capítulo 63 conflicto entre familia P:2

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"En la vida no hay nada oculto. La verdad siempre sale a la luz por más dolorosa y despiadada que sea".

-Su Escritora

BANGKOK - TAILANDIA

LITTLE CHILDREN ORPHANAGE

Megan Duncan se quedó observando a Jean fijamente pensando en la gran noticia que acababa de ser revelada para ella. Sus ojos verdes, tan parecidos a los de Freen, llenos de lágrimas de emoción al saber la auténtica verdad. Su hija estaba bien, se llamaba Freen y vivía con esa mujer que en ese momento la veía como si fuera su más grande rival, y lo era, porque no iba a aceptar y no por respuesta.

—¿Usted adoptó a mi niña? —preguntó Megan con lágrimas en los ojos viendo a Jean fijamente—, ¿Cómo está ella? ¿Es feliz?

—No debería interesarle nada de lo que le pase—dijo Jean con furia—, ella es mi niña, es mi hija—la voz de Jean fue fuerte mientras Megan respiraba hondo y Marcela simplemente observaba la escena sin saber qué hacer.

—Por favor—dijo Megan acercándose a Jean—, sé que es tarde para buscarla, pero quiero encontrarla, y quizás...

—Ella jamás va a querer saber nada de usted—aseguró Jean—, no quiero que llegue a arruinarle la vida, ella es feliz; tiene un trabajo que la llena y ya es una mujer de veintidós años. ¿Por qué no la buscó antes? Usted no sabe nada de lo que ella tuvo que pasar hasta que la adoptamos con mi familia a los seis años.

—¿Hasta los seis años? —dijo Megan con dolor—, ¿Estuvo tanto tiempo en el orfanato? —dijo Megan girándose para ver a Marcela que simplemente confirmó lo que Jean le estaba diciendo. Y su corazón dolió.

—Creo que lo mejor sería que me fuera—dijo Jean pero Megan negó acercándose.

—Mire...sé que posiblemente las cosas no empezaron bien entre nosotras. Pero por favor no me haga esto. No puede irse después de lo que acaba de pasar. Saber que ella está viva, está bien y sobre todo que tiene una familia me hace muy feliz. Solo quiero saber más cosas de ella—dijo llorando—, usted no sabe todo lo que he sufrido por ella.

—No creo que sufriera mucho, porque espero veintidós años para buscarla—dijo Jean mordaz y Megan la vio fijamente.

—Por favor no intente juzgarme sin conocer mi historia, no sabe todo lo que tuve que pasar.

—Seguro que muchas cosas con los millones que tiene su familia—volvió a decir Jean fría—, debió ser muy duro para usted sostener a una niñita.

—Jean...—dijo Marcela interviniendo al ver que Megan empezaba a llorar—, por favor no creo que sea la forma.

—No existe otra forma—dijo Jean rápidamente tomando su bolso y dirigiéndose a la puerta rápidamente.

Megan al verla salir la siguió y antes de que abriera la tomó del brazo.

—Por favor—empezó Megan—, solo le pido que escuche mi historia y si al final sigue sin quererme decir algo de mi hija entonces buscaré otros medios de saberlo. Pero le suplico que me hable de ella. Sé que usted es su madre y que la ha visto crecer. Yo era una chica de diecisiete años cuando mi padre me obligó a abortarla—Jean la observó—, yo me escondí desafiándola para tener a mi bebé, tuve a mi niña, pero pasaron muchas cosas y tuve que darla en adopción. Solo le pido que me escuche por favor.

—No creo que tengamos nada de qué hablar—dijo Jean con dolor—, no puede solo venir y pretender quitarme a mi hija.

—No quiero quitarle a su hija—dijo Megan rápidamente—, no puedo hacerlo porque ella es una mujer. Solo quiero saber quién es. Si por razón del destino sucedió esto, si se dio este encuentro, es por algo.

two soulmates in search of the red threadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora