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En la sala de estar, TN y Hinata observaban con entusiasmo a su hijo pequeño, que estaba dando sus primeros pasos tambaleantes. El ambiente estaba lleno de risas y palabras de aliento mientras el niño se aventuraba con valentía por la habitación.
TN: Mira, Shoyo, está dando sus primeros pasos! ¡Es increíble!
Hinata: ¡Sí, es asombroso! ¡Vamos, campeón, puedes hacerlo!
El pequeño, con una mezcla de determinación y emoción en su rostro, avanzaba unos pocos pasos antes de perder el equilibrio y caer hacia los brazos amorosos de sus padres.
TN: ¡Eso estuvo genial! ¿Viste, Hinata? ¡Nuestro hijo está creciendo tan rápido!
Hinata: Sí, lo vi. ¡Eres increíble, campeón! ¡Vamos, inténtalo de nuevo!
Animado por las palabras de aliento de sus padres, el pequeño volvió a ponerse de pie y se aventuró a dar más pasos, ganando confianza con cada intento.
TN: Eso, cariño, ¡vas muy bien! ¡Mamá está tan orgullosa de ti!
Hinata: Así es! ¡Eres un verdadero héroe, igual que tu papá!
El pequeño continuó dando pasos torpes pero valientes, mientras TN y Hinata celebraban cada pequeño logro como si fuera una victoria monumental.
TN: Recuerdo cuando ni siquiera podía sostener su cabeza, y ahora está dando sus primeros pasos. El tiempo pasa volando.
