"Y en unos simples ojos marrones encontré la perfección,"
-Anónimo
— Rebecca—susurró Freen contra sus labios.
—Adoro cuando dices mi nombre—dijo Rebecca y Freen gimió suavemente juntando sus labios de nuevo mientras las manos de Rebecca acariciaban su espalda lentamente.
—¿Te gusta? —dijo con voz ronca mientras dirigía sus labios al oído de Rebecca en el cual mordió levemente su lóbulo y la escuchó gemir levemente—. ¿Te gusta que diga tu nombre? —le susurró al oído y sintió las caricias en su cabello—. Entonces escucha atentamente como vuelvo a repetirlo solo para ti—le besó cerca del oído antes de murmurar con la voz profunda, dulce y sensual—. Trapitos.
Rebecca se quedó callada un momento y Freen se movió hasta verla a los ojos y cuando le dio un guiño juguetón ambas empezaron a reír fuertemente. Rebecca abrazó a Freen contra ella tiernamente mientras ambas seguían riendo fuertemente y le besó el cabello con dulzura. Al sentir como ella apoyaba su cuerpo contra el de ella tratando de no hacerle daño.
Freen apoyó el rostro en el hombro de Rebecca y cerró los ojos sintiendo las suaves caricias en su cabello. Y los suaves besos en su mejilla y su cabeza. Era un cuerpo tan cálido y tan suave.
—No quiero hacerte daño—dijo tiernamente.
—No me haces daño—le dijo Rebecca al oído—. Quédate así todo el tiempo que quieras—la abrazó dulcemente—. Me encanta sentirte tan cerca de mí. Siento que puedo protegerte de cualquier cosa. Que entre mis brazos nadie va a lastimarte nunca más.
Freen sintió un nudo en la garganta escuchando las palabras de Rebecca que se escuchaban tan sinceras y se giró para enterrar su rostro en el cuello de Rebecca y sentir su olor. Sus labios besaron su cuello tiernamente y sintió como ella se movía un poco para besarla de nuevo lentamente. Aquello era perfecto y maravilloso. Y el corazón de Freen se abrió un poco más a esa mujer tan hermosa que la sostenía como si fuera lo más preciado y hermoso del mundo.
—Nadie me había abrazado jamás de esta forma—dijo Freen dejando los labios de Rebecca y recostándose de nuevo en su pecho y Rebecca sintió su corazón arder ante la ola de ternura que Freen le inspiraba. Rebecca sabía que Freen era una mujer que le costaba hablar de su vida personal y que tenía mucho miedo de mostrar lo que en realidad era.
Rebecca jamás iba a creer esa coraza dura que ella fingía tener. Freen era una mujer maravillosa, era divertida y tierna. Pero nadie veía eso, solo veían su prepotencia y su falta de paciencia en algunas situaciones. Pero había mucho más. Mucho más que Rebecca quería descubrir.
—Eso es imposible—dijo Rebecca dulcemente—. Si tenerte abrazada de esta forma es un placer— Freen sonrió levemente acariciando el brazo de Rebecca con sus dedos—.Tener a "su alteza real" es mis brazos es tener lo más hermoso que el mundo puede ofrecer.
—Es un privilegio—dijo Freen riendo y Rebecca sonrió acariciándole la mejilla. Freen era especial, y a Rebecca le encantaba. Esta loca por esa mujer.
—¿Crees que debemos volver a trabajar? — Freen negó con la cabeza y Rebecca puso una mano sobre la cintura de Freen dándole suaves caricias—. Yo tampoco quiero volver a la pasarela. No quiero decepcionarte.
—Lo estabas haciendo bien—suspiró Freen—. Tee es un hijo de...— Rebecca le besó la frente dulcemente y Freen se interrumpió y respiró hondo—. Él solo quería darme una lección por lo que había hecho con Nita unas horas antes. Tú estabas perfecta mientras con cada paso que dabas me cortabas la respiración.
—Eso es de lo más bonito que me has dicho— Freen empezó a reír.
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two soulmates in search of the red thread
RomansHay un mito japonés que se ha popularizado en Internet, ya que muchas personas se encuentran en él un hermoso mensaje que pueden aplicar en su vida. Se trata de la "Leyenda del hilo rojo". "Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están llegand...