XIX

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Jeongin estaba a un lado de las graderías, todo el lugar estaba repleto, tanto de los padres como algunos jugadores, pero en la parte central del lugar estaban los entrenadores de la academia.

Jeongin estaba tan feliz, sus sueños de niño se estaban cumpliendo, el conocer a sus ídolos, aquellos que se suponía lo entrenarían en un futuro, pero ahora ya no se podía, su vida no sería la misma.

Soltó un suspiro, cosa que el papá de Hyunjin lo escuchó, pero antes de que le preguntara la razón se escuchó en los parlantes que el equipo de Hyunjin y otro equipo pasarían a jugar.

Hyunjin se acercó a ellos dejándole el ventilador que tenía, para salir corriendo donde los demás jugadores.

―¡Suerte Hyunjin! ―gritó su papá, elevando sus brazos, al ver que Jeongin no le seguía el juego tomó su mano y lo elevó ―¡Tú puedes hijo!

Jeongin sonrió, para luego alzar su otra mano y gritar.

―¡Confío en tí Jinnie!

Hyunjin volteó a verlos, sonriendo al ver el ánimo de Jeongin.

"Ese trofeo será tuyo Innie"

El partido comenzó, Hyunjin estaba frente al balón y cuando sonó el silbato logró patear el balón, sacando ventaja en el juego.

Jeongin veía desde su lugar el juego, viendo que efectivamente Hyunjin lograba manejar el partido a su gusto, hacia que el equipo contrario ganará confianza para luego arrebatarles el balón.

Ya para la mitad del juego eran tres a una, ese gol que les metieron fue por la falta que le hicieron a Hyunjin, en ese momento la sangre hervía en su interior, odiaba el hecho de imaginar que Hyunjin salga herido.

"Qué curioso"

Jeongin dejo de pensar en ese momento, no quería indagar tanto en sus emociones, no quería llegar a la conclusión que obviamente ya sabía.

Le gustaba Hyunjin, pero no podía hacer nada, porque ambos son amigos y solamente se están ayudando, en esto no debía existir sentimientos de por medio.

El silbato sonó, dando a entender que ya era el medio tiempo, los jugadores salieron de la cancha, para descansar dos minutos y luego volver al juego.

Hyunjin se acercó a ellos, sacando de su mochila una botella de agua.

―Es agotador ―se quejó, sentándose al lado de su papá, quedando cerca de Jeongin.

Hyunjin estaba empapado en sudor, incluso caían gotas de sudor por su mentón.

Jeongin buscó entre la mochila de Hyunjin, encontrando pañuelos, agarro dos paños y lo paso por el rostro de Hyunjin.

―Estás empapado ―dijo al ver que Hyunjin lo miraba de diferente manera ―y... estás jugando muy bien, ¡Suerte! ―lo ánimo.

Hyunjin tomó su mano, pero antes de decir algo el silbato sonó nuevamente.

Todos los jugadores volvieron a la cancha, pero Hyunjin no quería irse, no sin antes hacer lo que quería, tomó la mano de Jeongin y le dió un beso en el dorso.

Tan pronto como lo hizo se fue corriendo a la cancha.

La otra mitad del partido su pan comido para el equipo de Hyunjin, logrando que la puntuación sea seis contra dos.

Al final la victoria fue para el equipo de Hyunjin, y todos celebraron a su manera, a pesar de no tener tanta experiencia lograron ganar.

En cuanto su partido terminó los jugadores volvieron donde sus familias, a la próxima semana volverían a ir, pero para la partida con los equipos ganadores de esta semana.

Hyunjin se acercó a ellos, en especial a Jeongin para darle un abrazo.

Lograron ganar, solo faltaba tres semanas para darle el trofeo a Jeongin, porque lo haría, ganaría para él y solo por él.

―Ganamos Innie, logramos ganar ―dijo cerca del oído de Jeongin, demostrando su alegría.

―Felicidades, sabía que lo harías, eres un gran capitán y pudiste llevar a la victoria a tu equipo ―esas palabras salieron de manera automática, recordando las palabras que su entrenador solia decirle.

Hyunjin se alejo del abrazo para mirar a Jeongin, pero su papá les interrumpió.

―Faltó yo Hyunjin, ¿Mi abrazo? ―su papá extendió sus brazos, esperando que Hyunjin lo abrace, cosa que tardo en hacerlo.

Pronto cuando salieron de la cancha se dirigieron a las duchas, porque todos debían darse un baño.

En el camino hacia las duchas, Jeongin pudo ver todo el establecimiento, desde niño soñaba con ver todo el lugar, siempre quiso pertenecer a la academia.

Soltó un suspiro, su vida no sería la misma y por ende no entraría a la academia.

El papá de Hyunjin volteó a verlo, puso una mano sobre el hombro de Jeongin para llamar su atención.

―¿Pasa algo pequeño? ¿Por qué estás tan ido? ―Jeongin lo miró, mordiendo su labio, necesitaba desahogarse, con alguien que pudiera darle el cariño y comprensión paternal que necesitaba desde su accidente.

―Yo... ¿Puedo contarle algo?

―Claro que sí, soy todo oídos ―se puso de cuchillas para estar a la altura de Jeongin.

Jeongin sonrió por la frase, así que tomó aire y comenzó a contarle todo.

Desde su accidente, la gran tristeza que le invadió al saber que no podría jugar de nuevo, incluso que había una mínima posibilidad de que ya no pueda caminar, también el hecho de que su papá no le hablaba desde su accidente.

También que la razón para pedirle a Hyunjin que ganará el trofeo es para darle a su padre y que este vuelva a hablarle.

Incluso le conto que le da pena que su mamá esté tan terca de seguir con sus tratamientos, porque lo que Jeongin necesita es una cirugía y no pueden darse el lujo de costear la operación.

Pero lo más importante fue que sus sueños se derrumbaron, que tenía un futuro en el futbol, un futuro brillante, pero al tener el accidente lo perdió todo, perdió sus sueños, sus metas, y que estar ahí solo aumentaba la tristeza que muy en el fondo tiene, le dolía saber que sus anhelos de pequeño fueron destruidos.

Al terminar su relato el papá de Hyunjin lo abrazó, dándole aquel refugio que Jeongin necesitaba, sintiendo ese cariño que anhelaba recibir de su propio padre.

Al terminar su relato el papá de Hyunjin lo abrazó, dándole aquel refugio que Jeongin necesitaba, sintiendo ese cariño que anhelaba recibir de su propio padre

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09/09/24

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Fulfilling dreams [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora