Antes de que lean, debo aclarar que obviamente en nuestro mundo fantasioso, este señor es soltero, ok? Aquí no destruimos familias.
Si creen que este tipo de contenido es poco tradicional y no les gusta también me lo pueden hacer llegar.
Dicho esto, puede comenzar a leer.-Volviste.- y no lo dije porque venía a mi encuentro, sino por la gran carrera que todos habíamos presenciado. Caminaba con la sonrisa más grande que jamás haya visto. Sus pasos eran agigantados y me elevó en el aire haciéndonos girar.
-¿Me viste?.- su pregunta me causó ternura, es el amor de mi vida y verlo de esta forma me llena de orgullo.
-¡Por Dios, Checo!, estaba en el filo de mi butaca. Fue una carrera asombrosa.
Pude verlo dar entrevistas muy ilusionando y súper contento, verlo remontar posiciones me hizo gritar y cuando los entrevistadores se lo recordaron, el corazón me latía a mil. No hay manera de que este día sea mejor, ¿O si?.
-¡Te luciste!, ya quiero festejar.- caminaba frente a él, dándole la espalda al camino.
-Deja de caminar así, me pones nervioso.- me sostuvo de la cintura.
-Si vamos a festejar, pero antes iremos al hotel, quiero que uses algo que te compré.
Me hizo sentir confundida pero me dio mucha curiosidad; si había empacado para este momento. Íbamos en el auto camino al hotel, las calles estaba abarrotadas. La multitud seguía cada coché.
-Está no es nuestra habitación Checo.- introdujo la llave a la cerradura.
Con su mano busco el interruptor y encendió la luz, una habitación particularmente peculiar se iluminó. En el centro había una cama grande, cubierta con sábanas satinadas negras. Pero lo que más llamó mi atención, fue el columpio que colgaba del techo.
Nos adentramos al lugar y yo veía a Checo más sonriente de lo que se veía en el circuito. Sacó de uno de los estantes una caja y me la entregó.
-Es un antifaz.- le dije sacando la prenda de la caja.
-Es lo único que usarás.
La sangre subió a mis mejillas y sentí un calor infernal. Los fetiches de mi novio, son siempre mi prioridad, nunca se equivoca cuando de placer se trata. Me ordenó entrar al baño a desvestirme y salir únicamente con el antifaz.
Cuando salí su cuerpo me encontré por detrás, abrazo mi cuerpo y besó mi hombro. Tiré de mi cabeza por costumbre.
-Hoy vas a gritar tanto mi nombre, que olvidarás el tuyo.-
No soy sumisa, pero cuando se trata de placer Checo me pone de rodillas. Entre su experiencia y mi juventud hacemos la situación perfecta.
Aun con él detrás mío, sus manos recorren mi entrepierna, haciendo un camino subiendo por mi abdomen hasta atrapar mis senos. Los apretó haciendo gemir.
Sin Piedad recorre todo mi cuerpo, la humedad de su lengua, deja marca sobre mi piel, haciéndome tambalear.De alguna manera se las arregla para atar mi cabello.
-Sino estás cómoda, o te lastimo házmelo saber.- ata mis muñecas al columpio, dejándome suspendida en el aire. -Voy a tomarte una foto, quiero que veas lo increíble que luces.-
De su bolsillo trasero saca mi juguete favorito, una fusta. Siento el cuero en el borde de mis vértebras, me recorre lento, robándome el aliento. El sonido del azote en mi trasero me hace removerme.
-Checo.- un segundo azote se hace presente.
Su boca se prende entre mis piernas, regalándome besos en cada parte interna de mis muslo, no resisto no tocarlo. Un par de dedos se cuelan en mi entrada, un frenesí de movimientos comienzan a estimular mis fluidos.
-Tu sabor es delicioso.- mi mirada encuentra la escena de sus dedos rozar sus labios.
No dejo de gemir su nombre como él lo había predicho, su boca está trabajando mi entrada. Cada roce de su lengua me provoca tanto placer que olvidó que cuelgo de un techo. Mis piernas están aferradas a su hombros, ayudando que mis muñecas no soporten todo mi peso. Me remuevo en su cara, dejando mi rastro en su rostro.
El calor en la habitación inunda nuestro cuerpos y escucho el cierre de su pantalón bajarse. El abandono de su boca me hace abrir los ojos tratando de buscar nuevamente su tacto.
-Aquí estoy, muñeca.- me arrebata el antifaz. Y puedo verlo más de cerca. Noto sus pequeñas pecas y lo beso. Mi sabor sigue en ellos, lo que vuelve el beso más apasionado. Nuestras lenguas chocan entre sí. Me separo para tomar aire y poderle hablar.
-Ya cógeme, te necesito.
Su erección se entierra en mi y bombea con fuerza, haciéndome gritar nuevamente su nombre un millón de veces.
-Michel, Mich...- y aunque ame llamarlo por su segundo nombre, no puedo terminar de decirlo pues sus estocadas aumentan, provocando sensaciones de placer. Me aferro a su espalda clavando mis uñas.
-Termina de decir mi nombre.- siento como se entierra más en mí, y siento una ligera presión en mis pezones. Sabe cuánto me gusta el exquisito dolor que siento cuando entra por completo.
-Sergio Michel.- digo en un gemido ahogado
Abraza mi cuerpo y mis piernas se aferran a su cintura. Me alza de manera que me desata y mis brazos descansan detrás de su cuello.
No deja de bombearme y me tumba en el borde de la cama. Ambos estamos a punto de colapsar, su cuerpo está rígido y su respiración entrecortada. Un par de estocadas más y su carga caliente resbala por mis pliegues.La sábana cubre nuestros cuerpos cansados, mientras mi rostro descansa en su pecho. Las yemas de sus dedos recorren mi espalda dándome la sensación de tranquilidad que me brinda estar con él.
-¿Otro round?.- soltó después de descansar unos minutos.
-Solo si usamos la tina.
——————————————————————————————————————————
Pero que espectáculo el hoy! Una gran carrera y un infortunio para otros.Ya moría de ganas de escribir sobre el creador del sin respeto. Y que mejor que algo sado.
Un beso!
ESTÁS LEYENDO
One shots F1.
FanfictionImaginar es un recurso infinito, cerrar los ojos y transportarte lejos de la realidad no es mas que un mecanismo de deseo. No quiero ni pensar en la cantidad de personas que al igual que yo al ver a uno de los pilotos, no se muerda el interior de su...