─Ah, Ethan ─enterró sus uñas en la tela a la vez que jalaba.
─No puedo hacerlo, Scar ─murmuré jadeante, el espacio era mínimo.
─Solo mételo, Park ─ordenó.
─No puedo, es difícil para mí ─confesé, mis ojos llenos de desesperación.
─Mételo, ahora, ah...
─Scar, no estás ayudando.
─ ¡Mételo!
─ ¡No puedo!, ¡puede llegar Constantinne!
─Joder, que marica mandilón. Marica.
─No me ofende ─suspiré ─. ¿Y ahora qué hacemos?, me siento mal estando en esta situación.
Sus manos dejaron la tela de mi ropa, alejándose para cruzar los brazos y llenar su rostro de enojo, esas cejas suyas juntas con reproche. Rodó los ojos en mi dirección, característico de aquel ese gesto.
─Si metieras tu culo, te quedaría el traje ─regañó el castaño.
─ ¡No puedo meter el culo!
─ ¿Cómo mierda se encogió tanto el traje? ─preguntó mirándome de arriba abajo, junté mis cejas al sentirme mirado de más y posé mis manos frente a mi intimidad ocultada por el bóxer ─. Soy hetero, pendejo.
─Aun así ─exclamé.
─ ¿Encogiste el traje o engordaste?
Me giré rápidamente ofendido por tal acusación, además de que estaba atentando contra mi imagen y eso no podía permitírselo.
─ No engordé ─dije, mirándole con reproche ─. Eso es imposible.
Scar rió audiblemente, su risa tan delicada como el sonido de una tetera estallando por el agua hirviendo dentro de ella me hizo sentirme más ofendido por estarse burlando de mí en mi presencia.
No podía ser que hubiera engordado, no había comido tanto últimamente. Bueno, desde que me mudé y Constantinne comenzó a pasar más tiempo en mi casa (que ahora era de los dos), desde lo ocurrido... y es fanático de probar recetas...
No podía ser.
─Sí, lo lavé. Lo ensucié y solo lo metí a la lavadora.
─ ¿Y de qué lo ensuciaste?
La clara imagen del semen apareció en mi cabeza, Constantinne y yo jugando a ser grandes magnates, donde él era heterosexual pero increíblemente sumiso ante mí. Tan jodidamente caliente. Verlo en traje me hacía perder los estribos, pero no cualquier traje de señor, trajes como aquel que usó en la boda de su hermana hace un par de años.
─No jodas, Ethan ─ahogó un quejido a la vez que tomaba su sien.
Yo sonreí ladino sacándome el pantalón del traje con mucha dificultad, recibiendo risas de Scar y luego su ayuda; pues se atoró en mis muslos. Cuando lo sacamos agradecí para buscar la ropa que tenía puesta, hasta que la puerta se abrió y una Anny enojada con su hija en brazos me miró. Scar se hizo hacía atrás señalándome rápidamente. Y yo era el marica.
─ ¡¿Qué mierda haces que no estás vestido aún?!
─Encogió el traje ─me acusó Scar y yo lo fulminé con la mirada.
─ ¡¿Cómo?! ¡¿No me dijiste que ya te lo habías probado?!
Me encogí de hombros mientras me adentraba en el pantalón negro que traía antes de la lucha con Scar en subir el pantalón del traje.
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Gigoló
Romansa"Prometí curarte, pero jamás pensé que terminaría enfermo de ti." Ethan vive un vida que parece monótona y confortable, sin saber que se había resignado a sentir más cosas. Hasta que conoce a Constantinne, quien tiene problemas que desea resolver co...