🌻Pain🌻

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Hundido en lo más profundo de su ser, así se sentía Minho después del velorio. Era como si su alma haya escapado de su cuerpo, y ahora solo era un cuerpo en físico que rondaba por la tierra sin ni una pizca de brillos en sus ojos. Estaba devastado, pero aún así, no demostraba nada en su rostro ni lloraba cuando había gente cerca. Acompañó a su cuñado en todo el proceso de papeleos y a pedido del mayor, se mudó por un timpo con el doctor Bangchan. Estaba acostumbrado porque vivió algunos años allí de niño, aunque seguía sin ser su casa. Baekhyun no podía cuidarlo y le pidió a Chan que se haga cargo porque él no se sentía capaz, Minho oyó toda la conversación escondido detras de la pared.

-Hyung...-Jisung entró a la habitación con una bandeja de comida en la mano. Su carita detonaba preocupación porque el castaño no comía nada desde la noche anterior, solo bebía agua. -Mira, te traje panqueques con dulce de leche que hice yo mismo.

-Ah...puedes dejarlo ahí. -Ni siquiera volteó a verlo, seguía acostado con la mirada puesta en la ventana. Afuera llovía a cántaros.

-Mmh, hyung. -Jisung se subió a la cama gateando hasta quedar cerca suyo. Se acostó lentamente y lo abrazó de costado ocultando su rostro en el hueco del cuello ajeno. -Puedes comer algo por favor...tu pancita se va a poner mal si no haces más que tomar agua.

-No tengo hambre.

-Tal vez si pruebas un poquito, puedas sentir-

-No quiero comer, Jisung.

-Bueno...-Eso lo desalento mucho, casi se levanta y se va, si no fuera porque Minho se giró y lo abrazó fuerte por la cintura. -¿No quieres que me vaya?

El mayor negó, disfrutando el aroma que le hacía falta sin darse cuenta. Lo adoraba más que a su vida, probablemente por esa razón seguía sin acabar con su existencia; porque tenía a Jisung. Le costó tiempo darse cuenta de ese hecho, y lo estuvo pensando bastante, pero todos sus pensamientos en los peores momentos acababan resaltando en él, su sonrisa, su forma de ser, sus alientos y preocupaciones al verlo, todo sumaba a que se mantenga de pie. No tenía idea de que era el amor en sí, pero ha leído lo suficiente para tener una idea. Probablemente amaba a Jisung con tanto fervor desde el momento en que tuvo consciencia de sus actos, que ahora no tenía el valor de provocarle tristeza arruinandose a sí mismo del todo.

Minho se elevó sobre sus manos por encima de Jisung, viéndolo en silencio con solo las gotitas de lluvia chocando en el techo de fondo. No era para nada feliz su expresión, sin embargo, estaba llena de amor y sentimientos. A Jisung le partía el corazón verlo sufrir así, no podía evitar que lagrimitas de compasión y empatia resbalaran por sus mejillas. El mayor notó el detalle y sacó cada una con sus suaves dedos.

-No me gusta hacerte llorar, lo siento tanto. -Se disculpó cerrando sus ojos culpable.

Jisung no respondió, en su lugar, se animó a chocar sus labios con los labios ajenos de forma delicada. Empezó a profundizar el movimiento primero lento y después con más confianza que otras veces. Abrió la boca permitiendo que la lengua de Minho se introduzca dentro de su cavidad, envolviendose a la suya. Compartieron un momento íntimo, hasta que oyeron el ruido de las llaves de Bangchan y supieron que ya no estaban solos en la casa.

-Llegó mi papá. -Avisó el menor levantandose a duras penas para ir a ver si el adulto no necesitaba algo.

Minho iba a negarse, pero no tenía fuerzas de nada, así que se quedó tendido en la cama con la mirada perdida en el techo.

Jisung bajó las escaleras a saltitos rapidos, encontrandose con Bangchan portando un rostro muy serio, extrañamente, a su lado no estaba Jennie como siempre, sino su tío Felix. Al adolescente le pareció extraño que la mujer no ande por la casa desde temprano, se supone que ella salía con su papá.

-¿Y Jennie?

Bangchan volteó después de dejar su abrigo en el perchero, y miró a su hijo con una mueca difícil de interpretar si era buena o mala. Felix miró a su hermano y decidió contestar esa pregunta llevando a su sobrino hacia la cocina.

-¿Que pasa?

-Hannie, verás...tu papá y Jennie tuvieron una discusión ayer, entonces...

-¿Jennie se fue?

-Mmh, sí. Por eso vine a quedarme aquí unos días mientras estoy de vacaciones. Creo que no son los mejores días que le tocaron a esta familia, así que tenemos que ser fuertes. ¿Sí? -Felix lo abrazó unos minutos, besando su frente. -Jeongin está viniendo de la escuela, él también se va a quedar, el único que no puede es Changbin porque está trabajando todavía.

-Entiendo, está bien, tío. Gracias por estar.

-No hay que agradecer cariño, ¿por qué no cocinamos algo rico ahora que esta lloviendo? Podemos hacer comida calentita para pasar el frío que está haciendo.

Jisung asintió convencido de que sus cualidades en la cocina podrían hacer sentir mejor a Minho. Subió las escaleras para avisarle que iba a quedarse abajo por si quería bajar también, aunque sabía que seguro no aceptaría porque estaba muy triste. Completamente lo entendía, ni se imaginaba el dolor que sentía, tratar de ponerse en su lugar era lo mejor que podía hacer.

Al entrar a la habitación, vio a Minho inmóvil prácticamente sin parpadear. Sinceramente parecía un muñeco sin vida, le daba tanta lástima que el poco brillo que logró tener hace unos años ya no quedaban ni rastros. Ojalá pudiera regresar el tiempo y evitar que pase tanto, pero no podía, solo quedaba enfrentar la cruda realidad.

-Ilino, voy a cocinar con el tío Felix abajo, dijo que va a quedarse y viene Jeongin también. -Avisó tirándose a la cama encima de Minho. -¿No quieres ir?

-No tengo ganas de nada.

-Por favor, inténtalo por mi...te pasaste aquí encerrado más de una semana.

-Pero te dejo pasar a verme...

-Sí y estoy feliz de ser el único al que quieras ver...-Sonrió, acercándose a darle un beso en la mejilla. -pero todos están preocupados por ti, no solo yo.

Minho lo pensó brevemente y suspirando rendido ante la mirada insistente que le daba Jisung, obtuvo fuerzas no sabe de donde para ponerse de pie y acompañar al chico hacia la cocina. Durante todo el tiempo que cocinó, Jisung no dejaba fuera de nada a su hyung tan amado, lo buscaba con los ojos y le mostraba pequeñas cositas que no tenían relevancia alguna, pero servían de excusa para mantenerlo entretenido y que no piense en nada más.

Minho pensó entonces que tal vez Jisung podría ser su salvación.

Sin Medias || Minsung [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora