Las reseñas de un alquimista para una serie que parece hecha por alquimistas. O sea, Miraculous/Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug y Cat Noir.
Reseñas que parecerán un sin sentido.
Alec Cataldi copa la portada por ser un crítico de la TV, y por se...
Un inicio tortuoso para la tercera temporada, ¿eh?
Marinette llega tarde a clase. Ella, cero en puntualidad.
Así que hay cambio de sitios y Mari por fin podrá sentarse al lado de su amado, Adrien Agreste. Mari cree que en amor, se distraerá y su rendimiento académico se desplomará como las acciones de Banesto, y así nunca podrá tener lo que desea con Adrien: casarse con él, su propia casa, tres hijos y un hámster llamado... Ah, sí, esa planificación que tuvimos que oír en Tormentosa.
Resulta de que el nuevo sitio de Marinette es al fondo, por alguien con problemas auditivos.
Llegó Caline para anunciarnos el regreso de... Lila Rossi.
Joer, la crispante Lila Rossi y sus mentiras. ¿Cómo que ella tiene «problema auditivo»? Y se pone con esa falsa simpatía.
Atención, que bombardea con sus mentiras: sufrir de tinnitus por salvar el gato de Jagged Stone de ser atropellado por un avión. Solo Marinette le cuestiona.
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Cuando Adrien quiso cambiar sitio con Marinette, ambas se negaron, y Lila ya tira de victimismo.
El caso es que los compañeros miran mal a la azabache. Y la rotación de sitios se mantiene.
La desesperación de Marinette atrae a Lepidóptero a crear un akuma para ella.
Marinette se tranquiliza en clase, pero el akuma vigila...
Comedor. Todos sirven la comida a Lila. Generosos ellos, pero sugestionables por las formidables mentiras de esta demonia, que afirma «tener un esguince». Adolescentes. Pero Marinette detecta las mentiras, y Alya desestima sus afirmaciones sobre Lila.
Marinette nos resume que en el primer día de clase de Lila (ver Volpina), vino soltando sus mentiras rampantes y la siguió.
Pero a Nino y a Alya no les ha gustado cómo la sastre loca ha podido seguir a Adrien y Lila. Y Alya le dice que una buena periodista verifica sus fuentes. Lamentablemente, chica no puede desmentir que Lila y Ladybug son mejores amigas, como quedó publicado en el Ladyblog.
Y Mari intentó demostrar que Lila no tiene el esguince... ¡lanzándole una bola de papel!
¿Y cómo contraataca ella? Dolida por «su esguince», y con un relato de que «un chico en la India perdio la vista porque le tiraron una servilleta y Max podía haber acabado igual». ¡Y va Max, todo un erudito, y felicita a Lila, por «salvarle el ojo»! Max será un erudito, pero también es fácil de engañar.
