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Pasó una semana, en dónde Jeongin estaba hartó, quería dejar todo, porque no podía hacer una pintura al gusto de Hyunjin.

―¡Ya no quiero! ―gritó arrojando la libreta de Hyunjin, había hecho más de diez pinturas en ese cuaderno y se ya no quería seguir.

―¡Mi libreta! ―gritó Hyunjin yendo a recoger su libreta ―estoy consciente de que es frustrante de que algo no salga como quieres, pero...

―No hay peros, nada de lo de hago te convence, es mejor que lo dejemos ahí.

Hyunjin dejo su libreta en el escritorio de Jeongin y camino hacia él.

―No por favor, soy exigente, lo admito, pero en las pinturas que hiciste no puedo sentir nada ―Jeongin se cruzó de brazos y entrecerró los ojos ―lo siento ―levantó su mano izquierda como señal de rendición ―pero es la verdad, las pinturas deben transmitir sentimiento, pensamientos y más que todo las emociones, en las pinceladas se debe sentir lo que el pintor quería transmitir.

―¿Cómo lo hago? Si ahora mismo siento un cumulo de emociones que no se exactamente qué es lo que siento, siento frustración, decepción, tristeza, melancolía, nostalgia ―unas lágrimas descendieron por sus mejillas.

Hyunjin se mordió el labio inferior y se quedó pensando, no sabía que decirle a Jeongin para hacerlo sentir mejor.

Pensó por un tiempo viendo cómo Jeongin se tapaba el rostro con sus manos, solo suspiró y se acercó a él.

―Jeongin... no soy bueno en esto ―con su mano acarició el cabello de Jeongin, dejando que este poco a poco se tranquilice ―pero si de algo sirve quiero que sepas que puedes confiar en mí.

Jeongin aprovecho que sus manos estaban en su rostro y se limpió con ellas, cuando sintió que ya limpió sus lágrimas miró a Hyunjin.

―¿De verdad puedo confiar en tí?

Hyunjin siguió acariciando la cabeza de Jeongin.

―Claro que puedes ―Jeongin hizo un puchero, estaba tan triste que sus músculos actuaban de manera inconsciente.

―Es solo que... siento que decepcioné a todos... en especial a mi papá... Él... Ayer... quitó la vitrina que era para mis futuros trofeos y... ―una lágrima descendió de su rostro ―quitó las fotografías de mí cuando ganaba un partido o cualquier foto que apareciera jugando, como... Como si... Como si la decepción fuera tan grande que no quiera ver nada de lo que un día fuí porque ahora soy un inútil.

Hyunjin paró sus caricias al escuchar lo último, no podía creer que su papá quitará todo lo que su hijo ganó e hizo con esfuerzo.

Soltó un suspiro y siguiendo un impulso que se instalo en su corazón, abrazo a Jeongin, claro, le era difícil con el brazo enyesado, pero aún así lo hizo.

―Estoy seguro que tu papá no cree eso y... No eres un inútil, no lo eres.

Jeongin sintió paz con ese abrazo, le era más reconfortante que los abrazos que le daba su mamá.

―Gracias, pero es la verdad, soy un inválido que seguramente no podrá caminar.

Hyunjin le alejó un poco, viendo cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

―No vivas en la negatividad, estoy seguro que si sobreviviste al accidente es por una razón ―acarició la mejilla derecha de Jeongin ―debes pensar que eres un afortunado por vivir.

Jeongin miró los ojos de Hyunjin, poco a poco las lágrimas se disiparon, causando que hagan un contacto visual, que hizo, que poco a poco las mejillas de ambos se tiñan de rojo.

―¡Chicos! ―su mamá entró a la habitación, haciendo que Hyunjin se alejara de Jeongin.

―¡Mamá! ―su mamá le sonrió y dejo la bandeja de galletas en el escritorio.

―Lo siento, pero están mucho tiempo aquí que pensé que tenían hambre, ya me voy.

Su mamá salió de la habitación, haciendo que Hyunjin deje de mirar la pared.

―¿Hay algo interesante? ―preguntó con burla.

―Tu mamá me asustó ―puso su mano izquierda a la altura de su corazón.

Jeongin sonrió por esa acción, porque no era para tanto.

―Mejor comamos las galletas, que son de chispas ―acercó su silla al escritorio y tomó la bandeja ―toma las que quieras ―extendió la bandeja, haciendo que Hyunjin agarré una.

Hyunjin se llevó la galleta a su boca y la mastico, abriendo grande los ojos por el gran sabor.

―Son deliciosas ―cerró los ojos, como si eso le haría sentir mejor el sabor, pero con ese acto se dió cuenta que podría tener un avance con Jeongin ―¡Ya sé! ―gritó, quitándole la galleta que Jeongin tenía en su mano.

―Oye, hay-

Hyunjin puso su dedo índice en los labios de Jeongin para callarlo.

―Sé como podemos empezar ―quitó su dedo de sus labios ―¿Viste la película Ratatouille?

Jeongin no entendió la pregunta, no después de que le quitará su galleta cuando había más en la bandeja.

―Si la ví, pero ¿por qué me quitaste mi galleta?

―Eso no viene al caso ―se comió la galleta que le quitó a Jeongin ―¿Recuerdas la escena dónde Remy le hace probar buena comida a Emile? ¿Recuerdas que le dice que sienta los sabores y en la pantalla muestra pequeños colores bailando?

Jeongin hizo memoria, tratando de recordar esa escena.

Hyunjin suspiró, sacó su celular y busco el vídeo en su celular.

―Aquí está, míralo.

Jeongin tomó el celular y vio la escena que le dijo, fue ahí que recién se acordó.

―Ya lo ví, ahora dime qué planeas con este video ―le devolvió su celular.

―Escuchaste el "siente el sabor" ―enfatizó esas palabras, Jeongin asintió y prosiguió ―necesito que te enfoques en esas pequeñas cosas, que trates de darle un nombre a todo lo que sientes, que cierres los ojos e imagines lo que sientes.

Jeongin solo lo miró, no creía que eso le pudiera funcionar, porque el talento se debe pulir con años de entrenamiento y no con sentimentalismos.

¿O si funciona?

―Lo intentaré, pero no te aseguro nada ―advirtió, no quería que Hyunjin se ilusionara con la idea de que pueda pintar bien.

―Está bien, pero sé que lo lograrás.

Jeongin solo le sonrió, tratando de convencerse asimismo que podía lograrlo.

Jeongin solo le sonrió, tratando de convencerse asimismo que podía lograrlo

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03/07/24

Fulfilling dreams [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora