CONFESIÓN

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SOFÍ

Ya se había acabado todo... Al fin Álex era libre, ya no tenía que estar pendiente de fingir en público por mí. Aunque quedé como una estúpida cuando lloré delante de él. Aunque me sorprendió un poco su reacción, esperaba que estuviera más aliviado, pero parecía igual de tenso que yo. Es... Creo que sólo fue imaginación mía, la tristeza y rabia me pudo en ese momento. Y ahora que el asunto ya estaba arreglado, debía prepararme para la graduación. Aunque después de esta noche, con la despedida de Álex, dormir no estaba en mis planes.

A la mañana siguiente, me levanté temprano para poder ducharme y maquillarme un poco, ocultando mis ojeras y mis ojos aún un poco hinchados por el llanto. Hice lo que pude, y no me quedó tan mal como creía. Luego busqué en mi armario y me puse mi vestido azul marino, todos los estudiantes acordamos en vestirnos de ese color. Me quedaba hermoso a la vez que elegante.

—¡Venga, Sofí, que llegamos tarde!—gritó mi compañera.

—¿Tarde? Si falta más de una hora.

—¡TE DIJE QUE VAMOS!

A mi compañera era casi imposible hacerle la contra. Así que, muy a mi pesar, salimos ya del apartamento para ir al lugar que nos indicó el director. Como imaginaba, estábamos solas. Los demás estarían descansando o preparándose. Me aburrí y busqué mi móvil para entretenerme y al encenderlo y ver la foto que tenía de fondo mía con Álex me derrumbó... Debí haberla cambiado. Mi compañera de puso a hablarme de todos sus planes del futuro, de todas sus metas, de su familia... Me aburría pero a la vez me sirvió para matar el tiempo.

—¿Vas a la fiesta de luego?

—¿Qué?

—Sí. Van a hacer una fiesta de celebración por la noche,¿No te contaron?—negué con la cabeza—. Pues ya lo sabes,¿Te vienes conmigo?

Necesitaba una distracción. Después de ka graduación no tenía a dónde ir, así que...

—Claro.

Ella sonrió y aplaudió victoriosamente. Luego, los alumnos empezaron a llegar junto con el director y todos nos colocamos como dijeron. Poco después, la sala se empezó a llenar de padres, familiares, amigos... Intenté con la mirada buscar a ver si de casualidad habían venido mis padres, pero como era de esperar, ellos definitivamente no querían volver a saber de mí. No habían venido. No me importó mucho, igualmente no los necesitaba para graduarme ni para nada.

El director subió y empezó con la típica charla sobre esta etapa de nuestras vidas, de la madurez, del futuro etcétera.

—Y ahora, un alumno dará el discurso de graduación. Ismael Giménez.

Todos aplaudimos y él subió a hablar.

—Después de todos estos años vividos. No solo los de la universidad, sino los de nuestras vidas. Desde pequeños se nos ha mentalizado de que en nuestro futuro debían aparecer las palabras: "estudios", "universidad" y "trabajo", si queríamos una buena vida, y no se equivocan del todo. Sin embargo, el día de hoy, creo que mis compañeros y yo compartimos la misma idea... La felicidad es buena vida. Estos años  que hemos tenido, a pesar de nuestra edad, dejando los estudios de lado también hemos tenido fiestas alocadas, haciendo tonterías, enamorándonos...

Enamorándonos... Al decir eso último, no pude evitar mirar a Álex, el cual estaba sentado un par de filas más adelante a mi derecha.

Fake loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora