Destino

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Capítulo 13

El día de la cita llegó y Zoro, junto al resto, se reunió afuera del enorme edificio de Arabasta Records. Entregaron la invitación que les habían hecho llegar y los escoltaron hasta el piso 18 para esperar instrucciones.

—¡Wow! ¡Este lugar es enorme! —exclamó Luffy con los ojos brillantes al notar que prácticamente todo el piso estaba destinado a fungir como set de filmación. Al fondo, la gente iba y venía, montando los últimos detalles del espacio donde la guerra de bandas se iba grabar.

Zoro se acercó lo más que pudo, asomándose entre las gradas para ver el escenario. «Aquí será donde empezará nuestra historia», pensó con el corazón rebosante de alegría. Por inercia, siguió avanzando y se plantó a la mitad de todo el set, imaginándoselo lleno de gente que gritaba el nombre de su banda. Qué increíble sensación.

—Oye, chico, quítate del camino, ¿no ves que estamos ocupados? —le dijo un trabajador que venía cargando un par de enormes tablas de madera. Zoro retrocedió lo más rápido que pudo, disculpándose con él. Caminó en reversa y, sin querer, se estrelló con otra persona.

—¿Es que eres idiota? ¡Fíjate por donde vas!

Le dijo el agraviado de mala manera. Zoro se giró en cuanto escuchó su voz y reconoció al instante a Eustass Kid, quien no se veía muy contento. El pelirrojo lo tomó de la camisa con descortesía, pero al reconocerlo lo soltó al instante.

—Eres uno de los amigos de Trafalgar, ¿cierto?, ¿dónde está él?

Kid alzó la vista y, en cuanto encontró al hombre que buscaba, se fue directo a abordarlo sin esperar una respuesta.

—¿Y a este qué diablos le pasa? —preguntó Zoro mientras se acomodaba la ropa y, temiendo que empezara alguna riña, decidió seguirlo.

—Vaya, vaya, no creí que tú y estos perdedores pudieran llegar tan lejos, felicidades —soltó Kid con sarcasmo en cuanto estuvo a unos pasos de Law. El aludido jadeó con fastidio y lo miró de reojo sin dignarse a voltear del todo.

—Otra vez tú.

Kid ignoró su humor y lo rodeó por el cuello con el brazo. —¿Por qué no has contestado mis mensajes? —susurró muy cerca de su oído—, pensé que con la foto te animarías un poco.

Law se quitó el brazo y retrocedió un par de pasos. Miró por inercia a sus amigos, y luego, al enorme pelirrojo te tenía de frente.

—Escúchame bien, yo no tengo interés en volver contigo, creí que ya estaba claro. Lo único que quiero es que me devuelvas el bajo que dejé en tu casa y me dejes en paz.

Kid desapareció la sonrisa entre sus labios, molesto. —¿Esa cosa vieja?, lo vendí hace tiempo.

Zoro miró un instante los ojos de Law que parecían haberse encendido de súbito y alcanzó a atraparlo por la cintura antes de que se le fuera encima a Kid. —¿¡Cómo pudiste hacer algo así!? ¡Era el bajo de mi padre y lo sabías!

La gente a su alrededor empezó a mirarlos y a murmurar.

—No es el momento —susurró Zoro en un intento de calmarlo, Ace también se acercó para ayudar a sujetarlo. Jamás habían visto a Law tan cabreado.

Kid no agregó nada más, pero antes de que pudiera irse, una mano lo atrapó por el brazo. Era Luffy, cuyo gesto serio le parecía extrañamente intimidante.

—Suéltame —ordenó, pero Luffy no cedió. Muy al contrario, lo tomó de la camisa y lo jaló hacia abajo para ponerlo a su altura.

—Vas a recuperar ese bajo y lo vas a regresar —bramó con una voz rasposa y amedrentadora.

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