- Jikken -Trafalgar Law

8.

Ussop y Nami se tensaron al escuchar gritos acercarse a la cubierta del barco provenientes de donde sus compañeros habían ido.

- ¡Maldito cabeza de musgo! – distinguieron entre las voces elevadas.

- ¿Cómo me has llamado cocinero pervertido? – respondió la voz de Zoro.

La peli-naranja y el de la nariz larga respiraron aliviados dejándose caer al suelo percatándose de que se trataba de sus nakamas.

Los dos hombres aparecieron en lo alto de la parte trasera del Sunny con los puños apretados dispuestos a entrar en pelea, sus miradas estaban unidas de una manera amenazante del uno hacia el otro.

- ¿Qué ha sucedido? – preguntó Robin entonces desde la parte baja llamando la atención de ambos piratas.

-Robin-swan – dijo Sanji cambiando su tono de voz a uno de adoración bajando las escaleras acercándose a la arqueóloga – ya está todo solucionado, no dejare que nada te lastime – añadió dándole un beso en el dorso de la mano a la mujer.

- ¡Sanji! – el grito de Luffy cortó el aire- ¿Dónde está la comida? – el capitán apareció corriendo colgándose en la barandilla de la parte superior.

El cocinero chasqueo la lengua apartándose de Robin encaminándose a la cocina.

- Yo también me muero de hambre Sanji – intervino entonces Brook – ¡oh! Si yo ya estoy muerto yohohohoho – añadió llevándose las manos a su rostro.

Detrás de Luffy aparecieron Franky y Chopper que bajaron a la cubierta donde se encontraban los demás.

- Chopper – habló Robin - ¿Qué ha pasado en la enfermería? – interrogó la de ojos azules a su compañero.

- No sé ni cómo explicarlo – suspiró el reno agachando la cabeza.

- Será mejor que hablemos en la cocina – cortó Nami señalando al científico que parecía no querer perderse detalle de lo que había ocurrido.

Todos los presentes asintieron y se encaminaron a la habitación que la navegante había propuesto, a excepción de Zoro, que se presentó voluntario para vigilar a Caesar.

El espadachín se dejó caer en el césped apoyando su cuerpo contra la baranda del barco situando los brazos detrás de su cabeza.

Mientras tanto en la enfermería, Ray se había vuelto a dejar llevar por el agarre de hombre que la había levantado del suelo hasta sentarla una silla.

Una vez que la chica estaba sentada, Law caminó hasta coger otro asiento para acercarlo frente al de la joven al igual que había hecho con anterioridad en la cocina.

Antes de coger asiento estiro su brazo hacia la chica ofreciéndole las gafas de sol que le había pedido a Franky.

- Es para que no sientas tanta molestia por la claridad – explicó.

Ray estiró su mano agarrando el objeto.

- Gracias – pronunció al mismo tiempo que las acercaba a su rostro y las colocaba cubriendo sus ojos con la cabeza gacha.

La morena seguía viendo borroso, pero por lo menos podía mantener los parpados abiertos ya que la luz no le daba de manera tan directa.

El cirujano se había dejado caer en la silla acomodándose con los brazos y las piernas cruzadas. Quería ir directo a las preguntas que le interesaban, pero sabía que así no conseguiría que la chica confiase en él.

- ¿Cuántos años tienes? – rompió el silencio el capitán de los Hearts.

- ¿Qué? – pregunto instintivamente Ray dejando que una pequeña risa saliese de sus labios levantando la cabeza para mirar al hombre delante de ella directamente desde detrás de los cristales que ocultaban sus ojos.