Un dia a la vez.

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Jung Kook se encontraba sentado observando el paso de uno de los caballos que se encontraban en la caballeriza a la cual se había dirigido para poder pensar y tratar de calmarse, sabe perfectamente que el salir corriendo no es la mejor solución para enfrentar la situación que esta teniendo en este momento. 

Entiende perfectamente que lo único que puede hacer en este momento es calmarse para poder volver y poder tener la temida conversación que tiene pendiente con Jimin, hay tantas cosas pasando en este instante por su mente que no sabe como reaccionar ante una nueva partida de su hermoso chico. 

Siente el miedo latente de pasar de nuevo mas tiempo sin saber de él. Peor aun teme que esta sea la ultima vez que pueda verlo y que esto solo se trate de una visita de lastima por parte de Jimin o que solo haya regresado con la intensión de despedirse para siempre, no puede con la idea de que su querido Mimi no este en su vida. 

Odia la simple idea de no tenerlo cerca aunque sea para poder observar esos hermosos ojos color miel que se esconden en pequeñas medias lunas cuando sonríe, no concibe la idea de no volver a ver sus mejillas sonrojadas al despertar, le vuelve loco el solo pensar que no volverá a escuchar esa risa tan melodiosa que desprende de aquel pequeño ser dueño de su corazón.

Son tantos los miedos que se cruzan por su mente en este momento que no puede dejar de cuestionarse en que instante Jimin se convirtió en la principal prioridad para él, se pregunta en que momento las cosas que antes le importaban pasaron a un tercer plano.

Es consiente de que ama demasiado a Jimin pero también es consiente de que no puede depender emocionalmente de un tercero, conoce las consecuencias de dejar que su felicidad y estado de animo dependa de alguien que no es él mismo. 

Conoce perfectamente todo lo que conlleva el que su estado emocional dependa de la sonrisa y estabilidad de alguien más, lo aprendió duramente cuando sus padres fallecieron y lo dejaron totalmente solo en cuestión de familia. 

Desde que ellos partieron se prometió que su felicidad y estado mental dependerían únicamente de él, aquel día cuando se encontraba frente a sus tumbas en aquel cementerio totalmente a solas llorando por su partida se prometió que su sonrisa y su llanto no serian causados por nadie mas que no fuera él.

Se prometió a si mismo que si sonreía seria porque se sentía orgulloso de él, por los logros que cumpliría. Se dijo a si mismo que si lloraba seria solo porque había fallado en lo propuesto. 

Es por esto que con el paso del tiempo se volvió una persona hermética y reservada, una persona que inconscientemente se había obligado a no sentir nada por nadie, las únicas excepciones en su caso eran sus mejores amigos, aquellos que lo acompañaron hasta en sus momentos mas oscuros y desoladores. 

Yongui, Hobi y Jin eran las únicas tres personas a las cuales les permitió mantenerse a su lado sin importar nada y solo porque aquellos tres chicos hicieron hasta lo imposible para lograr mantener su lugar en la vida de Jung Kook. En el momento en que él pelinegro perdió lo que mas amaba estos prometieron estar con él hasta el final y puede decirse que así a sido. 

No lo han abandonado ni cuando estuvo apunto de hundirse en el consumo o en el licor, no lo han dejado incluso sabiendo y conociendo el mal humor que se carga Jung Kook cuando las cosas no marchan de la manera que espera, aun así se han mantenido firmes a su lado y de una u otra forma eso hace que Jung Kook tenga un espacio muy grande en su corazón para ellos. 

Durante el tiempo en el que ha estado sin sus padres Jung Kook a conocido miles  de personas y a conectado con muy pocas, entre ellas se encuentras los tres chicos nuevos que llegaron a su vida de forma inesperada. 

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