Capítulo V: La Tundra Blanca Pura. Parte I: El Maestro de la Jerarca

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Opening: Good Morning World! (Dr. Stone Opening 1)

Itachi tuvo otro sueño extraño acerca de su época. Allí, se encontraba acompañando a 16 personajes que parecían Entrenadores súper fuertes y uno de ellos, uno que parecía ser de una región industrializada, lo cuidaba como si fuera alguna suerte de hermano mayor. Pero no pudo seguir profundizando en eso, ya que Akari y Laventon lo despertaron, porque los requerían a los tres en la Base Galáctica.

Se dirigieron a la oficina del General Kamado, donde se encontraron a Irida totalmente alterada y a Adaman y Shimaboshi tratando de calmarla sin éxito alguno.

Ya suponiendo lo peor, el Investigador preguntó le preguntó a la de fucsia— ¿Está pasando lo que yo creo que está pasando?

—¡Así es, Itachi! —exclamó alarmada—. ¡Avalugg, el Rey de las Nieves, también ha enloquecido y lo está destruyendo todo!

—No, esto no es posible. ¿Y eso cuándo pasó? —demandó saber, así que el Jerarca del Clan Diamante le explicó.

—Verás, después de solucionar lo de Electrode en la Falda Tengan, Irida y yo fuimos a atender unos asuntos en la Tundra Blanca Pura. Todo estaba bien, todo estaba normal, hasta que vimos que, de la distorsión espacio-temporal, cayó un rayo justo en el Campo de Batalla del Iceberg, donde vive el Pokémon Rey Avalugg. Cuando fuimos a revisar, vimos lo peor que le pudo haber pasado a la región de Hisui: Avalugg había entrado en el mismo estado colérico que los demás.

—¡Mi maestro apareció y nos dijo que fuésemos aquí a pedir ayuda, mientras él se encargaba de detener a Avalugg! —añadió la Jerarca del Clan Perla—. ¡Pero ya han pasado varias horas y aún no sé nada sobre él!

Tratando de mantener la calma, Akari dijo— Por como lo dicen, ya me hago una idea de cuál será nuestra misión: Ir a la Tundra Blanca Pura y aplacar la furia del Pokémon Rey Avalugg antes que sea muy tarde, ¿cierto?

—Si es así, no se preocupen. Ya nos encargamos de 4 Pokémon Reyes, así que este no nos supondrá ningún problema.

—¡Sí! ¡Solo es cuestión de buscar sus comidas favoritas y...!

—¡No! —el General interrumpió al Profesor—. Esta misión no se compara con las anteriores. Es, con diferencia, la más difícil que el Equipo Galáctico ha enfrentado hasta ahora. Por este motivo, es necesario que Shimaboshi, la Capitana de la Legión de Exploración, los acompañe. Shimaboshi, ¿puedo confiar en que esta vez, no vas a fallarme?

—¿Cómo que esta vez? —preguntó Itachi entre susurros y la única respuesta de Akari fue— Ya te contaremos.

—Sí, General —respondió la Capitana—. Juro por mi vida que vamos a cumplir esta misión. Hay que ir a la Tundra Blanca Pura lo más rápido posible. ¡Moviéndose!

—¡Sipi! —exclamaron los tres y se fueron con ella.

Antes de irse con ellos, el de azul le dijo a la de fucsia— No te preocupes, Irida. Ya verás que todo se va a solucionar como siempre.

—Espero no te equivoques, Adaman —respondió sin sentirse tranquila.

Todos salieron de Villa Kotobuki y atravesaron un camino al sur de la Falda Tengan para llegar a la quinta y última zona de Hisui: un gigantesco páramo nevado donde, obviamente, se pueden encontrar toda clase de Pokémon de Tipo Hielo. Unos miembros de la Legión de Construcción llegaron también y montaron la Base de las Nieves en lo que parecía ser la pisada de un Pokémon Gigante.

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