TRATO II/II

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Segundos después de haberle sugerido que se quedara, ambos nos sonrojamos y al escucharme, quería que la tierra me tragase.¿Cómo se te ocurre sugerirle algo así, Álex? Parecía como si quisiera algo con ella. Insistirle de ese modo... Quizá debería pensar más detenidamente antes de dejar que mi boca hablase por sí sola y no soltar más mierdas.

—O sea, tú duermes en mi cama y yo en el sofá.

Ella se quedó quieta unos segundos y después me sonrió.

—Gracias por la oferta, pero creo que prefiero la fiesta antes que los ronquidos de mi primo.

—Bueno...

De nuevo reinó el silencio.

—¿Necesitas que te acompañe? Ya sabes, por si tu...¿Prometido? Seáis lo que seáis está esperándote.

Ella negó lentamente con la cabeza.

—Creo que estaré bien, pero gracias.

Entonces pasó algo inesperado. Ella se puso de puntillas y besó mi mejilla.

—Gracias...por todo. Mañana hablamos.—Dicho esto, salió por la puerta.

Yo rocé con las yemas de mis dedos mi mejilla. ¿Por qué hizo tal cosa? Creo que eso fue algo incómodo, al menos para mí, o quizá ella lo hizo para calmar el ambiente, aunque sentía que el corazón me saldría del pecho. Todo esto fue muy extraño, es decir, ¡Casi nos besamos! Casi nos besamos sin haber nadie delante que confirme nuestra "relación"... Dios, ilumíname o elimíname. Me pregunto en qué estará pensando ella después de lo sucedido. ¿Creerá que quiero algo con ella de verdad? No sé en qué pensar. Todo esto... Fui a cambiarme, me puse mis pantalones cómodos para dormir y me quité la camisa. Es costumbre que duerma sin camisa, suelo ser muy caluroso. Tenía intención de despejar mi mente y descansar, pero los ronquidos de Daniel era increíblemente insoportables. Finalmente, Sofí estando o no, tuve que dormir en el sofá, y aún así se escuchaban sus ronquidos.

No pude descansar por varios motivos: A. Volví tardísimo de la fiesta, B. Los ronquidos de Daniel que seguramente los escucha toda la residencia y C. Sofí. Esta última creo que era la más preocupante. Espero que mañana todo mejore y olvidemos este pequeño incidente, o casi incidente, al fin y al cabo, Daniel nos interrumpió, que esa era otra pregunta,¿Qué hubiera pasado si Daniel no nos hubiera interrumpido? ¿Nos habríamos acabado besando o sólo fue imaginación mía? No sabía muy bien qué... No sé si la intervención de Daniel fue para bien o para mal, es decir, estaba nervioso por lo que estaba sucediendo, o casi sucediendo, pero una parte de mí... Dios me avergüenza decir esto, pero una parte de mí quería volver a besarla. La primera vez se sintió tan jodidamente bien incluso siendo puro teatro. Qué esa es otra, si besa así de bien fingiendo...¿Cómo besará sintiendo algo de verdad? Dios, ni siquiera sé por qué me hago estas preguntas. Fue un puto beso falso y ya está. Todo es un puto teatro, eso es. Y según lo que me pidió ella desde un inicio, sólo quiere fingir un tiempo hasta que lo solucionara con sus padres para luego despedirse. No voy a dejar que estos pensamientos me carcoman, al fin y al cabo yo vine aquí para estudiar y terminar mi carrera, no para montar algún drama de televisión. Dios, estas cosas no pasan, ¿Por qué a mí?

Aparentemente, Daniel es tan ruidoso para dormir como para despertarse, ya que nada más salir del cuarto no tuvo consideración en ir con sigilo, no. Me desperté al instante y no precisamente de muy buen humor.

—¿Qué haces durmiendo en el sofá?

—Ayer desencadenaste un terremoto.

Él ladeó la cabeza algo confuso.

—Ash, tus ronquidos traspasan las paredes.

—Ah, ya... Bueno, lo siento, yo no lo controlo.

—Ya, porque de ser así, ya te habría asfixiado con la almohada.

Fake loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora