Jeongin se despertó, su corazón latía rápidamente y una sonrisa se formó en sus labios, ese sueño fue el más feliz que tuvo, aunque también le hizo aceptar algo que ya sabía pero no queria admitir en voz alta.
―Me gusta Hyunjin.
Justo en ese momento entró Hyunjin, detrás de él estaba una muchacha, seguramente con el desayuno.
―Buenos días Innie ¿Dormiste bien? ―le sonrió, haciendo que Jeongin también lo hiciera.
Okey, Jeongin no era bueno en esto.
Mordió su labio y decidió dejar de pensar en lo mismo.
"Me gustas mucho Hyunjin"
―Si, dormí bien y buenos días Jinnie.
Al decir ese apodo los recuerdos de esos dos sueños que tuvo con Hyunjin vinieron a su mente. Dónde lo abrazaba por la espalda y le daba besos en los labios.
Algo tan lejano a la realidad, porque Hyunjin no gustaba de él, nadie se enamoraría de un inválido.
Soltó un suspiro bastante notorio, porque Hyunjin se acercó rápidamente a él, dejando de la muchacha acabé de acomodar los alimentos en el escritorio.
―¿Estás bien Innie? ¿Pasó algo? ¿Soñaste algo malo? ―subió su mano izquierda para tocar la mejilla de Jeongin.
Sus latidos aumentaron en velocidad, sintió un ligero calor en sus mejillas y unas mariposas volaron por su estómago.
Jeongin era un novato en esto de la atracción.
―S-si... Estoy bien ―subió su mano para ponerla encima de la mano de Hyunjin.
Sintió un cosquilleo recorrer su espalda, haciendo que se perdiera en el calor corporal de la mano contraria, tanto en la palma de su mano como en su mejilla.
Su mirada se posó en los ojos de Hyunjin, viendo un brillo particular en ellos, de pronto sus ojos bajaron a los labios de Hyunjin, tan lindos y rosados, quería probarlos, tal como su sueño, pero sabía que no debía hacerlo.
En la vida se debe separar lo real de lo imaginario y un romance con Hyunjin solo pasaría en sus sueños, no sería algo real, nunca.
Con esa idea en mente, sujeto la mano de Hyunjin y la alejó lentamente de su rostro.
―Hay que comer, tengo hambre ―y luchando con su corazón, dejo ir la mano de Hyunjin, debía grabarlo en su mente, que Hyunjin no gusta de él.
Hyunjin dejó de sentir la mano de Jeongin, sintiendo una punzada en el corazón por eso, como si Jeongin quisiera alejarlo, pero quitó rápidamente esos pensamientos de su cabeza.
Jeongin no lo alejaría, eran amigos.
Vaya, la palabra amigos solo hizo que su corazón se encogiera, debería ser sincero con lo que quiere, pero tenía miedo de que Jeongin no le corresponda.
Se mordió el labio y se alejó para ir al escritorio, tomó el plato que le correspondía a Jeongin y se lo entregó.
Después de ese momento no sabían que decir, Jeongin luchaba con esas nuevas emociones que sentía y que querían mostrarse, por otro lado estaba Hyunjin, pensando en varias cosas a la vez.
Cómo el hecho de declarar esa atracción por Jeongin, que luego sean novios y a la final vivir en un departamento, mientras disfrutan de una bonita relación, pero luego imaginaba que Jeongin lo rechazaba y que todas sus expectativas se fueran a la basura, también el hecho de que perdería la amistad de Jeongin.
No quería eso, no lo quería.
Así que debía guardarse sus sentimientos, no mientras ese pequeño miedo al rechazo de Jeongin se esfumará.
Jeongin tenía un pensamiento similar, solo que él esperaría a que exista una pequeña esperanza de volver a caminar, para no ser un inútil y así no estropearía el futuro de Hyunjin.
Aunque esa esperanza estaba enterrada en lo más profundo de su corazón.
"Dudo mucho que algún día se cumpla uno de mis sueños"
De pronto una señora entra a la habitación, hace una inclinación para Hyunjin y Jeongin, para luego darles un aviso.
―La señora Yang está en la puerta, vino por el joven Jeongin ―ambos chicos asintieron, las palabras aún no salían de sus labios, porque no sabían que es lo que sus corazones sean capaces de decir.
―Debo irme ―fue lo único que dijo, para conducir su silla hasta la puerta principal.
―Mi pequeño Innie ―su mamá fue directo a abrazarlo, Jeongin le correspondió el abrazo, necesitaba ser consolado y dejar de sentir ese ligero dolor en su pecho.
―Mamá... Vamos a la casa ―fue lo único que dijo sin sentir ese nudo en su garganta.
Si tan solo las cosas fueran diferentes, si no fuera un inválido... Tal vez tendría una ligera esperanza de que Hyunjin lo quiera de manera romántica, pero en estás condiciones solo conseguiría ser su amigo.
De esa etiqueta no subiría, de eso estaba seguro.
Hyunjin dejó de pensar en un posible rechazo de Jeongin, no debía ahogarse en un vaso de agua, así que sacudió su cabeza para ahuyentar esos pensamiento, pero al revisar su habitación se dió cuenta que Jeongin se fue.
Salió rápido de su casa, pero no había rastro de Jeongin.
―El joven Jeongin se fue hace cinco minutos ―le aviso un guardia.
―Gracias ―fue lo único que dijo, para volver a su habitación, se acostó en su cama y se puso a revisar cada rincón de su habitación, pero se detuvo al ver la pintura que Jeongin hizo el día anterior.
Se levantó de su cama y fue donde la pintura.
―Está huella, nuestras huellas ―tocó levemente la pintura, recordando la sensación de la mano de Jeongin, incluso la sonrisa que tenía en su rostro al ver que sus huellas formaron un corazón ―me gustas demasiado Jeongin, pero tú no lo estás de mi.
Sin darse cuenta una lágrima descendió por su mejilla.
Con su mano se limpio aquella gota, pero justo en ese momento su papá entró a su habitación.
―¡Hyunjin! ¿Hijo? ¿Por qué lloras?
Su papá se acercó a Hyunjin, viendo claramente los ojos cristalinos de este.
―¿Pasó algo? ―Hyunjin negó, pero luego más lágrimas cayeron.
Eso de estar en armonía con sus sentimientos le estaba haciendo difícil la tarea de ocultar sus emociones.
―Hijo... ―Hyunjin lo abrazó ―Hyun-
―Me gusta Jeongin papá, me gusta mucho ―y siguió llorando, no era capaz de ocultar sus emociones, no podía.
05/10/24
ESTÁS LEYENDO
Fulfilling dreams [Hyunin]
FanfictionExisten personas que se esmeran demasiado para lograr sus sueños, pero el destino no quiere ponerlo fácil. Hwang Hyunjin con solo dieciséis años tenía un talento innato para la pintura, cada una de sus obras era elogiada, pero un enorme obstáculo se...