro cubierto con un velo. Al quitarle el velo, el joven, que la veía por vez primera, se asombró de su belleza pero le llamó la atención un adorno que la chica llevaba encima de la ceja. Le preguntó qué era.

La joven le contó que cuando era niña, una noche un niño le había tirado una piedra, dejándole aquella cicatriz. Llevaba el adorno para cubrir la marca.

El joven no sabía que aquella noche, en su infancia, el anciano no era otro que Yue Xia Lao, un hombre que, según la leyenda popular, vive en la luna y que cada noche sale a buscar entre las almas, aquellas que están predestinadas. Entonces las ata con un hilo rojo, para que no se pierdan.

~*~

Muchos piensan que el destino es simplemente un mito. Que no existe, y que es un invento de las personas que buscan una definición o una prueba de que existen las almas gemelas en su desesperación de aferrarse a algo que creer.

El destino puede ser algo que no podemos tocar, que no podemos sentir en nuestras manos, pero sin duda es algo que podemos experimentar. El destino está marcado para cada uno de nosotros porque podemos llegar a ser incrédulos con el concepto de destino y no pensar que es probable. Podemos ignorar su llamado y hacer oídos sordos a sus consejos.

Podemos no creer en el destino, pero el destino siempre va a creer en nosotros.

Siempre.

-Su Escritora

26 DE JUNIO DE 1994

KO LAN, TAILANDIA

CASA VACACIONAL DE LA FAMILIA NEI.

El ruido de la leve lluvia golpeaba en la ventana mientras la respiración entrecortada se mezclaba con los gritos de dolor proveniente de una mujer que yacía en una cama vieja que crujía con cada uno de sus movimientos. El sudor cubría todo su cuerpo haciendo que el camisón blanco se pegara a ella como una segunda piel. Estaba aterrada, y el dolor era insoportable. Sus ojos verdes transmitían preocupación al saber que tendría a su bebé y que nadie podría ayudarla.

Megan Duncan, de solo diecisiete años se llevó las manos al abultado vientre tratando de contener un grito ante la ola de dolor que estaba sufriendo. Tendría que haber ido con Jess Armstrong.  para ayudarle a limpiar la casa principal.

Jess, era la mujer inmigrante que trabajaba para la familia de Marissa Nei, la cual le había dado un hogar y la había cuidado durante en esa terrible pesadilla que había vivido durante meses después de huir de su casa ante las amenazas de su padre para que se deshiciera de su bebé. Ahora estaba sola en una cabaña en ko lan alejada de la casa principal donde estaba la única persona que podría ayudarla a salvar a su bebé; ya que khin, el esposo de Jess, se había ido al pueblo y no regresaría hasta dentro de tres días. No había doctor, ni hospital, ni enfermeras ni nadie quien pudiera asistirla.

two soulmates in search of the red threadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora