Cuando la familia Stroll me adoptó a los diez años. Todo cambio para mí. Mi vida dio un giro, de estar en un internado pase a tener la habitación más grande que haya visto. Siempre estaré agradecida con ellos. Me salvaron.
Conforme me di cuenta de lo afortunada que era, pensaba en cómo darles a los demás niños en espera una esperanza. Organizaba colectas y actividades para recaudar fondos.
Y entonces, la idea surgió mientras veía una película. Una subasta, pero no una subasta de joyas o de tiempos compartidos. Yo voy a subastar pilotos. Con la influencia de mi padre, logre que 20 pilotos y 10 escuderías aceptaran mi petición. Claro estaba que estaban un poco confundidos, pero la situación daría una buena imagen para cada uno.
Una noche en el casino más grande de Montecarlo, cada piloto portaba un traje sastre hecho a la medida. En cada mesa mujeres de élite y peces gordos con sus chequeras listas para poder sumar a la causa. Esto sin duda alguna era la situación perfecta para aprovechar.
Estaba lista para comenzar la subasta, todo estaba en su lugar. Listo. Era una gala importante, de las que nadie quiere quedar fuera. Los vestidos largos, joyas extravagantes y smokings muy negros. Uno de esos lugares donde hasta sientes que todo es un montaje.
Mi cabello estaba atado en un moño elegante, y mi cuerpo estaba cubierto por un vestido de seda verde Olivo que tenía una abertura en las piernas que me permitía caminar luciendo sexi.
-Buenas noches damas y caballeros, agradezco a cada uno de ustedes la asistencia y el recibimiento, demos un aplauso, a las estrellas de la noche. A los 20 chicos que hicieron esto posible.- la sonrisa no cabía en mi rostro y verlos desfilar me hizo sentir que esto apenas empezaba.
Mi coanfitriona era Carmen, estaba en el otro estrado. Ella lucia más elegante que de costumbre. Su vestido ligeramente dorado la hacía resaltar de entre todos. Su piel brillaba en tonos cálidos, se veía increíble.
-Comencemos con la subasta.- dijo ella golpeando el martillito de madera .- El primer piloto, de apenas 24 años. Conductor de McLaren. - Lando caminó al centro del escenario. - Comienza la oferta en 400 dólares. ¿Quién da más?
Una a una las oferta fueron llegando, era como si cada dólar elevara el ego de estos chicos. Cada piloto que había pasado sumaba más de 1000 dólares cada uno. Era una locura.
-El siguiente turno es para uno de los chicos Ferrari. El monegasco del número 16...- no había terminado de anunciarlo cuando las ofertas llegaron.
-1500 dólares.- la mano de la representante de Chanel se levantó. Estaba al teléfono.
-2500 dólares, y mi cliente ofrece más, si es necesario entrar en guerra.- Charles es todo ternura la escena donde se pelean por él le parece irreal.
-¡Vendido! A la chica de vestido azul!.- anuncié emocionada.
La gala siguió y la subasta terminó. Entregué el cheque a la asociación que apoyaríamos esta vez y por fin sentía que saldaba mi deuda. Todos se veían felices.
Logré adentrarme a la oficina que había montado para mí. Abrí las puertas de vidrio de par en par, dos espaldas bien derechas estaban adheridas al respaldo de la silla. Verlos ahí me hizo morder el interior de mi mejilla. Me adentré al lugar y me abrí paso entre los dos para sentarme en la orilla del escritorio, cruzando ambas piernas.
-Lizzie, nos pidieron entrar aquí, porque aquí veríamos a nuestra compradora. No tomará mucho tiempo.- ese fue Charles, el dulce y tierno Charlie. El que cree que debe darte explicaciones de todo.
ESTÁS LEYENDO
One shots F1.
FanfictionImaginar es un recurso infinito, cerrar los ojos y transportarte lejos de la realidad no es mas que un mecanismo de deseo. No quiero ni pensar en la cantidad de personas que al igual que yo al ver a uno de los pilotos, no se muerda el interior de su...