Últimos capítulos.
Minho había tomado una decisión que cambiaría para siempre su vida y/o la acabaría del todo. Ni bien amaneció ese viernes 7 de diciembre, sacó todos los útiles de su mochila vaciandola por completo para poner todas sus prendas que se compró en los tiempos que vivía con su hermano. Metió también su peluche que cargaba de niño, obsequió del mismo Chanyeol, dándole un sonrisa triste a toda la habitación por último. No regresaría nunca más a ese lugar, pero agradecía mucho que por bastante tiempo lo pudo llamar hogar.
Minho había decidido que no llegaría a sus 17 años de vida.
Los fantasmas en su interior le daban bendiciones porque ya no los haría sufrir con un nuevo año, y él se sentía inevitablemente un cobarde por no haberles hecho frente. Aun así, estaba aliviado de no tener que seguir luchando contra él mismo, sinceramente no le quedaban energías ni ganas. Lo intentó, de verdad lo intentó, hizo su esfuerzo, pero toda esa mierda que cargaba dentro lo derrumbó.
Caminó con la cabeza gacha un rato largo, levantando la mirada debes en cuando solo para ver por donde iba. Vio una tienda a mitad de camino y entró a comprar un par de cosas que iba a necesitar en cuanto llegara a su lugar de destino, donde acabaría con todo de una vez. Compró un poco de carne molida para los gatitos de la calle, un periódico viejo y un encendedor. Se sentía Mickey Mouse consiguiendo las mouse herramientas, al final sería para ayudar a otros ¿o no? Sonrió apenas mientras ponía más fuerte la música depresiva en sus auriculares.
Admite que una vez pensó que podría seguir adelante, creyó que con ayuda de Jisung y Chanyeol podría ser fuerte, pero al ver que la vida le quitaba a uno de sus pilares más importantes, temió ser únicamente una carga para Jisung, depositando en él todos sus problemas y siempre haciéndolo llorar. No quería eso, enrealidad, deseaba hacerlo feliz. Es una lastima que no iba a lograr su cometido nunca.
Unos minutos más tarde visualizó su lugar de destino a unos metros de donde estaba parado. Observó la fachada de su vieja casa con un sin fin de sentimientos tristes golpeando su pecho con dolor. ¿Sería capaz de entrar enserio? Ahora sinceramente perdió todo coraje que tuvo en un principio. ¿Que estaba haciendo? ¿Por qué fue ahí en un principio?
-Ey, eres mi pequeño Minhonie, ha pasado un tiempo largo. -Una voz lo hizo darse vuelta con precipitación.
Se quedó paralizado al percatarse del hombre rubio frente a sus ojos. No tenía el valor de moverse o de hacer algo para que no se acercara tanto a él. Cuando se dio cuenta, ya lo tenía acariciando su rostro y la acción le dio tanto asco que retrocedió dos pasos para vómitar a un lado de la acera.
El hombre se burló en voz alta.
-¿Que pasa, angel? Pensé que estarías feliz de verme. -Siguió diciendo el adulto, acercándose de nuevo. -Déjame decirte que estuve pendiente de ti todos estos años, me escapé de la policía solo para poder verte ir al colegio y hacer tu vida...haz cambiado bastante. Estás muy guapo y bien maduro, no se sí sigues gustándome como cuando era más pequeño, pero te tengo un gran cariño.
Minho comenzó a llorar en silencio, todavía paralizado por el miedo que tenía en ese momento. Las piernas le temblaban y no podía hablar, estaba bloqueado. Fue fácil de llevar cuando el tipo lo sujetó de los brazos y lo arrastró al interior del patio abandonado. No fue capaz de gritar para pedir auxilio, solo caminó cabizbajo. Cayó de rodillas al suelo de un fuerte empujón.
-Espere tanto por ti, no te imaginas lo que pasé todos estos años por tu puta culpa. -Soltó con desprecio el hombre, agarrando su mentón con intenciones de dejarle roja la piel por la presión. -¡Di algo, mierda!
-Ah, de-dejame ir...por favor...no me lastimes.
-Desde que abriste tu repugnante boca, fui acusado en vano por algo que tu querías también. Perdí mi libertad por tu culpa, ahora entiendo el desprecio que te tenía tu padre cuando le preguntaba por ti.
El menor se quedó en silencio, rindiendose fácilmente ante la presencia de una figura real de los fantasmas que lo atormentaron toda su vida. Si quería demostrar coraje, si quería hacerle caso a Jisung y ser más valiente, debía ponerse de pie y empujar lejos al asqueroso que lo tocaba por encima de la ropa ahora mismo, pero se sentía el mismo niño indefenso de ese tiempo, era como si no pudiera salir de ese estanque psicológico que no lo dejaba avanzar.
-Mírate, tan idiota y ridículo como recuerdo. Es una lastima que hayas crecido tanto. -Susurró el rubio muy cerca de su oreja. Todo con el detalle de que no alejaba sus manos del cuerpo ajeno.
Las ganas de vomitar regresaron y Minho no pudo contenerse, devolvió lo poco de su estómago en la ropa del hombre, haciendo que este se aleje enojado. En respuesta, Minho ligó una patada en sus costillas que lo hicieron retorcerse del dolor en el suelo.
-¡Maldito niño! Ahora vas a pagar por esto también.
Lo agarró de los pelos y lo arrastró de esa forma al pequeño baño que seguía ahí. La escena iba a repetirse y Minho no sabía como evitar que pasara. Pensó que el recuerdo estaba olvidado o sellado, pero no era así, tan pronto como vio la puerta de madera ya en muy mal estado por no recibir cuidados, revivió todo lo que le pasó; los golpes, las reprimiendas, los insultos, el abuso, el desprecio en la mirada de su madre el día que trató de matarlo. Todo.
-Quitate la ropa, ahora. -Exigió el rubio una vez puso su cuerpo contra la puerta del baño.
Entonces Minho reaccionó sintiéndose libre de las cadenas que lo sujetaban y evitaban que pueda moverse. La ira se apoderó de su persona, lo hizo transformarse en alguien irreconocible. Tenía fuerza, lo sabía muy bien, pero nunca la usó como ahora. Se levantó sobre el rubio y lo golpeó de seguido en el rostro, sin darle tiempo a defenderse. Lo tumbó al suelo y empezó a desquitarse sintiendo gozo en su alma con la sangre que derramaba el rostro del contrario. Perdió la poco cordura que le quedaba.
-Muere, muere, muere. -Repetía sin parar, dejando cada vez más irreconocible el rostro ajeno. Al dejarlo inconsciente, se puso de pie y buscó el periódico y el encendedor que trajo en su mochila. Prendió fuego las hojas viejas y se quedó viendo al hombre sangrando en el suelo. Iba a quemarlo vivo.
-¡Minho, no!
Jisung llegó corriendo justo a tiempo para evitar que cometa una locura. Muy distinto a lo que imaginaron que estaría haciendo, el chico no se esperaba encontrar a Lee a punto de quemar viva a otra persona. Eso lo asustó, aún así, no evitó que se prendiera del mayor en un abrazo para hacer que suelte las cosas.
-¿Están bien? -Al cabo de unos segundos, la policía llegó también y junto con ellos Chan y Felix.
-Mis amores ¿están bien? -Preguntó el doctor, abrazando primero a Minho y luego a Jisung. -Dios, estaba tan preocupado.
-Chan, hablemos ya, ven aquí. -Dijo Felix llamando a su hermano en cuanto la policía revisó al hombre herido y lo llevó a la patrulla.
Bangchan dejó brevemente a los menores y se acercó a su hermano caminando a un lado de ellos, un poco lejos para que no los oigan hablar.
-Ese tipo que se están llevando es el que abusó de Minho cuando era niño, estaba prófugo.
-¿Qué? No puedo creer lo ineficientes que son, mira nada más, volvería a atacar a Minho si no llegábamos a tiempo. Ese enfermo de mierda andaba suelto tan cerca de los chicos como si nada. No es justo. -Dijo Chan, tan frustrado como nunca.
-Tienes razón, voy a encargarme personalmente de que pague una buena condena como se merece, no pienso dejar que se salga con la suya.
-Muchas gracias, hermano.
-Pero hay otra cosa sobre Minho que aunque me duela, debo decírtelo.
Chan sabía muy bien por donde iba la conversación. Negarse a ver la realidad del estado en el que estaba Minho actualmente sería muy peligroso tanto para él mismo como para su hijo.
-Lo sé, no hace falta que me lo recuerdes...solo dame un día para hablar con ellos y explicarles que es por un bien mayor. -Contestó con la vista puesta sobre los dos adolescentes que se abrazaban indefensos a unos metros.
Le partía el corazón tener que separarlos, pero era lo mejor a este punto que trató de evitar llegar por mucho tiempo.
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Sin Medias || Minsung [FINALIZADA]
Fiksi PenggemarMinho es un niño que nació en el lugar y tiempo equivocado. 🔻RESUBIDO Advertencias: •Violencia sexual/ física. •Sensible no apto para todo público •NO ADAPTACIONES