Fulfilling dreams [Hyunin]

VIII

Esté día fue el mejor sin dudas, claro, después del accidente, durante todo un mes su vida se vio tan triste y deprimente, pero hoy fue un día en dónde el sol se asomaba en su tan tormentosa vida.

Pasar el día con Hyunjin le levantó mucho los ánimos, porque había que admitir, Hyunjin era muy gracioso.

Además de que la película que Hyunjin eligió le levantó demasiado el ánimo, porque se sabía los diálogos al derecho y al revés.

―¿Cuántas veces viste la película para saberlo todo? ―comió una papa frita.

―A veces me duermo cuando me hacen tomografía ―respondió con un diálogo de la película.

Jeongin vio hacia la televisión, pero luego volvió a mirar a Hyunjin.

―¿Resonancia?

Jeongin le dió un ligero golpe en su muslo izquierdo.

―Ya, ya, dejaré de hacerlo, pero respondiendo a tu pregunta... La veía tres veces al día durante medio año cuando era niño ―comió un puñado de palomitas.

Había tantas botanas abiertas que ya no sabían cuál debían acabar primero.

―¿Me estás diciendo que lo único que viste durante medio año era Madagascar? ―preguntó con la boca llena de papas.

―Que puedo decir... Me encantó la película ¿Y a tí qué película te gustó tanto que la miraste por mucho tiempo.

Jeongin miró hacia la televisión, tratando de recordar su infancia, cuando era niño le gustaba ver partidos de fútbol con su papá, pero también le gustaban los dibujos animados, aunque no sabe cuál fue la película que podía verla una y otra vez y no cansarse.

De verdad que no sabía, porque pocas veces se quedaba a mirar la televisión, solo se encargaba de jugar fútbol para enorgullecer a sus papás, más que todo a su papá.

―No tenía alguno, me concentre en jugar bien que dejaba de lado todo lo que pudiera impedir que entrenará ―Hyunjin dejó de comer cuando escuchó eso, le sorprendía que no tuviera una película favorita, o que en su infancia lo único que hacía era entrenar y estudiar.

―Amm... Yo-

El sonido de una notificación lo interrumpió, trato de fijarse si era el suyo, pero Jeongin le ganó.

―Es de la academia de fútbol ―dijo con tristeza ―"Este año habrá una competencia, las personas que quieran participar deben llenar el formulario, deben tener de quince a dieciocho años. Los ganadores de la competencia tendrán acceso directo al ingreso de la academia y un trofeo conmemorativo"

Hyunjin dejo de comer al escuchar lo que dijo Jeongin, porque una lágrima descendió por su mejilla.

―Era el primer año que podría participar en la competencia, era el momento para demostrar lo que por tantos años me esforcé en perfeccionar ―Jeongin dejo a un lado las papas que estaba comiendo, su día estaba yendo tan bien... ¿por qué debía pasar esto?

―Jeongin...

―No tienes que decir nada Hyunjin ―se limpió la lágrima con su mano ―no puedo hacer nada, además no se soluciona nada con llorar.

Hyunjin se mordió su labio, mientras que seguía viendo la película, justo llegó la parte donde Martí va a buscar a Alex, para que se vayan en el barco.

Los buenos amigos hacen eso, estar en las buenas y las malas, además de ayudarse mutuamente.

―Jeongin... Si quieres pedirme un favor... Puedes hacerlo ―las palabras salieron por si solas, ni siquiera se puso a pensarlo.

―Gracias ―se puso a pensar en cosas triviales, hasta que escuchó como su papá llegó del trabajo.

Recordó el como desarmó el lugar donde iría el trofeo de ganaría por la competencia que la academia organizaba, no existía una posibilidad de que obtenga el trofeo y hacer sentir orgulloso a su papá.

No existía una mínima posibilidad.

Llevo su vista al mensaje que el director de la academia mando.

"Por esta ocasión le daremos una oportunidad a todas las personas, y haremos un homenaje conmemorando los treinta años de existencia de la academia, espero verlos".

Jeongin suspiro, tenía tantas recomendaciones para entrar a la academia y participar de la competencia sin siquiera esforzarse.

Recibió otro mensaje que lo tuvo que leer una y otra vez, había soñado tanto con este día, pero ahora en lugar de saltar de la felicidad estaba tan triste que bloqueó su celular.

"Hola Jeongin, soy el director de la academia, escuché que eres un prodigio en el futbol y eres justo lo que quiero, así que tienes un lugar para la competencia, de verdad que quiero conocer sobre tus habilidades, nos vemos en un mes"

Lo deseo por tanto tiempo, de verdad que soñó con que un entrenador con él quisiera conocerlo, pero ahora ya no quedaba nada de el Jeongin que era antes, el que tenía talento, el que tenía experiencia, el mejor jugador de fútbol, ya no había nada de ese Jeongin.

―Innie~ ―su mamá entró a la habitación, viendo todas las botanas en la cama ―¿¡Qué es esto!?

Jeongin y Hyunjin se miraron entre sí, pero no sé podía hacer nada, su mamá ya vio todo lo que comieron y seguramente venía un regaño.

―¡Les dije que no debían comer pura chatarra, les va a doler el estómago!

Ambos chicos se encogieron en su lugar, debieron ser más precavidos y ocultar los empaques de cada snack.

―¿¡Por qué nunca me haces caso!? ¡Te dije que no lo hicieras y aún así lo hiciste! ―su mamá comenzó a llorar, pero salió corriendo de su habitación.

Jeongin se quedó confundido por eso, pero lo que más lo desconcertó es que su papá se asomo a la puerta de su habitación, aunque no dijo ni una palabra, solo miró a Hyunjin y se fue.

―Desearía que me hablará, desde el accidente no me dirigió ni una palabra.

Hyunjin lo vio y sin pensarlo mucho, le dió un abrazo.

―Él quería que fuera exitoso, sabía que mi talento me llevaría hasta la cima, pero...

―Jeonginnie~ deja de llorar ―lo dijo con una voz tan relajada que lo hizo suspirar ―debes ser fuerte.

Jeongin lo abrazo con más fuerza, hundiendo su rostro en el cuello de Hyunjin.

―Es solo que no sé qué hacer para recuperar el amor de mi papá.

Vaya, eso sí que fue muy duro de decir.

12/07/24