El viaje era bastante tranquilo, todos estaban demasiado emocionados, irían a Seúl, la ciudad estrella de Corea, verían las empresas e incluso las mejores universidades.
En el tren la mayoría se encontraba hablando entre compañeros, nada fuera de lo normal, hasta que paso un ligero problema con la velocidad del tren.
Era demasiada velocidad, los pasajeros se comenzaron a preocupar, algunos pedían al piloto que detenga el tren, cosa que no pasó.
El tren comenzó a tomar más velocidad, los pasajeros de sujetaron de los asientos y rogaban para que nada malo pasará.
Pero la vida no es fácil, nunca lo es.
Las vías del tren hacían un chirrido horrible, las mujeres y niños lloraban por el miedo, hasta que lo más temeroso llegó, debían doblar a la derecha, todos sabían que pasaría.
El tren se descarriló, estrellándose con un edificio, el impacto fue tanto que la estructura no resistió y todo se derrumbó.
La parte delantera del tren estaba sepultado por los restos del edificio, mientras que los vagones restantes colisionaron entre si.
El accidente fue muy grave, hubo decenas de fallecidos y demasiados heridos, fue un accidente tan grande que conmocionó a la nación entera.
Un tren donde habían madres, niños y estudiantes.
Entre los estudiantes se encontraban Hwang Hyunjin y Yang Jeongin.
Dos chicos con demasiadas ilusiones y sueños por cumplir, pero debido a este accidente deberán poner en pausa sus metas por cumplir, a menos que encuentren las fuerzas y el apoyo de la persona correcta.
Tal vez esa persona está más cerca de lo que piensan.
Después de días en el hospital se despertaba con mucho dolor, tanto que no podía mover las piernas, era un dolor insoportable, miró a su alrededor y solo vio a su mamá durmiendo en el sofá de la habitación.
―Mamá, ¿Qué pasó?
Su mamá se despertó enseguida cuando escuchó la voz de su hijo, fueron tres días que estuvo durmiendo, le fue de gran alivio saber que su hijo estaba mejor.
―Innie, mi hijo, ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ―Jeongin bajo la mirada, sus piernas estaban enyesadas.
―Mis piernas... por qué... ―las palabras no salían de su boca, quería gritar, patalear, quería desahogarse, porque sabía que significaba los yesos.
―Hijo necesitas calmarte, el doctor vendrá y te explicará todo ―corrió a buscar al doctor, antes de que Jeongin tenga un ataque de nervios.
―No me puede estar pasando esto ―se frotó con fuerzas sus ojos, esperando despertar de esa pesadilla, pero por más que lo intentó, no pudo lograrlo, realmente estaba viviendo esto.
El doctor entró, vio que Jeongin al fin se despertó, se acercó a él.
―¿Me puede decir si siente algún dolor?
Jeongin señaló sus piernas, para luego decir entre murmullos.
―Las piernas, me duelen mucho ―el doctor puso un líquido en la sonda y el dolor fue disminuyendo.
―¿Mucho mejor?
Jeongin asintió, para luego preguntar.
―¿Qué me pasó?
El doctor miró a su mamá, como pidiéndole permiso, ella asintió y salió de la habitación.
―El tren en el que ibas sufrió un accidente ―al decir sobre el tren varios recuerdos vinieron a Jeongin, recuerda que se sostenía con fuerza del asiento, también recuerda que muchas personas lloraban por el miedo ―el tren chocó con un edificio, el cual se derrumbó, sepultando al tren, lastimosamente cientos de personas murieron y otras salieron heridas.
―¿Cómo fue que sobreviví?
―Los bomberos te sacaron de un vagón que colisionó con otro, tuviste suerte de no estar en los primeros vagones ―Jeongin se mordió el labio, si tendría tanta suerte no habría subido a ese tren, se habría quedado con su mamá a cuidar la floristería, en vez de seguir a sus amigos.
―¿Los de mi vagón, sobrevivieron?
El doctor lo miró y luego negó con la cabeza.
―Los bomberos solo lograron sacarte a tí, y era porque eras el único con signos vitales ―Jeongin trago saliva, eso quería decir que sus amigos y compañeros murieron.
Se quedó en trance por varios minutos, no podía pensar.
El doctor se fue de su habitación, dejandolo solo, suspiró profundamente.
"¿Qué pasará ahora?"
Encendió la televisión, en dónde mostraban imágenes de lo sucedido, incluso como velaban a las personas que murieron, en el lugar del accidente había demasiadas flores y velas.
Jeongin miró con tristeza la televisión, sí, tenía la fortuna de estar vivo, pero aún así no se sentía afortunado, porque no podría caminar por mucho tiempo y lo que más lo desanima, es que no podrá cumplir uno de sus más grandes sueños.
Porque su corazón ya le anticipaba de lo que sería su vida.
Una lágrima descendió por su mejilla, entrenó por tantos años para seguir su sueño, todo su esfuerzo se fue a la basura.
Su mamá entró con una bandeja de comida, pero al ver que Jeongin estaba llorando decidió dejar la comida para darle un abrazo a su hijo.
―Mi niño... Ya no llores mi pequeño ―Jeongin ya no era consciente porque lloraba, si era por el dolor físico o el emocional.
Su mamá le abrazo, hasta que se durmió en sus brazos, no sabía que le depararía el futuro, pero estaba seguro de que los próximos meses serían los más duros y deprimentes de su vida.
En otra habitación estaba un chico llamado Hyunjin, otra víctima del accidente, pero a él le fue mejor que a otros.
Era un afortunado, pero para él no lo era, en el accidente se lastimó el brazo derecho y tuvieron que hacerle una cirugía para ayudarle en su recuperación.
Cosa que durará meses, y su exhibición de arte era en tres meses, no tendría el tiempo suficiente para sanar su brazo y acabar sus pinturas a tiempo.
Si solo la fractura no fuera en su brazo derecho, todo sería diferente.
Dos chicos que sobrevivieron a un accidente, pero que fueron perjudicados por ello, un pintor que fue lastimado en su brazo y un futbolista que tiene las dos piernas fracturadas.
Ninguno podría cumplir sus metas de ese año, a menos que encuentren a otra persona que esté dispuesto a ayudarlos.
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Fulfilling dreams [Hyunin]
FanfictionExisten personas que se esmeran demasiado para lograr sus sueños, pero el destino no quiere ponerlo fácil. Hwang Hyunjin con solo dieciséis años tenía un talento innato para la pintura, cada una de sus obras era elogiada, pero un enorme obstáculo se...