Amo a mi profesor. Primera Parte.

4

—Carly —me llama Derek.

—¿Si?

—Me aceptaron en Helsinki —dice.

Me tomo un momento para procesar sus palabras.

—¡Oh, Dios!¡Oh, por Dios!¡Es increíble Derek!¡Felicidades! No sabes cuanto me alegra —le digo y enseguida lo envuelvo en un abrazo.

—No sé como reaccionar. De verdad, jamás creí que me aceptarían.

—Es totalmente fantástico. Y te lo mereces, nadie es mas listo que tu —añado, y no es mentira —Esto merece una celebración ¿Quieres ir a comer hoy después de clases? Yo invito.

Continuamos en nuestra rutina, pero recuerdo que debo entregar unos cuantos trabajos en la sala de profesores y me dirijo allí rápidamente. 

Mientras camino con prisa, me cercioro de que todas las hojas estén en orden y no miro al frente. De pronto, alguien choca conmigo, caigo sobre el y escucho como algo se rompe a mi lado, una taza de café. Todas las hojas salen a volar y se desperdigan a mi alrededor. Y para colmo siento el liquido caliente bajar por mi blusa.

—¡Carly! —grita una voz debajo de mi, una voz que conozco perfectamente. Thomas me toma de los brazos y me ayuda a levantar. El también se pone de pie.

—Oh, Dios Santo. Lo siento —le digo intentando ocultar mi rostro. Estoy segura de que jamas me había puesto tan roja. Y mi blusa bien podría ser transparente.

Él esta totalmente empapado y su camisa se adhiere a sus abdominales perfectamente moldeados. Me ayuda a levantar el montón de hojas y después reúne los trozos de taza que están repartidos en el suelo.

—¿Puedo hacer algo para ayudar? —pregunto. Para mi sorpresa, me dedica una sonrisa y niega con la cabeza.

—Estoy bien. 

—Tengo que... Irme. Adiós —digo atropelladamente y salgo casi corriendo a cualquier otro lugar.

Cuando mi respiración se normaliza, me detengo un segundo. Y por mas que lo intento no consigo explicar por qué me suceden ese tipo de cosas a mi. 

Al final, llega Derek para rescatarme del baño de chicas y luego de darme su saco, regresamos a clase. Bueno, en realidad, mentalmente  yo sigo en aquel pasillo  observando a Thomas recoger los trozos de su taza de café.

Cuando terminan las clases, voy a mi casa para cambiarme de ropa y después vamos directamente a celebrar con comida. 

Intento olvidar ese  momento mientras estoy con Derek en su restaurante preferido después de clases, y lo consigo. Helsinki es un sueño hecho realidad para él, es una universidad excelente en todos los sentidos. A pesar de ello, mientras celebramos su gran logro, ninguno menciona que el complejo esta ubicado en Finlandia y el tendrá que marcharse pronto. Es algo de lo que ya hablamos y estamos dispuestos a aceptar. Sin embargo, no se que voy a hacer sin mi mejor amigo tanto tiempo.