🌻Pain🌻 6

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No importa si tenga que enfrentarse a un equipo de rugby o a un tipo el doble de su tamaño, Jisung iba a averiguar quién lastimo a su hyung y lo iba a hacer confesarse ante los directivos. Alguien debía pagar las heridas y el mal provocado, aún si Minho afirma que estaba bien, que lo deje pasar. No podía quedarse de brazos cruzados.

Toda la mañana se pasó siendo observador con las personas que se les acercaban en la escuela. Buscó pistas o alguna señal por mucho tiempo, pero no parecía que haya algo fuera de lugar, además, Minho tampoco colaboraba y le decía directamente quién fue. Se cansó con facilidad de buscar, pero seguía de pie sin rendirse. Cerró su casillero en el vestidor de varones y esperó a que Minho haga lo mismo a su lado, el mayor se estaba terminando de cambiar, no hacía gimnasia por las heridas, pero todavía le exigían que participe de las clases y se quede sentado en las gradas.

-Se me hace o hoy te ves más atractivo que de costumbre. -Coqueteo el bajito, tirando su espalda contra los casilleros para lucir confiado.

-Siempre soy atractivo. -Bromeó Minho a la vez que su mente no dejaba de recriminarle lo que pasó con Jisung y el hecho de que le siga la corriente sabiendo que no es merecedor de ese trato. Era increíble que no pueda estar bien ni un segundo.

-Tienes razón, siempre lo eres. ¿Como le haces para gustarme tanto?

Jisung aprovechó la oportunidad de que no había nadie cerca y tomó al mayor por los hombros, invitándolo a que ponga las manos en su cintura. El castaño negó con la cabeza, mirando para todos lados esperando que nadie entre. Desde lo de la habitación, Jisung se le lanzaba todas las veces que podía, sin ni una pizca de pena, y literalmente a Minho se le iba la cordura cuando hacía eso, le encantaba, no iba a negarlo más.

-Hannie...cualquiera puede entrar ahora. -Susurró sobre sus labios a punto de unirlos. Sus respiraciones chocaban y se mezclaban tentandolos a cortar la distancia.

-No me importa, si es por mí, todos se enteran que eres el único que me gusta y al que le dejo hacerme lo que quiera.

-No digas eso. -Minho se alejó, siendo consciente de que no podían estar así en el colegio. La gente de ahí era muy cerrada y le harían la vida imposible a Jisung también si se enteran que andan juntos.

-Si es la verdad, no estoy mintiendo.

-Anda, cambiate y vamos a clases, no quiero que nos vean y hagan rumores idiotas de ti despues.

Jisung ignoró lo que decía y lo besó rápidamente en los labios, pegando sus cuerpos y jadeando cuando el otro le dio una reprimienda en su parte trasera. Si que le dolió, Minho nunca le pegó tan fuerte con la mano abierta, menos en la cola. De repente se encontró a sí mismo descubriendo un nuevo fetiche.

-Más fuerte. -Pidió divertido, haciendo que el mayor lo mire raro.

-¿Estás loco? Lo hice para que me soltaras.

-Lo sé, pero lamento informar que me gustó, hazlo más de seguido.

-¿Te gusta todo lo que hago o que? -Negó con una sonrisa, sacando la ropita de Jisung de su bolso para ayudarlo a cambiarse.

-Sí me gusta. -Asintió el rubio sin miedo a ser sincero como su corazón mandaba. -¿Me vas a vestir?

-Quiero que los profesores no nos reten por llegar tarde. -Dijo mientras le hacía levantar los brazos para sacarle la remera y ponerle la de gimnasia.

Sin querer, se quedó viendo el cuerpo bien formado del menor más tiempo de lo esperado, es decir, siempre lo veía, incluso se bañaban juntos, pero toda su perspectiva se cambió despues de que hayan tenido ese momento tan íntimo. Desde entonces, solo quiere tocarlo mayor parte del tiempo y tenerlo bajo suyo, pero claro, lo controla bien y su mente no lo deja llevarse libremente. Está atrapado en su cuerpo y lo odia, desea mejorar para vivir algunas veces, aunque sigue ganando las ganas de rendirse.

Sin Medias || Minsung [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora