- Ufff, que incómodo ha sido... - comentó Erik con una sonrisa.
Su hermana acogió el comentario con una sonora carcajada. Ambos se sentaron en la cama.
- Oye, Eva...
- Dime.
- Me gustaría saber... verás, cuando Christian ha bajado, después de hablar contigo, me ha mandado a tu cuarto inmediatamente. Así que no he podido oír nada de lo que ha dicho, y ya se que no es de mi incumbencia, pero...
- Claro que es de tu incumbencia - cortó Eva -. Eres mi hermano. Lo siento, siento no haberte contado nada. Es solo que... - Erik notó que a su hermana se le humedecían los ojos.
- No hace falta que sigas. Y tampoco tienes por qué contarme nada. No sé por qué habré hecho esa pregunta - se dijo a sí mismo.
Pero Eva tenía una idea. Con suavidad, giró la cabeza de su hermano hacia ella. De pronto, Erik comprendió lo que pretendía. La miró a los ojos. De inmediato, sintió cómo Eva entablaba contacto telepático con él.
Cerró los ojos, y de repente un montón de imágenes fueron apareciendo en su cabeza. Sólo entonces entendió que Eva no quería hablar, pero que no tenía inconveniente en contarle todo a través de su mente.
Así que se concentró en aquellas imágenes que su hermana estaba compartiendo con él. Y comprendió cómo se había sentido su hermana en todo aquel tiempo. Rechazada, marginada, apartada. Y cómo aquellas niñas lo habían aprovechado. Una rabia inconmensurable se apoderó de él. Pero se apresuró a dejarla de lado para abrazar a Eva.
Ésta se esforzaba por no llorar. Ya había llorado bastante. Pero no pudo evitarlo, y las lagrimas surgieron de sus ojos. Se refugió en brazos de Erik.
- Tranquila, no tienes por qué seguir. Es todo culpa mía, nunca debería haber sacado el tema, es culpa mía...
- No lo es. Necesitaba desahogarme. No tienes la culpa.
- Por cierto...
- ¿Qué pasa ahora, querido hermano? - sonrió Eva - ¿Cuántas explicaciones más te debo?
- Ninguna. Pero me debes alguna demostración. Y me tienes que enseñar ciertas cosas.
- Que impaciente eres. Ya te he dicho que no tengo ni idea de cuáles son tus poderes. En cuanto a la demostración, no se me ocurre nada. Así que te aguantas.
- Muy graciosa... Espero que nuestros padres nos expliquen un par de cosas. Estoy harto de tantas mentiras.
- También yo - dijo ella -. Nos esconden muchas cosas.
- Y tanto. Sigo flipando con tus «habilidades».
- Aunque no lo creas, yo también. Lo de la mente es nuevo.
- ¿Cómo lo has aprendido? - quiso saber Erik.
- Mi padre puede hacerlo - dijo Eva solamente.
La chica opinaba que, sí otra persona podía hacer algo, ¿por qué no iba a poder hacerlo ella? Y más si esa persona era su padre.
- Tú y tu «inteligencia superior» - se burló el chico con una sonrisa.
- Tú también podrías hacerlo, aunque no tengas mi «inteligencia superior». Estoy segura de que Jack también sabe hacer cosas raras.
- Pues yo no lo creo.
- ¿Ah, no? ¿Y entonces por qué tú sí tienes poderes? Todos hemos visto cómo has quemado el cuadro. Y nuestros padres no han reaccionado cómo lo harían tres personas que jamás han visto nada sobrenatural. Y además está el pequeño detalle de que mi padre puede leer la mente, y que yo también puedo.
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Memorias de Idhún: Erik y Eva
FanfictionESTA HISTORIA CONTIENE MUCHOS SPOILERS SOBRE LA TRILOGÍA, ASÍ QUE NO TE RECOMIENDO LEERLA SI NO HAS TERMINADO DE LEER LOS LIBROS. La tríada y sus hijos han abandonado Idhún para instalarse en la tierra. No han dicho nada a sus hijos sobre quiénes so...