Fulfilling dreams [Hyunin]

XXIX

Hyunjin salió del museo, buscó en los alrededores pero no vio a Jeongin. Se comenzaba a sofocar con la cortaba, así que deslizó un poco el nudo, desabotono dos botones, sintiendo ligeras gotas de sudor en su cuello.

Cuando sintió más flujo de aire logró correr aún más, Jeongin no pudo ir lejos.

Corrió mucho, pero aún no pudo encontrar a Jeongin, estaba por rendirse, hasta que pensó que tal vez se fue a su casa. Así que corrió hasta la casa de Jeongin.

Cuando llegó tocó la puerta, esperando que Minhye le abra, pero quién abrió la puerta fue el papá de Jeongin.

―Hola señor, ¿Jeongin está aquí? ―habló jadeante, pero trató de recuperar el aire lo más rápido que pudo.

―Hola... Amm Jeongin no está, debía ir contigo a la exhibición ¿No está ahí?

Hyunjin negó, no sabía a donde podría ir, no había muchas opciones. Pero luego vio como Minhye estaba ahí, así que pensó que Jeongin podría estar en la florería.

―Hola Hyunjin, ¿Dónde está Jeongin? ¿Y tú exhibición?

Hyunjin soltó su suspiro mientras pasaba su mano por su cabello, no sabía cómo pedirle las llaves de la florería a Minhye.

―Dejé la exhibición, y pienso que Jeongin está en la florería.

Minhye se fue para buscar las llaves, cuando las agarró quiso salir pero Hyunjin le tomó la mano.

―Minhye... ¿Puedo ir yo?

Los padres de Jeongin lo miraron asombrados, pero Minhye fue la primera en hablar.

―¿Por qué quieres ir?

―Porque me gusta Jeongin y quiero decírselo.

El papá de Jeongin se sorprendió mucho, se acercó a Minhye para quitarle la llave, cuando habló con Jeongin esté le dijo sus sentimientos por Hyunjin.

Y saber que Hyunjin gusta de su niño le daba ilusión de que Jeongin pueda ser feliz.

Le entregó la llave a Hyunjin.

―Ten, pero te pediré algo, cuida de Innie.

No había necesidad de pedírselo, él lo haría de todos modos, pero para darle seguridad al papá de Jeongin debía decirlo.

―Lo haré, cuidaré a Innie.

―Está bien, ve por él.

Hyunjin asintió y salió corriendo a la florería, hace días que fue ahí y sabía la dirección.

Al llegar abrió directamente la puerta, entró con mucho sigilo, viendo los alrededores encontrando muchas flores, margaritas, tulipanes, rosas, girasoles y muchas más.

Tomó tres girasoles y cuatro margaritas, sacó de su billetera cien dólares y la puso en el mostrador.

Comenzó a buscar a Jeongin, la florería no era muy grande, pero tenía un lugar especial para tener un pequeño jardín, fue ahí, en dónde encontró a Jeongin.

Escuchó ligeros sollozos pero eran casi inaudibles.

Poco a poco se acercó, estuvo a punto de hablar, pero las palabras que Jeongin dijo lo hicieron detenerse.

―¿Por qué tiene que gustarme? ¿Por qué de tantos lo elegiste a él? Él es millonario, tiene talento, es hermoso, y tiene un futuro brillante. Todo lo que no soy.

Hyunjin se mordió el labio, no iba a permitir que Jeongin siga menospreciandose asimismo.

―Innie...