SOFÍ
Me agradó pasar esta tarde con Álex, era la persona con la que últimamente podía desahogarme y ha sido el primero en saber mi verdadero sueño...No suelo contarlo porque ahora me parece estúpido y no sé cómo la gente reaccionaría si le contase lo que en realidad quería hacer. Pero con Álex era distinto. Me sentía más en confianza, como si pudiera contarle cualquier cosa. Sentí que a él sí podría contárselo, además así nos haríamos más cercanos. Y es que mi obsesión por los empezó cuando de pequeña (tendría unos seis años más o menos) en un concurso del colegio sobre la mejor tarjeta navideña, gané el primer puesto y como premio, me regalaron un libro. Era un libro de cuentos de fantasía. Era bastante pesado, con muchas páginas llenas de ilustraciones y la cubierta era preciosa, con un azul marino de fondo y pequeñas criaturas fantásticas al rededor de unas grandes letras doradas que decían: El país de las fantasías.
Al principio no me agradó mucho, ya saben, a esa edad, uno solo piensa en juguetes y esas cosas. Pero no, me dieron un libro. No lo rechacé obviamente, pero no me molesté en leerlo, así que lo dejé en la mesita de mi habitación como adorno, ya que el libro era bonito y seguía siendo mi premio como ganadora del primer puesto. Pero al cabo de un par de días, mi madre vino hacia mí y me preguntó de dónde había sacado el libro, yo le respondí que había sido mi premio por ganar un concurso del colegio y esa fue la primera y única vez que mi madre me miró orgullosa de mí. Me dijo que precisamente ese libro, era su favorito cuando era pequeña, estaba lleno de historias fantásticas y como niña curiosa que era, no pude resistirme. Fui a mi habitación y tomé el libro. Me senté en mi cama y empecé a leer el primer capítulo. Y a partir de ese capítulo, creo que todos ya sabemos lo que pasó. No pude dejar de leerlo, fue capítulo tras capítulo, creo que esa noche me quedé sin dormir solo para terminarlo. Y me entristecí mucho cuando lo terminé porque quería seguir leyendo, quería más libros que leer. Mi madre, que por aquel entonces aún mostraba algo de afecto por mí, hizo un trato conmigo, si aprobaba todas las asignaturas me compraría el libro que yo quisiera. De ahí saqué mi esfuerzo por los estudios, aunque ya no exista ese trato...
Recuerdo la primera vez que mi madre me llevó a una librería a comprarme un libro, fue el mejor viaje de mi vida, aunque tampoco había tenido muchos con los que comparar. La librería era enorme, repleta de estanterías con numerosos libros y por supuesto el olor a libro nuevo ingundaba el lugar, cosa que me fascinó aún más, sí, llámenme rara, pero amo el olor a libro nuevo. Deseaba que esa librería fuera mi habitación. Una señora bastante joven, de cabello rubio y unos ojos azules que engatusaban, me atendió dulcemente.
—¿Qué tenemos aquí?—me miró con ternura—¿Es una joven lectora lo que ven mis ojos?
Yo asentí tímidamente.
—Es maravilloso, porque las personas lectoras estamos llenas de amor por el arte, la creatividad y la imaginación... La imaginación es lo mejor que puede tener una persona,¿Sabes por qué?
—negué con la cabeza—. Porque eres dueña de tu propio sueño, puedes crear todo lo que sueñes. Es por eso que me hice escritora.Me quedé boquiabierta. Era la primera vez que hablaba con una escritora.
—Así es. Tengo tanta imaginación que la plasmé en los libros—rio—¿Qué te gusta leer?
—Todo.
—¿Todo?—se le abrieron los ojos como platos—. Qué niña tan maravillosa. Entonces deja que te haga un tour por esta humilde librería y escoge el que quieras, invito yo—me sonrió.
Fue a partir de ahí cuando comenzó mi sueño de ser también dueña de una librería. Tener mi pequeño local donde poder estar rodeada de libros y quizá poder también hacer que a otros les guste leer... Y también fue que pensé: "Yo también tengo mucha imaginación,¿Por qué no escribir un libro?". Aunque para escribirlo necesitaba un ordenador y dinero y eran dos cosas que no tenía ni iba a tener. Además, imagínense a una niña de seis años escribiendo un libro. Me da risa pensarlo. Lo malo que ese sueño si quedó totalmente destruido con la ruina de mi padre, ahí supe qué jamás tendría mi pequeña librería ni escribiría un libro en mi puta vida. Pero sí, gracias a ese libro que gané de pequeña, hoy soy una devoradora de libros. Lo malo es que como lectora pareces estar siempre insatisfecha o a veces frustrada por muchas razones por ejemplo: acabar un libro y no tener otro para leer, que las teorías que tenías sobre cierto libro, que el autor sea tan amable que mata a tu personaje favorito o que la pareja que querías que fuera terminan rompiendo o saliendo con otros.
Esa es otra razón por la que quiero ser química, para poder trabajar en algo que me dé el suficiente dinero para pagarme una casa decente, no pido gran cosa, comida y que me sobre para libros. Sí... Sueños frustrados supongo. Me sentí algo más "liberada" cuando se lo conté a Álex, y que él dijera que no abandonara mis sueños me... emocionó, me emocionó que por fin alguien creyera en mí. Me dio risa que dijera que sería mi primer cliente, ojalá realmente eso sucediera... Nadie me había prestado tanta atención ni apoyado en algo en mucho tiempo. Por eso me quería mantener cerca de él, por eso...por eso le seguiré mintiendo, seguiré "retrasando" la charla con mis padres que ya se dio pero él no lo sabe ni lo sabrá. ¿Llegará el momento en que esto se acabe? Lamentablemente sí, ¿Quiero que suceda? Al principio sí pero ahora... Ahora no quiero, pero sería egoísta e injusto por mi parte tenerlo así, como si estuviera atado a mí. Él tiene que ser "liberado" de este contrato y hacer su vida como él quería desde un principio. Él tenía intención de venir a estudiar, conseguir su doctorado y ser el mejor cirujano del mundo, y no dudo en que lo será, pero yo tuve que intervenir y arrastralo conmigo... Soy una jodida inútil. Me siento tan mal y egoísta... ¿Cómo hubiera sido si de verdad al llegar a la residencia le hubiera contado a Álex que ya hablé con mis padres? ¿Estaría ya libre de mí? ¿Me apartaría como si nunca hubiera existido? Quizá esa era la razón por la que no quería decírselo, porque sabía que él se alejaría de mí y que probablemente, aunque no lo muestre, esté enfadado conmigo por haberlo metido en este lío.
Si como novio falso actúa tan bien... ¿Cómo sería si fuera mi novio de verdad? Sentía mucha curiosidad por eso. Puede que se lo dijera a coña, pero realmente me gusta besarle en la mejilla, es dulce y me hace sentir como si de verdad fuera su novia y quizá no tan solo en la mejilla... Las veces que me besó no se podía comparar con nadie, podía ser dulce a la vez que apasionado y me hacía sentir por dentro... quería más, pero eso creo que no será posible, al menos no en esta vida...
Álex, si después de todo lo que te he hecho pasar, te cuento la verdad y por fin eres libre de poder alejarte de mí y de mis problemas...¿Seguirías estando a mi lado o me olvidarás? ¿Me seguirías queriendo... si alguna vez me quisiste?
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Fake love
Romance-¡Sofí!-llegó el chico y me miró extrañado-¿Este quién es? -¿Eh?-ella se aferró a mi brazo. Realmente estaba nerviosa o asustada, o ambas-¿Él?-me señaló. -No, mi prima,¡Claro que hablo de él! Pues...-ella se adelantó un poco y entrelazó su mano con...