two soulmates in search of the red thread

capítulo 33" disculpa es mejor así, lo siento "

Nadie es perfecto y ciertamente no soy una excepción a esa regla. Siento la forma en que te lastimé.
- anónimo

Freen sintió la mano de Rebecca entre la suya mientras caminaban por el enorme lugar rodeado de árboles donde había muchas personas disfrutando de su domingo en familia, en pareja o con amigos. Los lugares que había visitado con Rebecca eran como pequeños escapes de la realidad que se vivía día con día. El templo era un ejemplo. Freen había tardado casi diez minutos en atravesar la enorme entrada del templo que estaba rodeada de árboles haciendo que se perdiera un poco el bullicio de la ciudad y se respirara un aire diferente.

Había puentes, linternas japonesas y "Toriis" enormes, que eran parecidos a unos arcos de madera. Era un lugar muy bonito donde se podía aprender un poco más de la cultura de Japón. Freen pensaba que si no hubiera sido por Rebecca, habría pasado todo su tiempo libre en el estudio como siempre hacia. Ahora que lo pensaba, siempre que visitaba algún lugar nunca se tomaba el tiempo de apreciar lo que le rodeaba. Nunca había un momento de simplemente caminar y disfrutar de los lugares importantes o de la vista, o tomar fotos, o dibujar.

Eran tantos países a los que Freen había viajado que podría conseguir un trabajo en una agencia de viajes sin problema. Francia, Alemana, Inglaterra, China, Holanda, Suiza, España, Bélgica, el continente Africano, Cuba, entre otros. Cada uno de esos lugares dándole inspiraciones diferentes para su arte.

La ropa era su forma de expresión. Era la forma que tenía de plasmar su forma de ver el arte y que este fuera usado por otras personas. Era buena en lo que hacía. Su trabajo era cotizado y maravilloso y esa era la realidad. Pero dentro de esa realidad Freen podía aceptar que jamás se tomaba tiempo para ella misma. No disfrutaba los lugares, no hacía recorridos, prácticamente no disfrutaba nada que pasara fuera de su estudio o de las oficinas que rentaba para trabajar en cada lugar donde iba.

No recordaba la última vez que había hecho algo solo por placer y lo había disfrutado. Freen sintió el pulgar de Rebecca acariciar su mano y salió de sus pensamientos para verla de reojo mientras veía a su alrededor como la cantidad de gente se había reducido considerablemente. Quizás, si recordaba cuando había hecho algo solo por placer, había sido la noche en que había tenido su primera cita con Rebecca Armstrong.

-Un bath por tus pensamientos-dijo Rebecca viendo el perfil de Freen y guardado la tortuga de jade en uno de los bolsillos de su chaqueta disimuladamente.

-Mis pensamientos valen mucho más que un bath Freen con altanería pero con una pequeña sonrisa.

-Pagaría lo que sea por saber que pasa por tu mente-sonrió Rebecca dulcemente-. No hay nada que me ponga más feliz que compartas una parte de ti conmigo y que te tomaras el tiempo de venir para pasar tiempo juntas cuando sé que tienes mucho trabajo.

Freen no respondió mientras veía a su alrededor y recordaba lo que Bai le había dicho y lo que era la única razón por la que había ido a buscar a Rebecca, aunque sospechaba que no había sido cierto. ¿Bai mintiendo? Freen ya lo había visto todo.

-¿Has hablado con Nita? -preguntó Freen de repente y Rebecca se detuvo un momento.

-¿Con Nita? -dijo Rebecca con una mueca viendo a Freen a los ojos-. No he hablado con ella desde lo que pasó en el bar- Freen desvió la mirada y Rebecca subió su mano para acariciarle la mejilla. Freen cerró sus ojos un momento ante la caricia. Las manos de Rebecca eran suaves y le proporcionaban caricias que jamás había sentido antes.

La forma en que la abrazaba, la forma en que la acariciaba. Esa forma única que tenia de acariciarle su espalda mientras estaban desnudas en la cama. Freen vio como Rebecca se acercaba a ella sus ojos azules estaban llenos de infinita ternura y Freen se sintió como una mierda, al saber que había pensado en dejarla plantada.