Fake love

PROPUESTA PELIGROSA

—¿Te divierte mucho todo esto,eh?

—Mucho—rio.

De nuevo el silencio nos invadió, pero no incomodaba. Cada vez que la miraba era imposible no poder fijarse en sus labios. Siempre que lo hacía me aterraba su reacción. Estábamos sentados tan cerca...Sofí se acercó un poco más,¿Qué pretende? Sus labios casi rozaban los míos y en el momento más tenso... entró Daniel, interrumpirndo como siempre. Sofí se apartó rápido, a consecuencia de ello se golpeó con la lámpara.

—¿Estás bien?—le pregunté preocupado.

—Sí...sólo...—al tocarse el rostro, se dio cuenta que se había corrido el maquillaje con la manga de la camisa sin querer y ahora llevaba parte del brazo manchado—¡Mierda! Me encantaba esta camisa...

—¿El maquillaje no salta?

—Puede, pero es difícil si no lo limpias rápido.

—Entonces lava la camisa aquí y ponte una camiseta mía mientras tanto.

Sofí se sonrojó y yo también al escucharme.

—Solo momentáneamente...

—Está bien... Gracias.

Le presté una camisa negra que tenía y se cambió en el baño. La camisa negra le estaba tan larga que le llegaba casi a las rodillas, sin embargo le sentaba tan jodidamente bien... Es como si cualquier cosa que se pusiera la hacía sexi. Ella me tendió la camisa y fui a lavarla rápidamente.

—Creo que esto tardará... Puedes irte a descansar y mañana te llevo la camisa a clase.

—Está bien, gracias—me sonrió.

Fuimos al cuarto para que Sofí recogiera sus cosas y de repente irrumpió Daniel en la sala. Dios esté tío es sólo un estorbo.

—¿Ya terminaron la charla con los suegros?—bostezó.

—¿Cómo lo sabías?

—Sofí no suele ser agradable, a menos que sea con una persona que le importe y/o interese—rascó su cabeza.

En ese momento yo la miré y enarqué una ceja.

¿Le importaba de verdad caerle bien a mi madre? Este cuento se está poniendo raro.

—Yo sólo pretendía caerle bien...—desvió la mirada.

—Claro, claro—dijo Daniel mientras se dejaba caer en la cama y nos miró—¿Qué miran? ¿Van a hacer cochinadas y quieren que me vaya?

—¡No!—dijimos al unísono.

Luego compartimos una mirada avergonzados y Sofí se levantó.

—Bueno, yo ya cumplí mi cometido. Me marcho.

De nuevo no impedí que se fuera. Era cierto, había cumplido con su parte, se había presentado y le había dado en el gusto a mi madre, cosa que no esperaba y mucho menos que me dijera que papá estaba encantado con Sofí. Me da pena también por ellos cuando les diga que "rompimos" y se desilusionen... ¿Qué mierdas digo? Por Dios.

—Oye—me llamó Daniel—¿De verdad iban a hacer cochinadas y lo dejaron por mí?

—¡Claro que no, imbécil!—le tiré un bolígrafo del escritorio, el cual le dio en todo el ojo.

—¿QUÉ HACES, IDIOTA?—Se cubrió el ojo.

El ambiente así entre los tíos es distinto, quizá una "pelea" así con una chica llegaría más lejos, sin embargo nosotros solo nos insultamos para desahogarnos y luego todo en paz. Y así fue, porque después yo pude estudiar al fin como prometí.