Constantinne tenía su mirada sobre la mía, sus ojos tan negros, llenos de lujuria por lo que estaba hablando, como sus manos se aferraban a su saco y su cuerpo temblaba débilmente por contenerse tanto. El mío estaba casi al mismo grado.
─Y lo hicimos, lento, me hundía en ti de forma lenta, entrando poco a poco hasta que estuviste listo y comencé a moverme de atrás hacia delante con parsimonia. Te tomé en un ritmo letárgico. Pero cuando comencé a moverme rápido, cuando comencé a chocar contra ti, cuando te oí gemir de forma ronca y pedir más con tu voz varonil. Me perdí y quise darte lo que querías, quería complacerte, quería tomarte profundamente.
Descubrí que eras un afrodisíaco, porque había tenido el mejor orgasmo de mi vida en ese entonces.
Y luego, cuando no volviste, yo quería que lo hicieras, incluso cancelando citas para estar libre para ti. La siguiente vez que volviste, estaba tan sorprendido porque te di varias órdenes y yo sé controlar mi lado dominante, pero contigo no podía, era como que no podía siquiera darme cuenta que la estaba siendo hasta que pasaba; pero joder, tú respondiste a mis órdenes tan naturalmente que me perdí en el éxtasis, porque lo quería, amo cuando obedecen y tú lo hacías de una forma tan bonita, sumisa y rápida que me hizo disfrutar más de nuestro encuentro; aquella vez que te masturbaste justo enfrente de mí y no aguanté para joderte.
Cuando pasó eso de que nos encontramos, yo tenía tanta curiosidad por ver tu rostro, porque algo me decía que debía verlo antes de que desaparecieras de mi vida. Porque tu cuerpo solo podía mejorar si veía tus labios gimiendo, pero también quería saber tu nombre, porque quería que vieras mis labios gimiéndolo. Para cuando vi tu rostro, fue suficiente para que tu anatomía completa se quedará grabada en mi mente, pues me tomé el tiempo de mirarte durante un largo tiempo, porque quería tener cada rincón de rostro dibujándose en mi memoria.
Comenzamos a vernos diario a la misma hora, era disfrutar diferentes posiciones, ritmos, lugares, te tomé de maneras tan diferentes. Me permitiste realizar muchas cosas y, yo estaba tan agradecido de que estuvieras tan dispuesto a explorar tu sexualidad y a recibir lo que yo quería darte, porque mi forma de tener sexo siempre ha sido poco usual, demasiado poco usual, porque siempre guardaba acciones o formas para mí mismo, porque no quería que fuera insatisfactorio para nadie, pero para ti era como lo perfecto, éramos como saber justo lo que quería el otro y lo queríamos ambos, al mismo tiempo, de la misma manera.
Entonces, yo me decía que estaba haciendo todo lo que hacía y esto, porque creía hacerlo por empatía a ti, por lo que sufrías y eso.
Sus cejas se juntaron de nuevo y trató de zafarse de mi agarre, pero lo contuve.
─Pero no era así, claro que no era así. Sentirte conmigo de la forma en la que estábamos después del sexo, se sentía tan correcto, sentir el calor de alguien más justo como tú tomabas posición sobre mí, junto a mí o en algún lugar cerca de mí, el cómo un pequeño roce de tu cuerpo con el mío me confortaba tanto. La sensación de tu cuerpo cubriendo el mío y el calor que me dabas se sentía tan bien, había estado con tantas personas, pero increíblemente siempre era frío y rápido, porque yo no permitía llegar a acurrucarse, pero contigo lo necesitaba, me enteré de que lo necesitaba cuando te dejé y fue correcto en todos los sentidos, el tenerte así. Quería ese afecto que me entregabas cuando no era carnal.
Constantinne, estar contigo, pasar todo lo que pasé contigo se sentía bien, era involuntario todo lo que realizaba, porque al estar contigo era como si la analización de mis acciones no estuviera habilitada y solo lo hacía por mero instinto. Era natural, era correcto, era bueno y a la vez no, era malo, pues tú y yo no podemos estar juntos de esa manera, me asustaba y me sigue asustando saber que podía estar sintiendo algo por ti.
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Gigoló
Romance"Prometí curarte, pero jamás pensé que terminaría enfermo de ti." Ethan vive un vida que parece monótona y confortable, sin saber que se había resignado a sentir más cosas. Hasta que conoce a Constantinne, quien tiene problemas que desea resolver co...