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En medio de un partido crucial, Nishinoya se encontraba en su elemento, saltando y defendiendo con habilidad en la cancha. La emoción estaba en su punto máximo, con cada punto disputado con intensidad. En las gradas, TN observaba con nerviosismo, apoyando a su esposo con todo su corazón.
De repente, en un momento de gran emoción y tensión, un grito repentino rompió el aire. TN, sobrecogida por la emoción del partido, sintió cómo su fuente se rompía, anunciando el comienzo del trabajo de parto. El asombro y la anticipación llenaron la atmósfera mientras TN se daba cuenta de que el momento que habían estado esperando finalmente había llegado.
Nishinoya, al escuchar el grito de TN, detuvo inmediatamente el juego y corrió hacia las gradas, preocupado por su esposa. Al ver su expresión de dolor y sorpresa, comprendió de inmediato lo que estaba sucediendo y tomó una decisión rápida.
Nishinoya. Necesitamos ir al hospital. ¡Ahora mismo!
exclamó Nishinoya con urgencia, tomando la mano de TN y ayudándola a levantarse.
Sin dudarlo, Nishinoya y TN abandonaron el estadio rápidamente, dejando atrás el partido y la multitud que observaba con sorpresa. La adrenalina y la emoción se mezclaban en el aire mientras se dirigían hacia el hospital, cada segundo sintiéndose como una eternidad mientras esperaban llegar a salvo.
En el camino, Nishinoya trató de mantener la calma para tranquilizar a TN, pero su mente estaba llena de preocupación y anticipación. Habían esperado tanto tiempo por este momento, y ahora que finalmente estaba aquí, la emoción y la ansiedad se mezclaban en un torbellino de sentimientos.
Al llegar al hospital, fueron recibidos por el personal médico que los llevó rápidamente a la sala de parto. La tensión en el aire era palpable mientras Nishinoya esperaba ansiosamente fuera de la habitación, rezando por la seguridad de TN y su bebé.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el llanto del recién nacido llenó el aire, anunciando la llegada de su hijo al mundo. Con lágrimas de alegría en los ojos, Nishinoya entró en la habitación para encontrarse con su esposa y su hijo, sintiendo una oleada de felicidad y gratitud abrumadora.
Aunque el partido había quedado atrás, la victoria más importante de Nishinoya había llegado en forma de su hijo recién nacido, recordándole que, en la vida, algunas victorias son mucho más significativas que cualquier campeonato deportivo.
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En un estadio repleto de espectadores entusiastas y con la emoción en su punto máximo, Kenma se preparaba para un partido crucial. Mientras tanto, en las gradas, TN observaba con nerviosismo, apoyando a su esposo desde la distancia.
De repente, en medio de la intensidad del momento, un grito repentino cortó el aire. TN, sobrecogida por la emoción del partido, sintió cómo su fuente se rompía, anunciando el comienzo del trabajo de parto. La sorpresa y el asombro llenaron la atmósfera mientras TN se daba cuenta de que el momento que habían estado esperando finalmente había llegado.
Kenma, al escuchar el grito de TN, sintió una mezcla de preocupación y determinación. Sin dudarlo ni un segundo, dejó el partido antes incluso de que comenzara y corrió hacia las gradas para estar junto a su esposa.
Kennma. TN, tenemos que ir al hospital de inmediato
dijo Kenma con urgencia, tomando la mano de TN y ayudándola a levantarse.
Juntos, abandonaron rápidamente el estadio, dejando atrás el partido y la multitud que observaba con sorpresa. La adrenalina corría por sus venas mientras se dirigían hacia el hospital, cada segundo sintiéndose como una eternidad mientras esperaban llegar a salvo.
En el camino, Kenma trató de mantener la calma para tranquilizar a TN, pero su mente estaba llena de preocupación y anticipación. Habían esperado tanto tiempo por este momento, y ahora que finalmente estaba aquí, la emoción y la ansiedad se mezclaban en un torbellino de sentimientos.
Al llegar al hospital, fueron recibidos por el personal médico que los llevó rápidamente a la sala de parto. La tensión en el aire era palpable mientras Kenma esperaba ansiosamente fuera de la habitación, rezando por la seguridad de TN.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el llanto del recién nacido llenó el aire, anunciando la llegada de su hijo al mundo. Con lágrimas de alegría en los ojos, Kenma entró en la habitación para encontrarse con su esposa y su bebé , sintiendo una oleada de felicidad y gratitud abrumadora.
