CAPÍTULO 14: ¿Nos creéis?

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- Bueno, pues ya lo sabéis todo - terminó Victoria con una sonrisa.

Hubo un breve silencio. Erik y Eva estaban perplejos. No todos los días uno descubre que sus padres son héroes de otro planeta y, por si fuera poco, criaturas sobrenaturales.

- A ver si lo he entendido bien - dijo Erik -: Jack es híbrido de humano y dragón, mamá de humana y unicornio, Christian de humano y shek, y tú y yo somos mitad humanos, un cuarto de unicornio y un cuarto de dragón o shek. Y todos juntos formamos la familia más rara que se ha visto jamás en este... en todos los mundos.

- Lo has clavado, hermano - respondió Eva -. Lo has clavado. Pero ahora la pregunta es: ¿has entendido todo lo demás?

- Ja, ja, muy graciosa. Claro que sí.

- Bueno... - interrumpió Jack - ¿nos creéis?

Los dos hermanos dudaron un momento. Aquella historia no era precisamente fácil de digerir.

- Yo sí que os creo - dijo Erik -. Os creo, porque no se me ocurre otra explicación posible. En vuestra historia todas las piezas encajan, así que o decís la verdad, o se os da endiabladamente bien inventar historias.

- Yo también os creo - afirmó su hermana -, pero sería mucho más creíble si tuvierais pruebas.

- Tú siempre desconfiando - le echó en cara el chico -. ¿Cómo es posible que siempre necesites pruebas?

- No hay problema - dijo Christian -. Si queréis pruebas, las tendréis.

- Ya sabéis lo que toca... - comentó Jack sonriendo.

Eva ya sabía a qué se refería, y Erik lo comprendió cuando Christian miró a los ojos a su hermana durante unos segundos, y luego se giró hacia él. El chico clavó su mirada en los ojos de hielo de Christian, preguntándose si alguna vez llegaría a acostumbrarse a aquello.

Pronto, los dos hermanos pudieron ver toda la historia de sus padres a través de la mirada del shek. Vieron cómo Victoria se había enamorado de los dos chicos en tiempos de la Resistencia, y cómo habían partido hacia Idhún todos juntos. Contemplaron cómo Jack y Christian se habían peleado en los Picos de Fuego, y cómo Jack había caído a la sima de lava, sumiendo a Victoria en una terrible oscuridad. Y todo lo que había pasado después.

Observaron cómo los Seis habían descendido al mundo, y cómo todo había terminado con una terrible guerra de dioses. Por último, presenciaron el nacimiento de Erik, y la huida a la Tierra a causa del nacimiento de Eva.

Cuando Erik y Eva hubieron recibido sus «pruebas», miraron a sus padres. Después de aquello, nada volvería a ser igual.

Jack y Victoria estaban al borde del llanto. Había sido muy duro para ellos contarles toda su vida, porque implicaba volver a recordarlo todo. Y había cosas que ambos habrían preferido olvidar. Christian también estaba emocionado, aunque sólo lo delataba una chispa en el fondo de sus ojos azules.

Erik y Eva estaban alucinados. De la noche a la mañana, habían pasado de ser una familia normal a ser extraterrestres venidos de un mundo mágico (por poco tiempo, dado que ya no quedaban unicornios).

De pronto, todos se dieron cuenta de que no habían comido. Se sentaron a la mesa, y Victoria sirvió la sopa que había preparado. Mientras comían, los dos hermanos reflexionaban sobre lo que les habían contado. Y ocurrió lo inevitable.

Erik pronunció las palabras que Victoria tanto había temido.

- Tenemos que volver a Idhún.

- No - se opuso Victoria rápidamente -. No vamos a volver. No, no y no. Por encima de mi cadáver.

Memorias de Idhún: Erik y EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora