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Los marines habían vuelto a pintar la raya que separaba a los piratas de ellos una vez que los niños se subieron al barco. 

Extendieron unas lonas para así evitar que los Mugiwara que se habían acercado a despedirse pudieran hacerlo, ya que no querían que los menores viesen a los piratas, cuando en realidad eran ellos quienes querían evitar estrechar lazos teniendo en cuenta su condición. 

Al final admitieron el motivo y bajaron las telas para así poder dejar a los niños despedirse de las personas que los habían salvado. 

Una vez que el petrolero se hubo alejado de la isla, los tripulantes del Sunny se encaminaron hacia el barco junto con Law que se había unido a ellos después de tener una charla con Smoker  y dar el primer paso de la segunda fase de su plan. 

El del sombrero de piel caminaba en silencio con la cabeza gacha, todo estaba en marcha después de tanto tiempo, solo había algo o mejor dicho alguien que se salía de sus planes. No prestaba la mínima atención a lo que pasaba a su alrededor ya que iba completamente sumido en sus pensamientos. 

- Oye ¿él va avenir con nosotros? - pregunto Zoro que se situaba unos pasos más atrás que el moreno. 

- Cierto, no te hemos hablado de la alianza - le respondió Ussop que se encontraba junto al peli-verde. 

Cuando llegaron al barco los Mugiwara se fueron esparciendo cada uno en lo que parecían sus posiciones habituales, Momonosuke y Kin'emon miraban fascinados el navío pirata. 

Franky, al escuchar la llegada de sus compañeros había salido de la habitación medica encaminándose al timón, por el camino se cruzó con el cirujano que paso sin decir nada.  

Trafalgar abrió la puerta de la enfermería sin dar aviso, se adentro en ella acercándose a la camilla donde se situaba la chica y Chopper. Este último estaba tratando las heridas de las muñecas de la joven que permanecía inconsciente, el reno estaba tan concentrado que ni se había inmutado de la llegada del peli-negro. 

- ¿Cómo esta? - rompió el silencio el capitán sobresaltando al medico de los Mugiwara haciendo que saltase de la silla donde estaba situado al suelo. 

- ¿No puedes avisar cuándo entres a los sitios? - le recriminó el reno desde la pared donde se había pegado atemorizado. 

Law ignoro a Chopper acercándose a la morena, apoyo su nodachi contra la superficie en la que estaba tumbada y le agarro la muñeca apartando las esposas un poco para comprobar el pulso. Parecía que estaba estable, supervisó las curas que el reno estaba realizando con un rápido vistazo. No era una tarea fácil teniendo en cuenta el metal que rodeaba las extremidades. 

- Habrá que ponerle una vía para hidratarla - dijo al mismo tiempo que notaba como Chopper se acercaba de nuevo al sitio que ocupaba antes - ¿Podrás encargarte? - interrogo enfocando sus ojos en el reno. 

Este simplemente asintió, dándose la vuelta rebuscando entre los cajones que había en una estantería de la habitación. 

El cirujano agarró de nuevo su Kikoku para caminar hacia la salida sin decir nada más. 

El Mugiwara siguió con la mirada los pasos de peli-negro, el aura de Trafalgar atemorizaba al medico. Cuando estuvo solo en la enfermería Chopper prosiguió con su tarea preparando todo el material necesario para colocar la vía a la desconocida. 

Law salió a la cubierta para buscar un lugar tranquilo, aunque dudaba bastante que ese barco hubiese alguno, donde poder esperar a la llamada que tanto ansiaba. 

- ¡Zarpemos! - escuchó entonces el capitán de los Hearts desde la proa del barco donde Luffy se encontraba con los brazos en alto. 

Todos los de la banda rodeaban a su capitán, nada mas soltar esas palabras el Sunny comenzó a alejarse de la isla de Punk Hazard. 

*A cierta distancia de Punk Hazard* 

Una figura saltaba por el cielo dirección a la isla donde se encontraba el laboratorio. 

- Parece que esos chiquillos tienen suerte - soltó al viento mientras seguía avanzando - No puedo creer que el Camino del Cielo se termina ahí, mmmmmmmmm/hehehehehehehe - dijo sonriendo maliciosamente. 

La atención del rubio que flotaba en el aire cayó sobre una columna fina de humo, sin pensarlo mucho este avanzó hasta el lugar, dejándose caer sobre una balsa. 

-¡Joven amo! - dijo Buffalo, la cabeza del dentudo se encontraba cortada y encadenada junto a la de Babby 5 en el mástil del bote. 

- ¡Diablos! ¡Ese cretino de Law nos ha traicionado de verdad! - intervino entonces la chica con lagrimas en los ojos. 

El rubio que acababa de llegar los observaba tras los cristales de las gafas de sol sin pronunciar palabra mientras ambos se lamentaban y disculpaban por no haber llevado a cabo su misión. Al final el recién llegado le quito importancia al mismo tiempo que pisaba un barril en el que habia un temporizador con explosivos. 

- Que sorpresa - se escuchó entonces desde un den den mushi que estaba descolgado justo delante de las cabezas - No pensé que aparecería el jefe - la voz del cirujano a través del aparato llamo la atención del rubio. 

- ¿Eres Law? Cuánto tiempo - respondió el de gafas - Es una pena que no estés aquí. 

-Si buscas a Caesar, esta conmigo - le corto la voz desde el receptor - y también la chica, Joker. 

La cara del hombre que se encontraba en el bote cambio, la sonrisa desapareció de sus labios, intento desviar el tema para restarle importancia preguntándole por los cuerpos de los que se encontraban en la balsa pero, Trafalgar volvió a las negociaciones ya que hablar sobre ese tema le parecía absurdo.  

El joven dejo clara la ventaja que poseía en aquella situación, teniendo en cuenta que en su poder se hallaba algo que el rubio quería puesto que, sin Caesar la posibilidad de hacer SMILE era imposible y su vida correría peligro.  

Joker se sentó en el borde de la balsa empezando a sentirse frustrado por la situación. 

- Oye, ya vale de bromas Law - pronunció el de las gafas frustrado - ¿Qué quieres a cambio de Caesar?  

Una sonrisa torcida se formó en los labios del den den mushi. 

- Renuncia a los Shichibukai - respondió el cirujano. 

Los tres que se encontraban en la balsa se sorprendieron al escuchar esas palabras, sin poder creer lo que Law le estaba pidiendo ya que, si eso pasara el rubio perdería sus privilegios y tendría que dejar de gobernar Dressrosa.  El joven pirata sabia lo que le había costado a su antiguo jefe lograr ese puesto y lo único que quería era ver cómo lo perdía.  

- Espero verlo en el periódico de mañana, si tu renuncia de los shichibukai esta en el periódico, te llamare - pronuncio Trafalgar. 

El rubio apretaba los dientes mostrando cada vez más enfado en su rostro. 

- Si no lo veo, no habrá trato - prosiguió hablando al otro lado de la linea el peli-negro - Adiós - colgó sin esperar a recibir una respuesta. 

Dofflemingo se levantó de golpe llamando a Law intentando en vano que no colgara pero, la conexión se había interrumpido sin darle mas opciones. 

El rubio volvió a sentarse agachando la cabeza frustrado agarrando sus manos con fuerza, estas temblaban de rabia, cuando elevó de nuevo la vista tenía el ceño tan fruncido que una vena en su frente se marcaba notablemente. 

- ¡Maldito chiquillo! - dijo entre dientes. 

*En el barco de los Mugiwara*

Trafalgar acababa de colgar el den den mushi con una sonrisa torcida en sus labios, estaba satisfecho con cómo estaba desarrollándose su plan. 

De pronto, los pensamientos de el del gorro de piel fueron interrumpidos por unos gritos que venían del exterior. Poniéndose en alerta se levantó agarrando su nodachi para después, salir corriendo de la habitación desde la que había realizado la llamada. 































- Jikken -Trafalgar LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora