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Luffy acababa de ignorar las palabras de advertencia que Law le había dado con respecto a la situación en la que estaban. El del sombrero de paja había dado luz verde a un improvisado banquete que unía a marines y piratas alrededor de la cocina que Sanji había montado.

El capitán de los Heart chasqueó la lengua apretando los puños, la persona con quien había acordado una reciente alianza le sacaba de sus casillas.

Suspiro lentamente intentando calmar sus nervios para después levantar la mirada y analizar al grupo de gente que reían sin parar mientras disfrutaban del momento después de la batalla.

Tenía algo que hacer antes de irse de Punk Hazard y ese podría ser el momento adecuado, teniendo en cuenta que todos estaban distraídos.

En silencio, camino hasta donde se encontraron Caesar, Babby 5 y Buffalo, que se encogieron al ver cómo el cirujano se acercaba a ellos sosteniendo su kikoku sobre su hombro con la mirada escondida detrás de su característico gorro.

- ¡Oe Law! ¡Pagaras por esto! - grito Babby 5- el joven amo vendrá y te dará el castigo que mereces- la fría mirada del moreno se clavó en la de la muchacha haciendo que esta comenzase a llorar.

Sin mediar palabra, agarro al científico del borde de sus ropas arrastrándole literalmente al interior del laboratorio ahora que el gas se había disipado.

- ¡Ei Law! ¿Qué estás haciendo? ¡¿Acaso has perdido la cabeza?!- gritaba intentando soltarse del agarre del peli-negro.

Este no respondió continuando el camino que tantas veces había recorrido durante los meses que había vivido en aquel frío lugar.

Caesar miró a su alrededor tratando de averiguar a dónde le llevaba hasta que entraron al laboratorio que había sido su lugar de trabajo y se adentraron en un estrecho pasadizo que estaba a la izquierda de la habitación, dándose cuenta en ese momento de a donde le llevaba. el capitán de los Heart.

- ¿Así que lo descubriste? shurororo - rio levemente- No sé porque no me sorprende, debí haber estado más atento - prosiguió, a lo que el del gorro blanco respondió con un agarre más violento hacia el apresado haciendo que este fuese más encorvado.

No se escuchaba nada dentro del edificio aparte de las pisadas de los dos hombres que se adentraban en la profundidad del estrecho camino.

- No sabes dónde te estás metiendo Trafalgar Law- dijo Caesar –es peligroso e inestable, un experimento fallido.

- ¡Silencio! - le corto tajante el pirata.

Las palabras de Caesar resonaron en su cabeza, no conocía nada del tema que ocultaba en esa estancia a ciencia cierta pero la curiosidad le superaba.

En el tiempo que había transcurrido dentro de esa instalación había podido revisar todas y cada una de las estancias, conocer los secretos que se ocultaban en cada una de ellas, excepto a la que se encaminaban.

Tras una larga caminata al fondo del pasillo comenzó a verso una pequeña luz roja, Law noto como su acompañante se tensaba.

- ¿Cuáles son tus intenciones? ¿No pensarás abrir la puerta? - dijo precipitadamente.

El capitán pirata lo lanzó contra la pared metálica haciendo que Caesar soltase un quejido encogiéndose en su cuerpo. Cuando este levantó la cabeza para encarar al joven sintió el filo de la nodachi en su cuello.

- ¿Por qué motivo es un experimento fallido? – dijo con una voz profunda y decidida acercando más el filo de su arma.

- Shurorororo no todos los experimentos salen bien a la primera - dijo el científico sintiéndose cada vez más débil al sentir el metal de la entrada pegado a su espalda.

- ¿Qué es lo que intentabas? – insistió el peli-negro clavando un poco más la espada.

El científico sabía que no tenía otra alternativa más que contarle la verdad, puede que así pudiese persuadir al hombre que tenía enfrente a entrar al interior de la sala.

- Quería mejorar el SAD- soltó.

Law estrechó la mirada sobre el hombre que se encontraba en el suelo al mismo tiempo que agarraba con mas fuerza la espada entre sus manos clavándola un poco en el cuello de Caesar invitándole a continuar.

- Queríamos crear una nueva sustancia para poder hacer frutas artificiales de tipo Paramecia- dijo de manera simple.

La mandíbula del pirata se tensó.

- Si es un experimento fallido - puntualizó de manera seca el capitán- ¿Por qué no ha sido eliminado?

- Shurorororo -río maliciosamente el científico - porque la sustancia funciona - respondió.

El del gorro guardó silencio analizando las palabras que acababa de escuchar. Las dudas se agolpaban en su cabeza.

- ¿Cómo es eso posible? - interrogó, sabía que Caesar era inteligente, pero no tanto como para desarrollar algo así.

- Vegapunk tuvo que marcharse de este lugar tan rápido como le fue posible abandonando estudios que tenía en mente - contó encogiéndose de hombros sin apenas darle importancia - simplemente quise desarrollar ese proyecto que dejo atrás al igual que hice con las frutas de tipo Zoan.

Law tragó saliva, se encontraba en una situación extrema, con un plan en marcha del que no podía perder la concentración. No sabía las repercusiones que podría tener lo que iba a pedirle al científico, pero puede que lo que se encontraba en esa estancia fuese algo que ayudase en el plan.

- Ábrela-dijo tajante.

No pudo ver la expresión del rostro de Caesar pero sintió como dejaba de respirar.

El joven no quería perder más el tiempo así que agarro de nuevo a Caesar por las ropas y lo levanto poniendo su rostro contra la luz roja que se encontraba cerca de la puerta. Debajo de esto se hayaban unas teclas con números para introducir una clave que abriría la puerta.

- Si estas paredes no estuviesen hechas de Kairōseki ya hubiera entrado hace meses-dijo entre dientes- ¡Vamos! - insistió empujando de nuevo el cuerpo del otro.

Sabía que podía haber entrado usando su habilidad, pero prefirió no correr el riesgo, desconocía la magnitud del metal que rodeaba el lugar y cómo eso le afectaría al usar su fruta en el interior. No quiso arriesgarse a quedar encerrado entre esos muros. Tampoco quería cortar la puerta, ya que quería mantener la posibilidad de volver a cerrarla si lo que se encontraba en su interior fuese peligroso.

Caesar trago saliva y levanto sus dedos acercándolos a la enumeración.

- Te estás involucrando en asuntos que no llegas a comprender Trafalgar Law, si esto sale de aquí cambiará todo - dijo al mismo tiempo que introducía el código y la luz se volvía verde indicando que la puerta estaba abierta.

El pirata estiro sus largos dedos tatuados cogiendo el pomo de la puerta, trago saliva dudando por un momento para luego hacer fuerza en la palanca y abrir la pesada pieza de metal. Esta sonó con un chirrido metálico agudo.

Mientras seguía agarrando a Caesar se introdujo en la estancia sintiéndose débil, notaba el efecto que tenía el Kairōseki en la sala, aunque no lograba bloquear todas sus habilidades. Con la espada desenvainada, alerta dispuesto a atacar si fuese necesario, avanzó empujando al científico.

El interior de la sala era frío y el silencio llenaba cada rincón.

Los ojos grises del pirata empezaron a acostumbrarse a la tenue luz de la estancia que provenía únicamente de una lámpara amarillenta que se encontraba en la parte superior derecha de la estancia.

Un arrastre de algo metálico hizo que Law girara sobre su cuerpo, clavando la mirada en la oscuridad de la pared izquierda, soltó a Caesar colocándose en una posición defensiva estirando los dedos de su mano dispuestos a activar su poder.

- ¿Quién eres tú? - dijo una voz apagada desde la esquina de la habitación.

Una pequeña figura se distinguió entonces de entre las sombras. 

- Jikken -Trafalgar LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora