Hyunjin estaba demasiado emocionado e impactado. Porque nadie, a excepción de su mamá, le dijo Jinnie en toda su vida. Y le emocionaba que viniera de un amigo como Innie, ahora ambos tenían apodos para el otro, eso era muy lindo.
―Olvida lo que dije ―dijo Jeongin sonrojado, debido a la manera en que Hyunjin le veía, pero es que no podía verlo de otra manera, al ver que Hyunjin seguía en ese mini shock, se tapó el rostro con sus manos.
Hyunjin quería decirle muchas cosas en ese momento, pero nada salía de sus labios, porque había una felicidad en su interior que era muy grande y satisfactoria que no lo dejaba hablar.
―Me gustó ―pudo articular difícilmente ―Dime Jinnie si quieres, yo estoy de acuerdo.
Jeongin quitó sus manos de su rostro, viendo una sonrisa en los labios de Hyunjin, así que trago saliva y habló.
―Está bien, Jinnie.
Y un revoltijo de emociones se alojó en su estómago, tanto la adrenalina y algo más que no supo identificar, pero estaba feliz.
Cuando Hyunjin quiso decirle algo fue cuando sonó la campana, y de pronto sus compañeros comenzaron a entrar, Hyunjin se volvió a sentar en su silla y cerró la laptop de Jeongin.
―Me gusta tu historia Innie.
Jeongin sintió su pecho inflarse en orgullo, le fascinaba saber que a Hyunjin le gustó algo que sea su creación, a pesar de que existiera cientos de historias con el mismo cliché, pero está historia era hecha por él.
Jeongin solo le sonrió a Hyunjin mientras así un asentimiento, pero luego vinieron a él el sueño que tuvo con Hyunjin, en el que hacía una historia y el otro lo abrazaba por la espalda.
Movió su cabeza, alejando esos pensamientos, Hyunjin era su amigo, no debía verlo de otra manera, a pesar de que sea muy lindo. No debía confundir las cosas, no debía.
No tenía que cometer el error de enamorarse de un amigo, no sería como el protagonista de su historia, porque en esta historia tenía un final feliz, pero en la vida real no se puede tener esos finales.
El resto de las clases paso con normalidad, exceptuando el hecho de que Hyunjin miraba por la ventana cada cierto tiempo.
Jeongin pensó que Hyunjin no quería jugar, y si no quería no debía obligarlo, en la salida le diría que ya no debía hacerlo.
Pero estaba equivocado, en cuanto Hyunjin piso la cancha se puso bastante alegre, mientras los otros jugadores lo miraban con el ceño fruncido.
Después de todo, ninguno de se los jugadores era conocido de nadie, todos ellos estaban ahí para cumplir el sueño de los estudiantes que estaban en el equipo, por ese único año, dejaron que el equipo estuviera formado por alumnos de diferentes grados.
Jeongin fue hacia el entrenador y le aviso que sería Hyunjin quien jugaría en su lugar y le pidió que no sea tan estricto con él.
El entrenador anotó el nombre de Hyunjin en su lista y llamó a todos los estudiantes.
―Ahora estamos completos muchachos, ya sé que no queda mucho para que sea el campeonato en la academia de fútbol, pero sé que con esfuerzo lograremos ser grandes ―el entrenador hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas no quería que nadie se sintiera mal por algo que diría ―como saben, recién tengo un mes aquí, y no los conozco a la perfección, pero mis superiores me informaron sobre la situación del instituto y les juró que haré todo lo que este posible en mis manos para ser el entrenador que se merecen.
Los estudiantes hicieron una reverencia, incluso Jeongin hizo una, pero con un ligero dolor en su pecho, su entrenador fue como su familia, le ayudó en todo, desde niño lo conocía, fue él quien forjó el talento de Jeongin, pero ahora no habia nada, ni su talento ni el entrenador.
Sintió como una lágrima descendía por su mejilla así que la limpió rápidamente, para luego levantar la cabeza, que la tuvo gacha por mucho tiempo.
En cuanto levantó la vista vio a Hyunjin jugar bastante bien, sus habilidades eran muy buenas, creyó que Hyunjin sería un poquito torpe con el balón, pero no fue así, era incluso el mejor entre los jugadores.
Jeongin vio que seguia en la cancha y que en algún punto estorbaría el entrenamiento, así que se fue un lugar, en dónde lograría ver el entrenamiento de Hyunjin.
Pasó mucho tiempo, casi media hora y Hyunjin seguía demostrando que sabía jugar, y Jeongin aún no podía creer que Hyunjin sea tan habilidoso.
Por un momento Jeongin se quedó viendo fijamente a Hyunjin, viendo sus facciones, pero lo que más atención le llamó fuera que Hyunjin sudara tanto, sus cabellos se le pegaban en el rostro y en cuanto metía un gol sacaba su lengua, Jeongin inconscientemente mordió su labio, pero al darse cuenta bajo la mirada.
"¿Qué me pasa?"
Sintió su rostro caliente y comenzó a abanicarse con su mano, tratando de enfriar su rostro.
Pero no lo logro, así que sacó uno de sus cuadernos y comenzó a hacer garabatos, hasta que el rostro de Hyunjin apareció en su mente, y sin tener tanta fé de dibujar a Hyunjin perfectamente comenzó a dibujar, después de todo Hyunjin no vería su cuaderno.
Jeongin seguía tan concentrado en su dibujo que no vio que Hyunjin acabó el entrenamiento y se acercaba a él.
Cuando lo tuvo frente a él fue que Hyunjin vio el dibujo con claridad, sonrió de manera inconsciente y se quedó callado por unos segundos, hasta que fue Jeongin quien levantó la vista por la sombra que pronto apareció frente a él.
Se asustó al ver a Hyunjin frente a él y lo primero que hizo fue tapar su dibujo.
―Te salió bonito, estás mejorando mucho ―la sonrisa no se borraba del rostro de Hyunjin.
Jeongin ante sus palabras solo se cubrió el rostro con su cuaderno, el calor subiendo a sus mejillas y el corazón latiendo rápido.
―N-no di-digas e-eso ―Jeongin se mordió la lengua, ¿no era suficiente con que Hyunjin viera su dibujo? ¿ahora tenia que tartamudear?
09/09/24
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Fulfilling dreams [Hyunin]
FanfictionExisten personas que se esmeran demasiado para lograr sus sueños, pero el destino no quiere ponerlo fácil. Hwang Hyunjin con solo dieciséis años tenía un talento innato para la pintura, cada una de sus obras era elogiada, pero un enorme obstáculo se...