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En una habitación del palacio de Dressrosa, Ray se mantenía paralizada a causa de las habilidades de Doflamingo, aunque intentaba con todas sus fuerzas moverse no conseguía liberarse de la fuerza que la mantenía prisionera en su propio cuerpo.

Las lágrimas descendían desde los ojos de la chica recorriendo el rostro cargando con ellas la impotencia surgida por la situación.

La joven odiaba estar sola, encontrarse de nuevo a merced de alguien la martirizaba, creando en ella una desesperación casi palpable.

"Ray" escuchó la chica en un tono melódico procedente de una de las esquinas de la estancia.

El cuerpo de la morena se contrajo al oír la voz.

- No no no - pronunció cerrando los ojos con fuerza - vete.

Desde las sombras del rincón de la habitación una silueta oscura se materializó avanzando con lentitud hacia el sofá que ocupaba la joven.

"Vamos Ray sabes que no es tan fácil" habló la figura.

- Déjame - pidió entre dientes la apresada manteniendo sus párpados cerrados.

"¿Por qué volvemos a estar en esta situación?" quiso saber la sombra colocándose enfrente del mueble a escasos centímetros de la chica.

La morena no respondió, intentando así no hacer caso a la presencia que la acompañaba.

"Has vuelto a confiar, te has vuelto a dejar manipular" una extremidad etérea perteneciente a la sombra rozó los dedos de una de las manos de Ray.

La chica sintió un frío que se transmitía por todo su cuerpo al captar el toque, inconscientemente trago saliva para enfocar su mirada en la silueta oscura que tenía enfrente.

"Sabes lo que pasa cuando confiamos, conoces las consecuencias y aún así volvemos a estar en la misma circunstancia" siguió hablando la figura.

- Lo siento - susurró la morena.

La sombra comenzó a gatear sobre el sofá cerniéndose sobre el cuerpo paralizado de la chica, colocando sus pies en los reposabrazos y las manos en el respaldo del sofá, que se clavaron como garras en el material.

La angustia se apoderó de la joven mientras se sentía acorralada por la figura, era como si la oscuridad se cerrara a su alrededor, envolviéndola en un abrazo frío que le robaba el aliento.

"Mátalo Ray, es nuestra única salida" susurro la gélida voz de la sombra junto al oído de la morena provocando un escalofrío que recorrió la columna vertebral "ya lo hemos hecho otras veces" añadió tentativamente "acaba con Law para poder seguir viviendo".

La joven sintió cómo la oscuridad la engullía poco a poco, "ya has tomado tu decisión" una risa tétrica resonó en los oídos de la chica después de aquella frase.

Entonces la luz inundó toda la estancia, Ray movió su vista hacia arriba instintivamente encontrando el cielo azul sobre su cabeza, no sabía qué había pasado pero dedujo que algo grave estaba pasando ya que era como si algo hubiese cortado el edificio por la mitad.

Después de aquello un temblor agitó la estructura, la chica pudo observar como unos hilos formaban una especie de cúpula en el aire, seguido de eso se percató de que la tierra volvía a temblar, como si se estuviera desplazando.

- ¿Qué está pasando? - soltó en un suspiro.

El ruido de lo que parecía una batalla llegó a la estancia desconcertando más a la morena.

Ray no sabía el tiempo que había transcurrido, después de habituarse al sonido del exterior se sumió en sus propios pensamientos hilando en su mente el plan que llevaría a cabo, estaba decidida a no morir, dispuesta a hacer lo que fuera necesario para ello.

- Jikken -Trafalgar LawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora