Las reseñas de un alquimista para una serie que parece hecha por alquimistas. O sea, Miraculous/Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug y Cat Noir.
Reseñas que parecerán un sin sentido.
Alec Cataldi copa la portada por ser un crítico de la TV, y por se...
Ladybug salió de un combate, y empezamos bien: se le cae el libro de Historia hacia Alya.
Detectado sinsentido: ¿Pero cómo puede esta heroína llevar ese libro en horas de trabajo? Enfin, menuda pega.
Alya, decidida a saber quién es Ladybug, da a entender que a lo mejor es una estudiante de collège... y tiene razón. Marinette, la dueña del libro extraviado, se lamenta por el dichoso descuido.
Pero Tikki anima a Mari y le muestra una imagen de faraones. ¿La exposición de Akenathen? Sí, se presenta una buena ocasión.
Más tarde, Marinette y Alya acuden al Louvre, el prestigioso museo de la ciudad. Rayos. Alya está decidida a saber quién es su ídola, y piensa escrutar a todas las estudiantes por el dichoso libro hasta averiguar la identidad de la mariquita.
¿44 chicas en la Troisième? Una cifra exagerada, Alya, tratándose del modesto Collège Françoise Dupont. O a lo mejor es el total de chicas estudiantes en el susodicho colegio.
Pero bueno, Mari miente con lo de su libro, ya que su meja no es consciente de que lleva el libro que inició este episodio.
Se cruzan con Jalil Kubdel, el apuesto y joven egiptólogo y hermano mayor del tifón ardiente conocido como Alix.
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(Si la serie no tuviera el «filtro TP», Jalil sería tan de decir palabrotas como Alix. Enfin, la familia Kubdel y mi lore sobre esos amazigh intensos)
Jalil llama a su padre.
Marinette trata de buscar a la mariquita egipcia en un jeroglífico, para monotonía de Alya.
En la mansión Agreste, Adrien ve el vídeo que inició el episodio.
A lo que íbamos, la gala-china con coletas y la criolla martinicana con gafas siguen chequeando el papiro en busca de Ladybug.
Y Jalil y su padre, el sereno Alim, acuden. Como director de la exposición que es, ese señor conoce bien el tema. Así que, según Jalil, Akenathen quería revivir a su esposa y ofreció a Ra, Dios del Sol una nueva esposa. Ritual, salmo mágico... Jalil, Jalil, Jalil, que caes en conclusiones precipitadas, como Alya.
Alim, que es muy serio, desestima la palabrería de su hijo, y no le deja coger el cetro.
Alim ha sido justamente duro con su hijo, y le pidió volver a la realidad.
Y esto ha disgustado al precipitado Jalil, y se vuelve carnaza para Lepidóptero, que le envía un akuma.
En lo Alya y Mari, la sastre sigue intentando que la ladyblogger siga observando con detalle el papiro, para poder recuperar el libro ese.
