Jeongin terminaba de pintar un cuadro, que consistía en una noche llena de estrellas junto a la luna, en un lado del cuadro se podía ver a una pareja sentada en una banca y a un perrito andar cerca de un árbol.
La pintura daba un aura de tranquilidad, de paz, de amor, de cariño, incluso de consuelo.
―Te quedó demasiado hermoso Innie ―Hyunjin se acercó a él, colocando su mentón en el hombro de Jeongin.
El corazón de Jeongin se exaltó ante la acción, tuvo que tomarse unos segundos para calmar a su corazón.
―¿Te parece? Siento que falta algo... ―se quedó mirando la pintura, tratando de buscar cuál detalle haria que la pintura sea perfecta.
―Tal vez esto ―con su dedo índice hizo la forma de un corazón sobre la pareja, Jeongin sonrió, su cuerpo sintiendo un cosquilleo.
―Puede ser... Pero no quiero arruinarlo ―Jeongin puso el pincel que tenía en su mano en el tarro de agua.
―¡Ya sé qué hacer! ―por el grito Jeongin se asustó, causando que Hyunjin comenzará a reír.
Jeongin lo miró con mala cara y le dió un ligero golpe en su pecho.
―¡Me asustaste!
Hyunjin dejo de reír para masajear el lugar donde Jeongin le dió un golpecito, tratando de exagerar que le dió un fuerte golpe.
―Realmente me dolió, pero no importa, dame tu índice ―extendió su mano izquierda, para que Jeongin le diera su mano.
Así lo hizo, le dió su mano, sintiendo que una corriente recorría toda su espalda.
Hyunjin ignoró la sensación que invadió su pecho, para dejar de sentir la mano de Jeongin entre la suya, porque debía agarrar la pintura blanca, metió su dedo índice en la pintura, tratando de sacar poca sustancia.
Cuando tuvo lo suficiente lo puso en el índice de Jeongin, manchando de blanco ambos dedos.
Jeongin solo se quedaba viendo, sin entender porque Hyunjin hacia eso con la pintura.
Acabó de pintar el dedo, para limpiar un poco el exceso, y solo dejar la pintura en la yema de su dedo.
―Ahora pon tu dedo en la pintura, de manera inclinada ―Jeongin acato con la petición, poniendo su dedo en la esquina inferior, de manera inclinada como se lo dijo Hyunjin.
En cuanto Jeongin separó su dedo del lienzo, pudo ver su huella en la pintura, pero no pudo verla por mucho tiempo, porque Hyunjin colocó su dedo en el mismo lugar que puso Jeongin, solo que la inclinación fue hacia el lado contrario.
"¿Un corazón hecho con nuestras huellas?"
Esas palabras rondaron por su mente, aunque debía ver como quedaba la pintura luego de que Hyunjin alejé su dedo del lienzo.
―¡Un corazón de nuestras huellas!
Dijo Hyunjin, en cuanto alejó su dedo del lienzo, esas palabras lograron agitar demasiado el corazón de Jeongin.
Vio como quedó la pintura, quedando satisfecho con el resultado, ese era el pequeño detalle que le faltaba a la pintura para ser perfecta.
―Ahora está completa ―Jeongin agarró los botes de pintura y los cerró con su tapa, no debía dejar que se secarán.
―Si, está perfecto, demasiado perfecto ―dijo Hyunjin, pero no se lo decía a la pintura.
Jeongin seguía recogiendo lo que utilizo, pronto debía volver a su casa.
Hyunjin simplemente lo veía, estar así de tranquilo, pero a la vez tan distante, quería seguir hablando con él y más que todo, quería volver a sentir el calor de la piel de Jeongin, le encantaba esa sensación que le recorría el cuerpo cuando tenía cerca a Jeongin.
Justo antes de decirle algo, fue que su papá entró a su habitación.
―¡Me dijeron que Innie estaba aquí! ―en cuanto lo vio, corrió directamente a Jeongin, dándole un fuerte abrazo.
Desde la vez que Jeongin se desahogó con el había una extraña relación entre ellos, como si fuera su segundo papá.
―¿Cómo está el chico más lindo de esta casa?
Jeongin se sonrojo por eso, aún le costaba acostumbrarse a la personalidad de Hyunhyo.
―Pues muy bien ¿Verdad Innie? ―le siguió la corriente, dándole una sonrisa a su padre y luego a él.
―S-si estoy bien ―bajó la mirada, tratando de ocultar el rojo en su rostro.
―Me alegro mucho, pero ahora quiero que ambos vayan al comedor, traje... ¡Pizza!
Hyunjin negó la cabeza, su papá actuaba más como un hermano mayor que como su padre.
Jeongin soltó una risita, aunque la felicidad se vio nublada por los recuerdos, esos en los que mostraba a su papá trayendo pizza a los entrenamientos que tenía con sus compañeros, en donde venía con una sonrisa a verlo, que hablaba horas con él mientras en sus manos tenían una rebanada de pizza.
No sé dió cuenta que una lágrima bajó por su mejilla, y con un puchero en los labios, un nudo en la garganta comenzó a llorar, le dolía demasiado que esos tiempos ya no volverían.
Tanto Hyunjin como Hyunhyo se apresuraron para darle un abrazo, ninguno de los dos quería preguntar la razón, no en este momento y debía ser Jeongin quien tenga la iniciativa.
―L-lo si-siento ―sollozó aún más, pero esta vez fue por las palabras del señor Hwang.
―No llores así mi niño, no me gusta verte tan triste ―Jeongin sintió su corazón estrujarse, hace semanas que quería escuchar esas palabras, lo necesitaba, lo anhelaba y mas aún esas noches que se la pasaba llorando.
―E-esta bien... Ya no lloraré.
Dejo de abrazarlos, haciendo que ellos se alejen, subió su mano para limpiarse las lágrimas, pero la mano de Hyunjin se lo impidió.
Quiso decirle algo, pero pronto los dedos de Hyunjin pasaron por sus lágrimas.
El toque era tan suave y cálido, que inconscientemente Jeongin cerró los ojos.
―Cuida de Innie, ahora traigo la pizza... ―salió de la habitación, pero se olvidó de algo importante ―¡Y quiero ver una película! ―fue lo último que escucharon.
Tanto Jeongin como Hyunjin soltaron varias risitas.
―Deberíamos poner la película ―dijo Jeongin, abriendo los ojos y vio lo cerca que estaba de Hyunjin.
―Sí... ¿Qué ponemos?
Jeongin lo pensó por un momento, hasta que recordó la vez que Hyunjin compró botanas y vieron una película.
―Madagascar.
Y fue en ese instante que Hyunhyo entro a la habitación.
―¡Siiii, Madagascar! ―gritaron los dos al mismo tiempo.
Sería una larga tarde/noche.
11/09/24
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Fulfilling dreams [Hyunin]
FanfictionExisten personas que se esmeran demasiado para lograr sus sueños, pero el destino no quiere ponerlo fácil. Hwang Hyunjin con solo dieciséis años tenía un talento innato para la pintura, cada una de sus obras era elogiada, pero un enorme obstáculo se...