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Kei observó con una sonrisa a su pequeño bebé, vestido con una adorable pijama de dinosaurio. El bebé, que ya gateaba con entusiasmo, estaba explorando la sala de estar mientras su curioso gato merodeaba por el lugar.
Kei: Mira, ¿verdad que se ve adorable con esa pijama? Parece un pequeño dinosaurio explorando su territorio.
TN. Si eso parece.
El bebé, fascinado por el gato, extendió sus manos con entusiasmo hacia el felino. El gato, por su parte, parecía intrigado y se acercó con cautela al bebé, olfateando con curiosidad.
El bebé soltó una risita mientras el gato jugueteaba con una cola de dinosaurio de juguete que sobresalía de la pijama. Kei se sentó en el suelo junto a ellos, animando su interacción.
Kei: ¿Ves, pequeño? Tu amigo peludo también quiere jugar contigo. Es como tener un pequeño dinosaurio y un gato aventurero en casa.
El bebé agarró la cola de dinosaurio y la movió con alegría, mientras el gato respondía juguetonamente, creando un pequeño espectáculo lleno de risas y sonrisas en la sala de estar.
Kei capturó el momento en su teléfono, deseando conservar este recuerdo especial para siempre. Ver a su bebé y a su gato jugar juntos llenaba su corazón de calidez y amor.
