Las reseñas de un alquimista para una serie que parece hecha por alquimistas. O sea, Miraculous/Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug y Cat Noir.
Reseñas que parecerán un sin sentido.
Alec Cataldi copa la portada por ser un crítico de la TV, y por se...
Este episodio abre en Villa Adrien, con el chaval hablando con su padre, que está ocupadísimo.
Gabriel le ha visto el anillo y ya empieza a sospechar de que su propio hijo es Cat Noir. Se puso a escrutar en el Ladyblog y quedó perplejo comparando las imágenes de Cat Noir y de Adrien. Fue a la habitación del chico, que marchó por la ventana. El sastre estancado ordenó al Gorila y a Nathalie buscar al chico.
Un anuncio del perfume Adrien. Radiante, fresco, soñador. Adrien, el perfume.
Y ESTE FOTOGRAMA TURBIO.
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Marinette, embobada con el anuncio de su amado.
Depravada, pervertida, lujuriosa. Marinette, la posesiva. Pero tiene sus límites.
El fotograma que inspiró a un general sombrío a depravarla más aún. Pero bueno, pasemos de esta degenerada que es la protagonista.
Sí, Marinette Dupain-Cheng, pareces Midari Ikishima, esta tía.
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Y vamos hacia el fugado príncipe. Mamma mia, París está abarrotada de anuncios con el perfume ese. Y entonces, Adrien se cruzó con Wayhem, su mayor fan. Buf, es un fan pesao como Vincent Aza.
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