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Law enredaba con sumo cuidado la banda blanca alrededor del brazo de la morena, esta miraba los movimientos atentamente, los dedos tatuados del cirujano se movían con una habilidad experta.

Ray se permitió analizar los tatuajes que cubrían las extremidades del peli-negro, la curiosidad por los motivos de dichos dibujos se clavó en su mente.

La joven estaba tan metida en sus pensamientos que no se percató de que las manos del hombre se habían detenido, cuando fue consciente de que el pirata no seguía con su trabajo, levantó el rostro topándose con unos ojos grises que la miraban fijamente.

La chica tragó en seco sin apartar su mirada, que seguía oculta, de aquellos iris color ceniza.

- ¿Estas bien? - inquirió el capitán de los Hearts, Ray asintió.

Law frunció el ceño, sorprendido por la pregunta que había formulado, mientras volvía su atención al trabajo. El interés por los pensamientos que cruzaban la mente de la chica le había jugado una mala pasada al no poder reprimir las palabras.

Después de esa pregunta, Ray se obligó a mantener la mirada fija en la pared de su izquierda, intentando ordenar su mente para tener las ideas claras.

Cuando el cirujano dio por terminado su trabajo con el vendaje, cortó la mano de su paciente usando su habilidad para después pedir a la chica que colocase la esposa al igual que había hecho con anterioridad con la otra.

Una vez que hubo colocado la mano en su sitio, el peli-negro deshizo el Room mientras se daba la vuelta caminando hacia la pared situada enfrente de Ray.

Dándose la vuelta, el pirata dejo caer su cuerpo contra la pared y miro a la joven que también lo observaba.

- Ahora - pronunció mientras guardaba su nodachi en la vaina - hablemos Ray-ya - dijo apoyando el arma en la pared para después cruzarse de brazos.

- ¿Qué es lo que quieres saber? - preguntó la morena.

Una fugaz sonrisa cruzó los labios de Law, había tantas cosas que le gustaría saber.

- Tu historia - pronuncio con voz ronca el cirujano - el motivo por el cual abandonaste el North Blue para venir al Nuevo Mundo - añadió.

La chica rió levemente al mismo tiempo que negaba agachando la cabeza.

- ¿Crees que confío en ti algo como para contarte las razones por las cuales he acabado aquí? - pregunto irónicamente la morena - estas muy equivocado Trafalgar Law - pronunció levantando la cabeza encarando al peli-negro.

El pirata chasqueó la lengua dándose cuenta de que no iba a ser fácil descubrir los secretos de la chica.

- Pues cuéntame aquello que creas necesario para que sopese la idea de revertir lo que han hecho contigo - ofreció el capitán.

Ray abrió la boca sorprendida ante las palabras que acababa de escuchar para luego, mostrar sus dientes en una media sonrisa.

- ¿Cómo sé que puedes hacer tal cosa? - inquirió la morena manteniendo un tono seguro.

Una sonrisa torcida cubrió los labios del pirata, la actitud de la chica le estaba resultando divertida.

- Puedes creerme o no - pronunció el hombre encogiéndose de hombros - eso depende de ti ya que no puedo demostrarte que sea capaz de hacerlo - explicó.

La ceja de la chica se alzó por encima de la gafa ante la respuesta.

- Eso no me sirve - habló la joven - pero tampoco tengo muchas alternativas, así que a cambio de contarte lo que yo crea preciso de mi historia - dijo bajándose de la camilla para ponerse de pie – tú me contaras el motivo por el cual nos dirigimos a Dressrosa - zanjó acercándose al pirata y extendiendo su mano izquierda.

- Jikken -Trafalgar LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora