XIII

6 3 0
                                    

Se alejaron, Hyunjin limpio las lágrimas de Jeongin, la calidez de su rostro se sentía en sus dedos, la cercanía de ambos era asfixiante e hipnotizador, Hyunjin parpadeó varias veces y se terminó de alejar.

―Iré por un refresco, ahora vuelvo ―salió de su habitación, cerrando la puerta detrás de él, se apoyo en ella y soltó un suspiro, para luego tocar su pecho ―¿Por qué estás actuando tan extraño?

Hyunjin movió su cabeza para dejar de pensar, quitó su mano de su pecho y fue a la cocina.

Jeongin terminó por calmarse, llevó sus manos a sus mejillas, recordando el toque de Hyunjin, también el momento que lo abrazo, fue de improviso, pero lo hizo sentir tan bien, junto a esas palabras que quería, no, que necesitaba escuchar.

Levantó su vista, viendo toda la habitación de Hyunjin, pero lo que llamó su atención fue un cuadro a medio pintar, era un girasol, pero solo el fondo estaba terminado.

Jeongin fue donde el lienzo, lo tomo en sus manos y comenzó a tocar la textura de la pintura, no era lisa, tenía un textura interesante.

Buscó con la mirada los colores que necesitaba, pero solo encontró el blanco y café, no veía el amarillo.

Suspiro, sin los colores no podría completar la pintura, dejó el lienzo en el suelo y espero a que Hyunjin vuelva.

La puerta se abrió, mostrando a Hyunjin con dos botellas de agua.

―No me dejaron traer otra cosa ―le sonrió para luego extenderle una botella.

―Gracias ―estiró su mano para recibir la botella, pero no espero que sus dedos rozaran con los de Hyunjin, haciendo que un cosquilleo recorra sus dedos.

Ignoró la sensación y agarró la botella.

―¿Qué estabas mirando? ―preguntó, viendo un lienzo en el suelo.

―Era una pintura que me llamó la atención ―Jeongin tomó devuelta el lienzo ―una flor ―dijo antes de darle el lienzo a Hyunjin.

―¡Oh! Era está... No pude terminarla, recuerdo que ese día aprovecharía en comprar demasiadas pinturas en Seúl, pero... Paso esto ―señaló con la barbilla su brazo.

―Quise terminar de pintarla, pero no tienes los colores ―dijo Jeongin, señalando con su índice las pinturas en la mesita.

―Lo sé, la pintura no puede ser terminada porque no hay los colores, no puede ser un girasol porque no hay amarillo.

―Solo podríamos pintar una margarita, pero también necesita amarillo.

Hyunjin escuchó la sugerencia y una idea paso por su mente.

―¿Qué tal si hacemos una mezcla de ambos? Una margarita y un girasol, después de todo sus pétalos son casi iguales.

Jeongin lo miró con el ceño fruncido.

―No hay manera de que podamos mezclarlo ―Jeongin le quitó el lienzo, tratando de imaginar el blanco en los pétalos del girasol, tal vez funcionaria, pero sería algo nuevo de ver.

"Un ramo de girasoles y margaritas"

Jeongin recordó a ese cliente, también sus sueños, cosa que fue muy extraño,  pero, si lo intentaba y saliera bonito, si la flor era bonita, le gustaría a los demás?

―Lo intentaré, pero ―desvió la vista del lienzo ―quiero que hagamos esto juntos.

Hyunjin asintió, al fin podría terminar la pintura.

Jeongin miró el lienzo nuevamente, pero una idea llegó a su mente.

"¿Qué tal si Chris quiere crear una nueva flor para su amor?"

Su imaginación se estaba saliendo de control, pero era el impulso perfecto para que Jeongin quiera pintar el ¿girasol? ¿margarita?

Hyunjin se encontraba sentado al lado de Jeongin, indicando cada paso para pintar a su manera.

―Los pétalos casi están listos, ahora ya no parece un girasol ―Hyunjin tocó el centro de la flor, habían decidido reducirlo, porque no se veía del todo bien ―solo falta el centro.

Jeongin buscó la pintura café, perl Hyunjin lo detuvo.

―Hay que esperar un momento, hasta que seque la pintura ―Jeongin asintió, por esa razón las pinturas que trataba de hacer le salían mal.

―Por esa razón no me salía las pinturas ―dijo Jeongin, viendo la pintura fresca en el lienzo.

―Ven, hay que lavar los pinceles ―Jeongin le siguió, porque también debía lavar sus manos.

Hyunjin fue a su baño personal, mojando los pinceles, justo ahí llegó Jeongin.

―¿Innie puedes lavarlo por mí? ―Jeongin asintió, peor luego frunció el ceño, escuchó mal o Hyunjin le dijo ¿Innie?

―¿Me dijiste Innie? ―Hyunjin se mordió su labio, sabía que ese apodo le decía su mamá, pero Hyunjin tenía muchas ganas de decirle de esa manera.

―Amm... Si...

Jeongin suspiro, sus amigos también solían decirle así, pero después del accidente solo su mamá le decía Innie.

―Bueno, solo no lo digas cuando estemos en clases ―Jeongin se lavo sus manos y comenzó a limpiar los pinceles.

Hyunjin soltó el aire que estaba reteniendo, hasta ahora Jeongin era el único amigo desinteresado que tenia y no quería incomodar a Jeongin.

Ambos salieron del baño, yendo hasta el lienzo, en dónde la pintura estaba por secarse.

―Es hora de hacer el centro ―dijo Hyunjin, tocando ligeramente la pintura, dió un asentimiento y fue por la pintura café.

Jeongin secó los pinceles con la toalla que Hyunjin le dió, pero en ese momento entraron dos empleadas con una bandeja, había demasiadas frutas picadas.

―Déjenla ahí y cierren la puerta al salir ―indico Hyunjin, viendo cómo las chicas salían de su habitación.

―¿Fruta? ―preguntó Jeongin al ver varios platillos con diferente tipo de fruta picada.

―Sí, mis papás lo compraron ―Hyunjin fue donde estaba la bandeja ―¿Qué fruta quieres? Hay mango, sandía, melón, manzana, papaya, fresas, uvas, mandarina, peras, duraznos, arándanos, frambuesa, cereza.

Jeongin se quedó en blanco por un momento, era demasiada fruta, pero trato de hacer memoria y recordar las frutas que le dijo.

―Cereza ―dijo, esa fruta quería probar desde hace tiempo, pero no surgía la oportunidad de pedírselo a su mamá.

Hyunjin agarró el plato en dónde estaba las cerezas y un tenedor.

Se sentó en la silla dónde antes estaba, puso el plato en sus muslos y con el tenedor clavo la fruta, para dársela en la boca a Jeongin.

―¿Qué haces? ―preguntó cuando el tenedor estaba cerca de su boca.

―No puedes quedarte mucho tiempo en mi casa, porque tus papás se preocuparán y la pintura debe terminarse hoy, así que te voy a alimentar mientras tú pintas.

Jeongin hizo una mueca, pero Hyunjin tenía razón, abrió su boca y dejo que Hyunjin lo alimentará, mientras él pintaba el resto del cuadro.

Jeongin hizo una mueca, pero Hyunjin tenía razón, abrió su boca y dejo que Hyunjin lo alimentará, mientras él pintaba el resto del cuadro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

08/08/24

Fulfilling dreams [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora