—Escuché que está con él porque quiere que se haga cargo de su hija.
Terry no llevaba más de cinco minutos en aquel merendero y ya lo detestaba, en parte por la charla de las enfermeras que estaban en la mesa frente a él, pero también porque estando a un costado del hospital podría cruzarse con Candy, su novio o Bill, y sobre todo porque comenzaba a arrepentirse de haber salido de esa forma.
Sin embargo; no podía hacer nada, aún no eran ni las cinco y Candy solía despertar a las seis. No quería molestarla, esperaría hasta la hora adecuada y regresaría con el pretexto de no haber podido dormir y haber preferido salir a escribir.
—Es que no podría ser de otra manera; ¿Crees que alguien soltero la habría aceptado con una niña?, ¿qué hombre decente y sin hijos querría ocuparse de la hija de otro hombre? —dijo otra.
—Yo creo que el verdadero padre la rechazó. No sé, a lo mejor se metió con él antes de casarse y cuando resultó embarazada, la dejó —respondió la primera.
—En realidad, aunque es la jefa de enfermeras, me da lastima y me alegra que al fin haya encontrado a un hombre como el doctor Young; él se hará cargo de ella y de su hija, y lo mejor es que si la ama. ¿Han visto cómo la mira? —agregó una tercera.
—Estas loca, Emily —rió la primera—. Lo que sucede es que es una maestra de la seducción. No por nada, los rumores que hubo de ella con el director y también; se acuerdan que durante un tiempo, un hombre alto y guapísimo venía a dejar a su hija al cuidado infantil. Estoy segura de que los sedujo a todos.
—Y no olvides al hombre rubio y alto que vino en Junio y no salía de su oficina.
—¿Ves?
—Pues yo no creo que sea así —en realidad su jefa le agradaba—. Yo creó que su vida ha sido muy triste. Lo que pasa es que ustedes no la han tratado lo suficiente. Solo hay que prestar atención; es una mujer demasiado triste, se nota en su mirada.
—No me convences. Es más. Mirala, seguramente va de regreso a su casa después de haber visitado a su amante —dos de las enfermeras rieron con picardía, incitando la curiosidad del castaño, quien estaba tentado a mirar.
—¡Dios mío! —de repente, entre las risas, una de ellas gritó mientras que en el merendó todos comenzaban a levantarse.
—¿Alguien vió la matrícula? —al escuchar eso, finalmente volteó, solo para ver que algunos médicos y enfermeras habían comenzado a rodear a alguien.
¿Podría ser ella?
Asustado, se puso de pie intentando ubicarla, aquellas mujeres habían comentado que ella estaba en la zona, por ende, conociéndola, debía estar tratando de salvar al accidentado, pero no lograba verla.
—No... —balbuceó cayendo en cuenta de lo que eso significaba y sin importarle nada más, salió corriendo, llegando casi al mismo tiempo en que la acomodaban en una camilla—. ¡Candy! —alguien lo detuvo—. ¡Mi hija!
—¿Es usted familiar? —esa persona le hizo la pregunta.
—¿Alguien sabe si traía a mi hija?, ¡¿Tessie?! —comenzaba a desesperarse.
—No venía con ella —la enfermera de la cafetería, se acercó al escucharlo.
—Puedo pedirle un favor; no tengo la llave de su apartamento y si no estaba con mi hija...
—No soy de urgencias, pero trataré de conseguirla. ¿Puede avisarle a sus familiares?
—Lo haré —al escucharlo, la enfermera corrió intentando cumplir lo que acababa de prometer, mientras Terry iba tras ella, quien no tardó demasiado aunque él sintió que había pasado una eternidad.
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Por un Poco, Por Siempre
FanficTercer entrega de la trilogía "Por un Poco, Por Ahora, Por Siempre" ••• Aunque las cicatrices no se desvanezcan, después del dolor, lo único que prevalecerá será la lección que nos deja, aquella que gracias al amor, es más fácil de comprender. !!Adv...